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Por Marcelo Justo desde Londres La veintena de periodistas europeos y latinoamericanos no parecían interesados en otro tema. ¿Abandona Argentina su moneda, adopta el dólar, cuenta con la bendición estadounidense? En una conferencia de prensa en la embajada argentina en Londres, Roque Fernández intentó ayer apaciguar la fiebre indicando que la dolarización era un proyecto de dos a tres años sobre el que Estados Unidos todavía no dio ninguna reacción, ni positiva ni negativa. No eran las declaraciones que pocas horas antes había dado a la agencia Reuters otro miembro de la comitiva, el subsecretario de Finanzas, Miguel Kiguel, quien mencionaba un documento-plan sobre la dolarización que el equipo económico esperaba entregar al gobierno estadounidense en marzo. La BBC confirmó la noticia con la embajada argentina en Londres, pero cuando Página/12 le preguntó al ministro sobre dicho plan, Roque indicó que de eso no había nada. Nosotros vamos a darles tiempo a los funcionarios estadounidenses para que procesen las ideas que les hemos presentado y ver cómo reaccionan, señaló a Página/12 Roque Fernández. Esta no es una acción inmediata. Es algo que fue abierto a los medios y se discute en Argentina con mucha repercusión en el resto del mundo, agregó. El ministro llegó por la mañana procedente de Nueva York y se reunió en el curso de un día agitado con el ministro de Economía británico, el laborista Gordon Brown, el vicepresidente del Banco de Inglaterra, Mervyn King, y unas 80 personas representantes de distintos grupos de inversores, ante quienes delineó el típico panorama de economía argentina calma y en orden que se exhibe cuando hay tormenta. Como un mago que saca siempre el mismo conejo de la galera, Roque insistió ante unos y otros que Argentina no es Brasil, algo que viene repitiendo desde que en 1997 se desató el vendaval sobre el sistema financiero internacional, utilizando argumentos no muy diferentes de los que usó en 1995 Domingo Cavallo para asegurar ante audiencias similares que Argentina no era México. El plan de convertibilidad que exhibió el ministro para diferenciar a ambos países le sirvió también para explicar las razones que motivaron el plan de dolarización de la economía. Atribuyendo la convertibilidad a una inspiración colectiva, de la que él mismo formó parte, Roque Fernández indicó que la dolarización fue una de las alternativas que consideramos cuando discutimos el plan de convertibilidad en 1991. Según Roque, el presidente Menem volvió sobre esa idea previa a partir de la incertidumbre que generó la crisis brasileña. Bastante gente en Argentina miró la devaluación en Brasil y dijo, bueno esto es malo para Brasil, podría ocurrirnos, señaló a la prensa. La dolarización sería una alternativa a esta posibilidad que permitiría, según Roque, una reducción en las tasas de interés y en el riesgo país. También explicó que sin utilizar el término diferenciación porque es una palabra odiosa, los inversores perciben que las reformas estructurales siguen y que la solvencia fiscal de la Argentina está muy firme. El ministro negó que el presidente brasileño, Fernando Henrique Cardoso, hubiera tenido una reacción negativa a la adopción del dólar por la economía argentina. Según Fernández, contrario a lo reportado por la prensa, en las conversaciones de la cumbre argentino-brasileña el viernes pasado, el presidente Cardoso habría señalado a los argentinos que no tenían objeciones y que incluso lo considerarían en el futuro. Ante las insistentes preguntas de los periodistas sobre la cumbre, Roque discrepó con las críticas recibidas y destacó lo que se había logrado. Había subsidios brasileños a la exportación. Había dos restricciones, una sanitaria y otra financiera, para las exportaciones que se hicieran a Brasil. Todo esto que formaba parte de negociaciones de cuatro años fueron eliminados en un solo día, indicó Fernández. Volviendo al tema principal de la jornada, Página/12 le refirió las declaraciones de Miguel Kiguel reproducidas por Reuters y la BBC: ¿hay un plan de dolarización que se va a presentar a Estados Unidos en marzo? No. Nosotros tenemos permanentemente reuniones por muchos motivos y cada tanto se puede tocar el tema. Pero no hay agendado un cronograma de trabajo ni fecha de presentación de informes. No vamos a rescatar el peso forzando la introducción del dólar, ni vamos a forzar al sector privado a que use una moneda distinta de la que está usando, señaló Fernández.
SOROS DEFENDIO A SU EX EMPLEADO, ARMINIO FRAGA Me
enteré de la designación de Arminio Fraga el 1º de febrero (el mismo día que se hizo
público el nombramiento) mientras estaba en Davos participando del foro económico. Hasta
ese momento no tenía ni idea de que Arminio estaba siendo sondeado o que había sido
nombrado para presidente del Banco Central. De esta manera, el financista George
Soros se desentendió de las sospechas, luego relativizadas, que a principios de semana
lanzó el economista estadounidense Paul Krugman. En esa denuncia, Krugman había
insinuado que Fraga reveló información confidencial sobre la economía brasileña a
Soros, su ex jefe, para que éste hiciera buenos negocios.
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