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“Cardoso no descarta el sistema argentino”

Domingo Cavallo sigue insistiendo con su receta para Brasil. Acusa a Menem de acentuar la corrida contra el real y apoya a la UIA en su pelea con Roque.

Anuncio: “Cardoso espera que funcione la libre flotación de la moneda, pero no descarta un sistema como el argentino.Lo que pasa es que él no lo puede anunciar.”

Domingo Cavallo, ex ministro y candidato a presidente.
Reveló que Cardoso estudia la convertibilidad si la flotación fracasa.

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Por Roberto Navarro

t.gif (862 bytes) Domingo Cavallo está convencido de que la propuesta de dolarización y la sugerencia a Brasil de aplicar un Plan Bonex lanzadas por Carlos Menem aceleraron la corrida contra el real a fines de enero, elevando la paridad de la moneda brasileña a 2,1 por dólar. En una entrevista con Página/12, el candidato a presidente de Acción por la República también terció en la disputa entre el ministro Roque Fernández y la UIA, apoyando a los industriales.
–Roque Fernández dijo que los ineficientes van a desaparecer y los industriales le contestaron que la economía perdió competitividad por la devaluación del real. ¿Quién tiene razón?
–Los industriales. Es cierto que van a quebrar muchas empresas. Pero no por ineficientes, sino por errores del Gobierno en materia tributaria y laboral. Porque los que se endeudaron para invertir van a pagar intereses más altos, por la crisis de Brasil, pero además van a tener que afrontar el nuevo impuesto del 15 por ciento sobre esos intereses. También por la nueva ley laboral que, en vez de bajar, sube los costos. El sector industrial y el agropecuario son los que más competitividad han ganado en los últimos años. No se puede decir lo mismo del sector financiero, que se consolidó por la venta de bancos nacionales a grandes entidades internacionales, pero no tuvo un aumento de eficiencia o una baja de costos como la que se dio en el sector industrial. Me parece una imprudencia enorme lo que dijo el ministro. Fue una mala evaluación política y económica.
–¿Por qué cree que lo dijo?
–Fue una reacción que tuvo que ver con la equivocación que cometió Menem al principio con la crisis de Brasil. La imprudencia del Presidente, al lanzar la dolarización y luego la sugerencia del plan Bonex para Brasil, fue la postura de alguien que quiere decir “esto pasa en Brasil porque yo no estoy como presidente”. Una actitud de menosprecio hacia el gobierno de Cardoso. Como esa posición cayó muy mal en Brasilia, y como la sugerencia del plan Bonex provocó la corrida contra el real de fines de enero –el viernes que lo dijo fue el peor día con el real tocando los 2,10 por dólar–, Menem tuvo que darse vuelta para evitar un enojo mayor del gobierno brasileño. Ese fin de semana el canciller brasileño, Luis Felipe Lampreia, le hizo saber al ministro Di Tella, en Davos, que la actitud de Argentina estaba acentuando el problema brasileño. Cuando volvió Di Tella se lo informó a Menem y el Presidente hizo lo que hace siempre: se fue al otro extremo. A partir de ese momento, los funcionarios del Gobierno comenzaron a hablar bien de Brasil y de los industriales brasileños y a atacar a los argentinos.
–¿Usted tomaría medidas unilaterales en relación a Brasil para compensar los efectos de la devaluación del real?
–Lo primero que debe hacer Argentina es tomar medidas impositivas y laborales para mejorar de manera permanente la competitividad de la economía. Principalmente en el sector agropecuario, el industrial, la minería y el turismo, que son los que van a ser más afectados por la crisis de Brasil. Se debe eliminar, para las empresas de esos sectores, el impuesto a la renta presunta (activos), que encarece los costos de producción, porque este año no van a tener utilidades. Además, hay que suprimir el impuesto al endeudamiento, y los aportes patronales. También hay que instrumentar un sistema de devolución de impuestos a las exportaciones.
–¿Y con respecto a medidas comerciales como las que piden los industriales?
–Argentina debería llevar adelante un sistema simétrico al que utiliza Brasil. Sin hacer tanto ruido, aplicar ya mismo un sistema de salvaguardas para los productos que puedan ser severamente afectados por la devaluación brasileña y, a la vez, manejar los tiempos de autorización de un sistema de licencias previas. Y esto no como una revancha, sino como una realidadde administración cotidiana de nuestro comercio exterior. Pero, además, intentaría trabajar juntamente con Brasil para que salga de la recesión.
–¿De que manera?
–Se debe avanzar hacia una moneda del Mercosur. Para eso Brasil tiene que ir hacia un sistema de convertibilidad, para generar condiciones de confianza que le permitan estabilizar su moneda. Una vez que ambos países se estabilicen, encarar la creación de una moneda común flotante. Y ése va a ser el momento de sentarse a negociar con Estados Unidos una moneda continental. Desde la fortaleza de la unión de la región se podrá negociar mejor.
–¿Está en condiciones Brasil de instrumentar la convertibilidad?
–Sí, con un cambio de 1,6 por dólar Brasil puede cubrir con sus reservas todo el circulante y los depósitos de los bancos en reales. Eso le permitiría recrear la confianza y bajar las tasas de interés.
–¿Hay ánimo en Brasil de avanzar en ese sentido?
–Cardoso espera que funcione este sistema de libre flotación, pero no descarta crear confianza con un sistema como el de Argentina. Lo que pasa es que él no lo puede anunciar. Lo que Brasil seguro va a rechazar es un plan Bonex, que sería un desastre.

 

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