Por Carlos Rodríguez
Los 60.000 usuarios que
siguen viviendo en el lado oscuro de Buenos Aires, afectados por el apagón de Edesur,
deberán esperar hasta hoy, en horario a confirmar, para volver a ver la luz en sus
lamparitas. Esto no impide que la empresa sobre apagado pagado envíe la
próxima factura con un aumento del servicio brindado a medias que oscilará entre el
cuatro y el siete por ciento, según las zonas o el tipo de usuario. La Secretaría de
Energía confirmó que el incremento regirá para todas las prestatarias a pesar de
lo sucedido. El alza se debe a la sequía en el sur del país, que
disminuyó el caudal de los ríos y por ende el nivel de generación de las usinas
hidroeléctricas, reemplazadas por fuentes de energía más caras cuyo costo recaerá
sobre el cliente, aunque haya estado en tinieblas. El segundo del Ente Regulador de la
Energía (ENRE), Alberto Devoto, aseguró que los afectados recibirán una bonificación
(ver aparte) que podría significar el pago del 50 por ciento de una factura normal, pero
recién se hará efectiva en abril, mayo o junio próximos.
Una versión, recogida por Página/12 de fuentes oficiales, señaló la posibilidad de que
el incendio ocurrido en la subusina ubicada en Azopardo y Venezuela se haya producido
por un error humano. Daniel Martini, gerente de Relaciones Institucionales de
Edesur, aseguró a este diario que se trató de un accidente y que la
alternativa de un error humano es prácticamente descartable porque al momento de
ocurrir el problema (cerca de las cuatro de la madrugada del lunes) no había nadie
operando la central, inaugurada hace apenas un mes.
Ayer, por segundo día consecutivo, el tránsito en la ciudad fue un caos en los barrios
de Once y Congreso, e incluso en el microcentro. Seguían sin funcionar 100 de los 240
semáforos afectados por el corte inicial, que involucró a 150.000 usuarios de diez
barrios. Los comerciantes afectados analizaban la posibilidad de demandar a la empresa y
al Estado por el lucro cesante derivado del cierre de negocios o la pérdida de
mercaderías que debían ser conservadas en frío. El secretario de Energía, César Mac
Karthy, dijo que el contrato firmado con las prestatarias contempla el pago de
bonificaciones, pero para reclamar el lucro cesante el camino que les queda es el de
la Justicia ordinaria.
Mac Karthy, acompañado por Devoto, ofreció una conferencia de prensa en la que dejó
sentado que toda la responsabilidad del corte es de Edesur y de la empresa
dependía la solución del problema. El secretario de Energía dijo también que, en
principio, el incendio fue accidental, pero aclaró que se realizan peritajes
para llegar a una conclusión definitiva.
Un tanto molestos por las preguntas de la prensa por la gravedad del corte, tanto Devoto
como Mc Karty se empeñaron en resaltar que éste es el primer corte grande
desde la privatización del sector, en 1992. Ambos recordaron que antes, cuando
disminuía la generación de energía en las plantas radioeléctricas, los cortes eran
diarios y la TV apenas transmitía cuatro o cinco horas. Recalcaron que la subusina
Azopardo de Edesur fue inaugurada hace apenas un mes y es la obra más importantes
realizada hasta ahora por la prestataria, con una inversión de 45 millones de
pesos.
Daniel Martini, de Edesur, a manera de excusa, dijo que todo servicio eléctrico es
falible y coincidió con los funcionarios en señalar que éste fue el primer
problema grave. Informó que el problema es difícil de superar porque el
incendio destruyó el cable principal, de 220 KV, que alimenta otras subusinas de menor
importancia, pero también se quemaron los cables de 132 KV que están preparados para
entrar en función cuando hay una falla en la línea principal.
Estimó que el inconveniente quedará superado en forma provisoria durante
el transcurso de mañana (por hoy), cuando se lograría reincorporar al
servicio el tendido principal. La solución será definitiva recién el domingo,
posiblemente, cuando se produzca la reparación total de las líneas alternativas.
Martini rechazó las críticas, realizadas desde distintos sectores, por la demora en la
información: Como el hecho pasó a las cuatro de la mañana, el primer informe fue
recién a las ocho, pero desde entonces estamos en permanente contacto con la prensa para
informar a la población.
El vocero de Edesur confirmó que el corte afectó a 150.000 usuarios desde las
cuatro hasta el mediodía del lunes y que después quedaron 60.000 afectados.
Aunque el corte será por 48 horas, hay que aclarar que a unas 30.000 casas se les
restituye la luz durante unas horas, por la noche y la madrugada, cuando baja el consumo
general, sobre todo para que en los edificios se puedan utilizar las bombas que abastecen
de agua.
Cuando las quejas por el corte van in crescendo, el Gobierno autorizó a Edesur, Edenor y
Edelap, las tres prestadoras del área metropolitana, un aumento que, según precisó la
Secretaría de Energía, oscilará entre un cuatro y un siete por ciento. El
porcentaje mayor será para el área del Gran La Plata y para el interior del país, donde
también se producirá el aumento. Ignacio Sicardi, de Edesur, dijo que el incremento
es de tipo estacional, por la sequía, y no es en compensación por las
bonificaciones que tendrá que pagar la empresa por el corte de luz.
DENUNCIAS CONTRA EDESUR Y EL ENTE REGULADOR
No hay inversión ni control
Por Eduardo Videla
La desinformación y el
desconcierto que siguieron al apagón dieron pie para una andanada de cuestionamientos
contra dos blancos precisos: la empresa Edesur y el Ente Nacional Regulador de Energía.
El secretario de Producción y Servicios del gobierno porteño, Nicolás Gallo, atribuyó
el corte y sus consecuencias a las demoras en las inversiones para el recambio de
las redes de media tensión y responsabilizó al Estado nacional por la
ausencia de controles sobre una empresa monopólica. Gallo denunció además que
debido a las falencias de infraestructura, Edesur suministra en algunos barrios energía
por debajo de los 220 volts. La mayoría de las multas que se le aplicaron a la
empresa fueron por distribuir energía por debajo de lo que exige el contrato,
precisó.
Para el funcionario, lo impresionante no es tanto la magnitud del corte sino la
demora en la reparación y la imposibilidad de hacer una conexión alternativa para
restablecer el servicio en menos tiempo. Según Edesur, la situación se
normalizará hoy. Pero otras fuentes de la empresa nos dicen que en algunas zonas no
va a haber luz hasta el viernes, confió el secretario, en diálogo con Página/12.
Lo más preocupante es que ni Edesur ni el ENRE le han informado nada a la gente:
por qué ocurrió, qué previsiones hay para que no vuelva a ocurrir, cuál es el programa
de inversiones de la empresa, se quejó Gallo. El funcionario no se conformó con la
explicación del incendio accidental. Cuando usted tiene un cortocircuito en su
casa, el electricista siempre le explica por qué ocurrió, puso como ejemplo.
El diputado Héctor Polino, titular de la asociación Consumidores Libres, consideró
inconcebible que a 30 horas del corte la empresa no haya asumido públicamente su
responsabilidad y no haya informado adecuadamente a la población. El diputado
denunció que el ENRE tampoco cumplió con su obligación de informar a los usuarios:
Publicitaron una línea gratuita, el 0800-33000, pero hoy, durante todo el día,
nadie atendió.
El legislador le reclamó al ENRE que obligue a Edesur a indemnizar a los usuarios por los
perjuicios ocasionados, y que sancione a la empresa por no mantener informada a la
población. La demora en la reparación demuestra la ineficiencia de la
empresa, sentenció luego. El diputado sugirió que a los comerciantes afectados les
queda la vía judicial para reclamar por los daños y perjuicios sufridos: Deben
demostrar fehacientemente, mediante escribano, el daño que han padecido,
recomendó. Osvaldo Bernardi, de la Asociación de Defensa de los Usuarios de Servicios
Públicos, se mostró más escéptico: A diez años de las privatizaciones, no hay
ley de defensa del usuario, y la ley de Defensa del Consumidor no contempla casos de este
tipo, afirmó.
Los descuentos, en seis meses
Por cada kilovatio hora no suministrado, la empresa debe pagar una multa de
entre 1,40 y 2,71 pesos, lo que significa un aumento de 10 a 40 veces respecto de lo que
el usuario paga por igual cantidad. En castellano significa que los 60.000 usuarios
que se quedaron sin luz por 48 horas si es que hoy se soluciona el problema
podrían recibir una bonificación, en su factura bimensual, que significaría para cada
uno pagar el 50 por ciento de lo que abona normalmente. El secretario de
Energía, César Mac Karthy, precisó que por dos días sin luz recibirían una
bonificación de hasta 15 días, lo que en su opinión constituye un claro
resarcimiento.
Los cálculos fueron hechos sobre la base de los usuarios comunes, mientras que para los
industriales la bonificación será mayor. El problema es que la
bonificación, contemplada en el contrato firmado con la concesionaria, para hacerse
efectiva tiene que respetar ciertos pasos procesales. El Gobierno reclamará el pago
que se hará mediante el descuento en las facturas de los usuarios, pero
Edesur tiene derecho a efectuar su descargo, lo que provoca una demora en la
efectivización.
En suma, las facturas correspondientes a este mes llegarán como si no hubiera habido
corte alguno y el descuento se operará en abril, mayo o junio, dentro del primer
semestre del año. También podrían obtener algún resarcimiento los 90.000
clientes que estuvieron sin luz algo más de ocho horas durante el lunes pasado.
Algunos periodistas, disconformes con el monto de las penalidades, quisieron saber qué
deben hacer las prestatarias para que se les quite la concesión: Tienen que
producir cortes que las lleven a pagar multas de entre 180 y 200 millones de pesos de
multa en un año, cifras superiores al 20 por ciento de la facturación anual, que en la
actualidad ronda los 800 o 900 millones de pesos. |
La pesadilla de vivir en una ciudad a
oscuras
Farmacias que debieron tirar
medicamentos, caos de tránsito, edificios sin agua ni ascensores. Un día de quejas al
por mayor.
Edesur salió rápidamente a aclarar que
no se hará cargo de las pérdidas en los comercios.
En las farmacias afectadas hubo que tirar muchos medicamentos por el corte de la cadena de
frío. |
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¿Quién se hace cargo de las pérdidas sufridas por este corte de luz, que lleva ya
48 horas? El comerciante, que no deja de pagar impuestos, no puede recuperar dichas
pérdidas. Necesitamos una respuesta urgente. La leyenda, escrita a mano en un
papel, colgaba ayer de la puerta de la farmacia de Combate de los Pozos 348. El apagón
que afectaba a buena parte de la ciudad desde el lunes a la madrugada desató la furia de
los porteños. Esas son las privatizaciones que tenemos, se quejaban muchos.
Vivir y circular por la ciudad fue una odisea. En algunos edificios, el agua no subía.
Los vecinos acarreaban baldes con agua por escaleras eternas, iluminadas por la luz de un
par de velas. Y en la calle, el tránsito seguía descontrolado por los 200 semáforos que
no funcionaban. Los hospitales pudieron dar atención gracias al apoyo de grupos
electrógenos. Pero en algunas dependencias públicas como el PAMI, el edificio de Obras
Públicas y el INdEC no se trabajó. Además, el calor no ayudó: heladerías, kioscos,
almacenes y farmacias tuvieron que tirar su mercadería. Algunos comerciantes ya enviaron
cartas a Edesur, en reclamo de un resarcimiento económico por las pérdidas ocasionadas
por el corte.
Yo no me puedo mover, no puedo andar bajando y subiendo las escaleras. Somos
prisioneros, decía ayer Manuel Naveran, de 86 años. Vive en el quinto piso del
edificio de Belgrano 1844, donde desde ayer a la mañana no tienen agua. Depende de la
ayuda de Marcelo, el encargado, para poder contar con algo de agua. Como en una escena
medieval, Marcelo recorría los 13 pisos del edificio para controlar que las velas,
puestas en los descansos de las escaleras, no se terminaran.
En los edificios afectados, las luces de emergencia se habían agotado. En la zona ya no
se conseguían más velas. Y abundaban los carteles de no hay luz, pegados en
las puertas de los negocios que habían bajado sus cortinas. En la entrada del edificio de
Entre Ríos 420, Inés juntaba agua en un balde. Por suerte yo vivo en el
primero, aclaraba sonriente. Pero no todos se lo tomaban con gracia. Margarita, de
62 años, vive en el cuarto. Esto pasa por privatizar de esta manera. Edesur no puso
un peso, pero cobrar sí te cobra y si no pagás te corta enseguida, agregó.
Para los comerciantes, cada día que pasa se cuenta en la plata que se pierde. No sólo
los afectó la mercadería que se les echó a perder, también bajaron las ventas.
Hay menos gente en la calle. No salen, piensan bien antes de bajar de los
edificios, comentaba Ana María Menéndez, del kiosco ubicado en Moreno 1775. Ana
María perdió la carga completa de helados en los dos días de más calor, se
quejaba. Para Virginia Linar, dueña de un drugstore, el corte fue mortal.
Perdimos unos 1000 pesos de mercadería. Yo pago 700 pesos bimestre de luz y ni
siquiera avisan cuando van a cortar, comentó indignada. A las 4 de la mañana del
lunes le cortaron la luz. La reestablecieron al mediodía por seis horas y luego la
volvieron a cortar por tiempo indefinido.
El caso más patético fue el del Instituto Geriátrico Maza, del barrio de Almagro.
Atender a los 44 abuelos que viven allí se convirtió en una pesadilla. Tuvieron que
tirar insulina y algunos medicamentos que necesitan frío para mantenerse. Y fue difícil
cumplir tareas habitualmente sencillas como trasladarlos, bañarlos y darles de comer.
Pero ayer a la mañana, la visita de la televisión, pudo más que los insistentes
llamados a Edesur. El lunes llamamos a la empresa y nos dijeron que trasladáramos a
los abuelos a otro lugar. Y hoy, media hora después de que saliéramos por la tele,
aparecieron dos señores de Edesur y preguntaron si necesitábamos algo. A las dos y media
de la tarde nos trajeron el generador de energía, explicaba Shirley Pareja,
secretaria del geriátrico.
Las oficinas a oscuras
Varios son los organismos públicos que ayer continuaban afectados por el
corte de luz; todos han recibido respuestas escuetas y poco concretas de parte de Edesur
acerca de las razones por las que se produjo el corte y cuándo será reestablecido el
servicio.
El Congreso de la Nación cerró sus puertas y suspendió toda actividad durante el día.
El edificio anexo, ubicado en Rivadavia y Riobamba, donde se encuentran las oficinas de
los diputados, tenía apenas un generador eléctrico alquilado que permitía atender las
llamadas del público para avisarle que en el edificio no había luz, agua, ni diputados.
Enfrente, el Palacio funcionaba con medio equipo merced a un generador eléctrico de su
propiedad y varias reuniones fueron suspendidas.
La Biblioteca del Congreso, ubicada en Alsina y Entre Ríos, tenía sus puertas cerradas
al público ante todo debido a la falta de agua, ya que durante el día era posible leer
en algunas salas con luz natural. A las 3 de la tarde de ayer volvió la luz, pero sólo
por un rato. Domingo Bravi, director general de la biblioteca, aseguró que iniciará
acciones legales contra Edesur por su eventual responsabilidad en los daños que
pueda ocasionar en las redes informáticas.
Lo mismo sucedió en el INdEC, donde la electricidad regresó en la tarde del lunes y
volvió a cortarse ayer cerca de las 13.30. En Edesur les dijeron que en el día de hoy
iba a volver. La central del PAMI, en Perú e Yrigoyen, cerró sus puertas ayer a partir
de las 11.30, hora en que la luz se cortó, como había sucedido el día anterior. Algunos
hospitales como el Ramos Mejía, que el martes se vieron afectados por el corte, vieron
finalmente reestablecido el servicio. |
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