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EN MEDIO DEL CORTE MASIVO, AUTORIZAN UN AUMENTO EN LA ELECTRICIDAD
Si se apaga la luz, crece la tarifa

Mientras los porteños reclamaban el regreso de la luz, el Gobierno anunció un incremento de hasta el siete por ciento en las facturas. Diez barrios siguen a oscuras. Edesur resarcirá a los afectados, pero no indemnizará por las pérdidas. Prometen una solución para hoy, pero sólo provisoria.

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El secretario de Energía dijo que para reclamar el lucro cesante el camino que queda es el de la Justicia ordinaria.


Por Carlos Rodríguez

t.gif (862 bytes) Los 60.000 usuarios que siguen viviendo en el lado oscuro de Buenos Aires, afectados por el apagón de Edesur, deberán esperar hasta hoy, en horario a confirmar, para volver a ver la luz en sus lamparitas. Esto no impide que la empresa –sobre apagado pagado– envíe la próxima factura con un aumento del servicio brindado a medias que oscilará entre el cuatro y el siete por ciento, según las zonas o el tipo de usuario. La Secretaría de Energía confirmó que el incremento regirá para todas las prestatarias “a pesar de lo sucedido”. El alza se debe “a la sequía en el sur del país”, que disminuyó el caudal de los ríos y por ende el nivel de generación de las usinas hidroeléctricas, reemplazadas por fuentes de energía más caras cuyo costo recaerá sobre el cliente, aunque haya estado en tinieblas. El segundo del Ente Regulador de la Energía (ENRE), Alberto Devoto, aseguró que los afectados recibirán una bonificación (ver aparte) que podría significar el pago del 50 por ciento de una factura normal, pero recién se hará efectiva “en abril, mayo o junio” próximos.
Una versión, recogida por Página/12 de fuentes oficiales, señaló la posibilidad de que el incendio ocurrido en la subusina ubicada en Azopardo y Venezuela se haya producido “por un error humano”. Daniel Martini, gerente de Relaciones Institucionales de Edesur, aseguró a este diario que se trató de “un accidente” y que la alternativa de “un error humano es prácticamente descartable porque al momento de ocurrir el problema (cerca de las cuatro de la madrugada del lunes) no había nadie operando” la central, inaugurada hace apenas un mes.
Ayer, por segundo día consecutivo, el tránsito en la ciudad fue un caos en los barrios de Once y Congreso, e incluso en el microcentro. Seguían sin funcionar 100 de los 240 semáforos afectados por el corte inicial, que involucró a 150.000 usuarios de diez barrios. Los comerciantes afectados analizaban la posibilidad de demandar a la empresa y al Estado por el lucro cesante derivado del cierre de negocios o la pérdida de mercaderías que debían ser conservadas en frío. El secretario de Energía, César Mac Karthy, dijo que el contrato firmado con las prestatarias contempla el pago de bonificaciones, “pero para reclamar el lucro cesante el camino que les queda es el de la Justicia ordinaria”.
Mac Karthy, acompañado por Devoto, ofreció una conferencia de prensa en la que dejó sentado que “toda la responsabilidad del corte es de Edesur” y de la empresa dependía la solución del problema. El secretario de Energía dijo también que, “en principio, el incendio fue accidental”, pero aclaró que se realizan “peritajes para llegar a una conclusión definitiva”.
Un tanto molestos por las preguntas de la prensa por la gravedad del corte, tanto Devoto como Mc Karty se empeñaron en resaltar que éste es “el primer corte grande” desde la privatización del sector, en 1992. Ambos recordaron que “antes, cuando disminuía la generación de energía en las plantas radioeléctricas, los cortes eran diarios y la TV apenas transmitía cuatro o cinco horas”. Recalcaron que la subusina Azopardo de Edesur “fue inaugurada hace apenas un mes y es la obra más importantes realizada hasta ahora por la prestataria, con una inversión de 45 millones de pesos”.
Daniel Martini, de Edesur, a manera de excusa, dijo que “todo servicio eléctrico es falible” y coincidió con los funcionarios en señalar que éste fue “el primer problema grave”. Informó que el problema es difícil de superar porque “el incendio destruyó el cable principal, de 220 KV, que alimenta otras subusinas de menor importancia, pero también se quemaron los cables de 132 KV que están preparados para entrar en función cuando hay una falla en la línea principal”.
Estimó que el inconveniente quedará superado “en forma provisoria” durante “el transcurso de mañana (por hoy)”, cuando se lograría reincorporar al servicio el tendido principal. “La solución será definitiva recién el domingo, posiblemente, cuando se produzca la reparación total de las líneas alternativas”. Martini rechazó las críticas, realizadas desde distintos sectores, por la demora en la información: “Como el hecho pasó a las cuatro de la mañana, el primer informe fue recién a las ocho, pero desde entonces estamos en permanente contacto con la prensa para informar a la población”.
El vocero de Edesur confirmó que el corte afectó a 150.000 usuarios “desde las cuatro hasta el mediodía del lunes” y que después quedaron 60.000 afectados. “Aunque el corte será por 48 horas, hay que aclarar que a unas 30.000 casas se les restituye la luz durante unas horas, por la noche y la madrugada, cuando baja el consumo general, sobre todo para que en los edificios se puedan utilizar las bombas que abastecen de agua”.
Cuando las quejas por el corte van in crescendo, el Gobierno autorizó a Edesur, Edenor y Edelap, las tres prestadoras del área metropolitana, un aumento que, según precisó la Secretaría de Energía, “oscilará entre un cuatro y un siete por ciento”. El porcentaje mayor será para el área del Gran La Plata y para el interior del país, donde también se producirá el aumento. Ignacio Sicardi, de Edesur, dijo que el incremento “es de tipo estacional, por la sequía, y no es en compensación por las bonificaciones que tendrá que pagar la empresa por el corte de luz”.

 


 

DENUNCIAS CONTRA EDESUR Y EL ENTE REGULADOR
“No hay inversión ni control”

Por Eduardo Videla

t.gif (862 bytes) La desinformación y el desconcierto que siguieron al apagón dieron pie para una andanada de cuestionamientos contra dos blancos precisos: la empresa Edesur y el Ente Nacional Regulador de Energía. El secretario de Producción y Servicios del gobierno porteño, Nicolás Gallo, atribuyó el corte y sus consecuencias a “las demoras en las inversiones para el recambio de las redes de media tensión” y responsabilizó al Estado nacional por “la ausencia de controles sobre una empresa monopólica”. Gallo denunció además que debido a las falencias de infraestructura, Edesur suministra en algunos barrios energía por debajo de los 220 volts. “La mayoría de las multas que se le aplicaron a la empresa fueron por distribuir energía por debajo de lo que exige el contrato”, precisó.
Para el funcionario, “lo impresionante no es tanto la magnitud del corte sino la demora en la reparación y la imposibilidad de hacer una conexión alternativa para restablecer el servicio en menos tiempo”. Según Edesur, la situación se normalizará hoy. “Pero otras fuentes de la empresa nos dicen que en algunas zonas no va a haber luz hasta el viernes”, confió el secretario, en diálogo con Página/12.
“Lo más preocupante es que ni Edesur ni el ENRE le han informado nada a la gente: por qué ocurrió, qué previsiones hay para que no vuelva a ocurrir, cuál es el programa de inversiones de la empresa”, se quejó Gallo. El funcionario no se conformó con la explicación del incendio accidental. “Cuando usted tiene un cortocircuito en su casa, el electricista siempre le explica por qué ocurrió”, puso como ejemplo.
El diputado Héctor Polino, titular de la asociación Consumidores Libres, consideró “inconcebible que a 30 horas del corte la empresa no haya asumido públicamente su responsabilidad y no haya informado adecuadamente a la población”. El diputado denunció que el ENRE tampoco cumplió con su obligación de informar a los usuarios: “Publicitaron una línea gratuita, el 0800-33000, pero hoy, durante todo el día, nadie atendió”.
El legislador le reclamó al ENRE que obligue a Edesur a indemnizar a los usuarios por los perjuicios ocasionados, y que sancione a la empresa por no mantener informada a la población. “La demora en la reparación demuestra la ineficiencia de la empresa”, sentenció luego. El diputado sugirió que a los comerciantes afectados les queda la vía judicial para reclamar por los daños y perjuicios sufridos: “Deben demostrar fehacientemente, mediante escribano, el daño que han padecido”, recomendó. Osvaldo Bernardi, de la Asociación de Defensa de los Usuarios de Servicios Públicos, se mostró más escéptico: “A diez años de las privatizaciones, no hay ley de defensa del usuario, y la ley de Defensa del Consumidor no contempla casos de este tipo”, afirmó.

Los descuentos, en seis meses

“Por cada kilovatio hora no suministrado, la empresa debe pagar una multa de entre 1,40 y 2,71 pesos, lo que significa un aumento de 10 a 40 veces respecto de lo que el usuario paga por igual cantidad”. En castellano significa que los 60.000 usuarios que se quedaron sin luz por 48 horas –si es que hoy se soluciona el problema– podrían recibir una bonificación, en su factura bimensual, que significaría para cada uno “pagar el 50 por ciento de lo que abona normalmente”. El secretario de Energía, César Mac Karthy, precisó que “por dos días sin luz recibirían una bonificación de hasta 15 días”, lo que en su opinión constituye “un claro resarcimiento”.
Los cálculos fueron hechos sobre la base de los usuarios comunes, mientras que para los industriales “la bonificación será mayor”. El problema es que la bonificación, contemplada en el contrato firmado con la concesionaria, “para hacerse efectiva tiene que respetar ciertos pasos procesales”. El Gobierno reclamará el pago –que se hará mediante el descuento en las facturas de los usuarios–, pero Edesur tiene derecho a efectuar su descargo, lo que provoca una demora en la efectivización.
En suma, las facturas correspondientes a este mes llegarán como si no hubiera habido corte alguno y el descuento “se operará en abril, mayo o junio, dentro del primer semestre del año”. También podrían obtener algún resarcimiento los 90.000 clientes que estuvieron sin luz algo más de ocho horas durante el lunes pasado.
Algunos periodistas, disconformes con el monto de las penalidades, quisieron saber qué deben hacer las prestatarias para que se les quite la concesión: “Tienen que producir cortes que las lleven a pagar multas de entre 180 y 200 millones de pesos de multa en un año, cifras superiores al 20 por ciento de la facturación anual, que en la actualidad ronda los 800 o 900 millones de pesos”.

 


 

La pesadilla de vivir en una ciudad a oscuras

Farmacias que debieron tirar medicamentos, caos de tránsito, edificios sin agua ni ascensores. Un día de quejas al por mayor.

Edesur salió rápidamente a aclarar que no se hará cargo de las pérdidas en los comercios.
En las farmacias afectadas hubo que tirar muchos medicamentos por el corte de la cadena de frío.

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t.gif (862 bytes) ”¿Quién se hace cargo de las pérdidas sufridas por este corte de luz, que lleva ya 48 horas? El comerciante, que no deja de pagar impuestos, no puede recuperar dichas pérdidas. Necesitamos una respuesta urgente.” La leyenda, escrita a mano en un papel, colgaba ayer de la puerta de la farmacia de Combate de los Pozos 348. El apagón que afectaba a buena parte de la ciudad desde el lunes a la madrugada desató la furia de los porteños. “Esas son las privatizaciones que tenemos”, se quejaban muchos. Vivir y circular por la ciudad fue una odisea. En algunos edificios, el agua no subía. Los vecinos acarreaban baldes con agua por escaleras eternas, iluminadas por la luz de un par de velas. Y en la calle, el tránsito seguía descontrolado por los 200 semáforos que no funcionaban. Los hospitales pudieron dar atención gracias al apoyo de grupos electrógenos. Pero en algunas dependencias públicas como el PAMI, el edificio de Obras Públicas y el INdEC no se trabajó. Además, el calor no ayudó: heladerías, kioscos, almacenes y farmacias tuvieron que tirar su mercadería. Algunos comerciantes ya enviaron cartas a Edesur, en reclamo de un resarcimiento económico por las pérdidas ocasionadas por el corte.
“Yo no me puedo mover, no puedo andar bajando y subiendo las escaleras. Somos prisioneros”, decía ayer Manuel Naveran, de 86 años. Vive en el quinto piso del edificio de Belgrano 1844, donde desde ayer a la mañana no tienen agua. Depende de la ayuda de Marcelo, el encargado, para poder contar con algo de agua. Como en una escena medieval, Marcelo recorría los 13 pisos del edificio para controlar que las velas, puestas en los descansos de las escaleras, no se terminaran.
En los edificios afectados, las luces de emergencia se habían agotado. En la zona ya no se conseguían más velas. Y abundaban los carteles de “no hay luz”, pegados en las puertas de los negocios que habían bajado sus cortinas. En la entrada del edificio de Entre Ríos 420, Inés juntaba agua en un balde. “Por suerte yo vivo en el primero”, aclaraba sonriente. Pero no todos se lo tomaban con gracia. Margarita, de 62 años, vive en el cuarto. “Esto pasa por privatizar de esta manera. Edesur no puso un peso, pero cobrar sí te cobra y si no pagás te corta enseguida”, agregó.
Para los comerciantes, cada día que pasa se cuenta en la plata que se pierde. No sólo los afectó la mercadería que se les echó a perder, también bajaron las ventas. “Hay menos gente en la calle. No salen, piensan bien antes de bajar de los edificios”, comentaba Ana María Menéndez, del kiosco ubicado en Moreno 1775. Ana María perdió la carga completa de helados “en los dos días de más calor”, se quejaba. Para Virginia Linar, dueña de un drugstore, el corte fue “mortal”. “Perdimos unos 1000 pesos de mercadería. Yo pago 700 pesos bimestre de luz y ni siquiera avisan cuando van a cortar”, comentó indignada. A las 4 de la mañana del lunes le cortaron la luz. La reestablecieron al mediodía por seis horas y luego la volvieron a cortar por tiempo indefinido.
El caso más patético fue el del Instituto Geriátrico Maza, del barrio de Almagro. Atender a los 44 abuelos que viven allí se convirtió en una pesadilla. Tuvieron que tirar insulina y algunos medicamentos que necesitan frío para mantenerse. Y fue difícil cumplir tareas habitualmente sencillas como trasladarlos, bañarlos y darles de comer. Pero ayer a la mañana, la visita de la televisión, pudo más que los insistentes llamados a Edesur. “El lunes llamamos a la empresa y nos dijeron que trasladáramos a los abuelos a otro lugar. Y hoy, media hora después de que saliéramos por la tele, aparecieron dos señores de Edesur y preguntaron si necesitábamos algo. A las dos y media de la tarde nos trajeron el generador de energía”, explicaba Shirley Pareja, secretaria del geriátrico.

 

Las oficinas a oscuras
Varios son los organismos públicos que ayer continuaban afectados por el corte de luz; todos han recibido respuestas escuetas y poco concretas de parte de Edesur acerca de las razones por las que se produjo el corte y cuándo será reestablecido el servicio.
El Congreso de la Nación cerró sus puertas y suspendió toda actividad durante el día. El edificio anexo, ubicado en Rivadavia y Riobamba, donde se encuentran las oficinas de los diputados, tenía apenas un generador eléctrico alquilado que permitía atender las llamadas del público para avisarle que en el edificio no había luz, agua, ni diputados. Enfrente, el Palacio funcionaba con medio equipo merced a un generador eléctrico de su propiedad y varias reuniones fueron suspendidas.
La Biblioteca del Congreso, ubicada en Alsina y Entre Ríos, tenía sus puertas cerradas al público ante todo debido a la falta de agua, ya que durante el día era posible leer en algunas salas con luz natural. A las 3 de la tarde de ayer volvió la luz, pero sólo por un rato. Domingo Bravi, director general de la biblioteca, aseguró que iniciará acciones legales contra Edesur por “su eventual responsabilidad en los daños que pueda ocasionar en las redes informáticas”.
Lo mismo sucedió en el INdEC, donde la electricidad regresó en la tarde del lunes y volvió a cortarse ayer cerca de las 13.30. En Edesur les dijeron que en el día de hoy iba a volver. La central del PAMI, en Perú e Yrigoyen, cerró sus puertas ayer a partir de las 11.30, hora en que la luz se cortó, como había sucedido el día anterior. Algunos hospitales como el Ramos Mejía, que el martes se vieron afectados por el corte, vieron finalmente reestablecido el servicio.

 

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