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Aunque usted no lo crea, esta noche toca Creedence en Obras

La banda que lideran el bajista y el baterista de “aquella formación” que vendió 120 millones de discos vuelve a Buenos Aires “por pedido del público”.

He aquí la formación de Creedence Clearwater Revisited.
Con los hermanos Fogerty eran Creedence Clearwater Revival.

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Por F.D.

t.gif (862 bytes) La banda que hace treinta años inundó de hits el mercado internacional de música pop (vendió más de 120 millones de discos) con el nombre de Creedence Clearwater Revival, resucitó y se hizo llamar Creedence Clearwater Revisited. El cambio de nombre, imperceptible para algún desprevenido, esconde una modificación sustancial: ya no están en el grupo los hermanos Fogerty. En lugar de John, cantante, guitarrista y cerebro musical de la banda, hay un tal John Tristao, que parece tan consustanciado con el asunto que hay quienes opinan que Fogerty lo imita muy bien. Como nadie quiere canciones nuevas (con clásicos como “Proud Mary”, “Suzie Q” y “Travelin’band” entre muchos otros, parece suficiente) y el actual cantante tiene la misma voz que el histórico, entonces los shows de Creedence, treinta años después, siguen siendo una fiesta. Buenos Aires fue testigo de ello hace cuatro meses, y esta noche habrá revancha en el mismo estadio Obras. Stu Cook, sobreviviente de los tiempos de gloria junto con el batero Doug “Cosmo” Clifford, considera, en una entrevista concedida a Página/12, que “somos privilegiados. La mayoría de las personas no tienen la oportunidad de volver atrás y hacer nuevamente lo que hicieron hace 25 o 30 años. Así que déjenme disfrutar cada minuto de estos que estoy viviendo”.
Pasaron cuatro meses, pero mucho no se acuerda de Buenos Aires: “Hicimos un par de compras en una peatonal que estaba llena de gente, y nos fuimos. Yo me compré una camisa de seda muy linda. Ah, y comimos muchas hamburguesas con queso y papas fritas, así que parecía que estábamos en nuestras casas. Ese parece que es el camino del mundo de hoy...”.
–Es difícil imaginar a Creedence sin John Fogerty. ¿Cómo hacen ustedes?
–Bueno, en principio, cuando decidimos volver a tocar esta música nuevamente, Doug y yo le preguntamos a John si le gustaría sumarse. Y el dijo que no, que no estaba interesado en tocar con nosotros y que estaba trabajando un álbum solista en ese momento. Es una larga y desgraciada historia la de Creedence desde que rompió la banda. John no quiere tocar con Doug o conmigo nunca más. Con su hermano también había tenido problemas. John no lo dejaba contribuir con el grupo. Fue muy injusto con él. Lo relegó. Tom era un buen cantante, pero John no quería compartir el éxito.
–En la Argentina, quienes quieren y quienes no quieren a Creedence dicen que es una banda “para motociclistas y camioneros”. ¿En Estados Unidos es igual?
–Sí, seguro. Pero también es una banda para enamorados, una banda para bailarines, para soldados. Una de las cosas maravillosas que tiene la música de Creedence es que sirve para casi todos.
–Es probable que sólo por nostalgia o por dinero una banda vuelve a reunirse después de 25 años. ¿Qué piensa Creedence de esto?
–En nuestro caso ninguna de las dos razones son ciertas. Doug y yo nos juntamos porque nos queremos, y queríamos tocar música juntos. Y nos preguntamos ¿que mejor música tocar que la música que ayudamos a hacerse famosa hace treinta años?. Y también porque los fans habían estado pidiendo esta música durante 30 años y John Fogerty se había negado a tocar estas canciones, y nosotros pensamos que eso era injusto para los fans y entonces en 1995, cuando empezamos a tocar las canciones, éramos los únicos miembros originales que jamás habían tocado esas canciones desde que la banda se disolvió.
–Más allá de lo divertido del retorno y de la experiencia que evidentemente tienen, ¿hay alguna otra cosa que hayan cambiado?
–No, ¿por qué habríamos de cambiar algo? Nos contratan para que no cambiemos.

 

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