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Por Carlos Rodríguez Como si sus reacciones hubieran sido afectadas por el prolongado corte de luz, el Gobierno nacional recién ayer en el quinto día de oscuridad comenzó a mover el engranaje burocrático tendiente a poner en jaque a la firma Edesur. Con ese estilo opositor al que suele apelar en situaciones límite, el vicepresidente Carlos Ruckauf le apuntó a la empresa: Edesur ha demostrado que no está en condiciones de brindar un servicio esencial, dijo en la Casa de Gobierno, donde se realizó una minirreunión de gabinete convocada para analizar el caos que reina en Buenos Aires. Ruckauf propició el cese de la concesión, pero el jefe de Gabinete, Jorge Rodríguez, sólo amenazó con aplicar las sanciones de mayor rigor que permita la ley. Horas después se puso en marcha el proceso legal, previsto en el contrato, que podría llevar a la rescisión: Edesur fue intimada a reestablecer el servicio en la zona afectada antes de las veinticuatro horas de ayer, algo imposible de cumplir. El segundo del Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE), Alberto Devoto, admitió que a pesar de la andanada verbal: Se está muy lejos de la rescisión. La firma Edesur, cuya sede central permaneció cerrada, fue allanada por la Justicia, y terminó como blanco de las manifestaciones ver página 6-, dijo que el número de afectados bajó de 55.000 a 48.000, anunció que había donado a Defensa Civil 760 mil litros de agua mineral para que las víctimas del corte empujen el mal trago y habló de expertos provenientes de empresas especializadas locales y extranjeras que trabajan para solucionar el grave problema. Eso sí, a diferencia de comunicados anteriores, ni siquiera aventuró cuándo podría quedar superada la gravísima emergencia. Anoche, más de 200 mil personas continuaban a oscuras por quinta jornada consecutiva. El secretario de Energía, César Mac Karthy, sostuvo luego de la reunión de gabinete que el Gobierno piensa llegar hasta las últimas consecuencias en la sanción contra Edesur y negó que las autoridades nacionales hayan tenido una reacción tardía. Sin embargo, recién ayer, a sugerencia del minigabinete, el secretario de Energía pidió al ENRE que intime a la empresa. En una conferencia de prensa realizada el martes, Mac Karthy prometió que el mecanismo iba a ser accionado de inmediato. Devoto, por su parte, reiteró que para poder rescindir el contrato es necesario que, en el término de un año, el Estado le aplique a Edesur multas equivalentes al 20 por ciento del total de utilidades anuales, que llegan a los 1000 millones de pesos. Hasta ahora estaríamos en multas de 3,1 millones de pesos y esa suma está muy lejos de la rescisión. El diputado radical Rodolfo Terragno (ver aparte) advirtió sobre los apresuramientos que podrían derivar, en el futuro, en una demanda de Edesur al Estado reclamando una indemnización fenomenal. El encuentro de ministros y secretarios de Estado en la Casa Rosada intentó mostrar ante la sociedad que el Ejecutivo se pondrá al frente de la emergencia mediante un operativo de asistencia a los perjudicados por apagón. El presidente Carlos Menem no quiere que el proceso privatizador, que suele enarbolar como uno los éxitos de su gestión, se le vuelva en contra. No podemos seguir creyendo en las promesas de la empresa, argumentaron los voceros del gobierno. Menem tiene fresca en su memoria la secuencia de apagones que precedieron a la salida anticipada del entonces presidente Raúl Alfonsín. En la Cámara de Diputados, el bloque oficialista que lidera Humberto Roggero citó a los directivos de Edesur y a los responsables del Enre para que el martes, a las 17, expliquen las razones del apagón. También solicitará que la Auditoría General de la Nación determine si la empresa de servicio eléctrico cumplió en tiempo y forma con el plan de inversiones que exigían los pliegos de la privatización. Los diputados quieren que la Auditoría también investigue al Enre, sospechado de no cumplir debidamente su tarea de control. Como la cosa estaba abierta para todos, el gobernador Eduardo Duhalde pidió medidas muy fuertes contra Edesur y hasta habló de una posible intervención de la empresa, aunque el giro careció de eco entre las autoridades nacionales. Tampoco se privó el Procurador General de la Nación, Nicolás Becerra, quien pidió a la Fiscalía de Investigaciones Administrativas que analice las conductas de los responsables de Edesur porque su conducta es investigable como cualquier conducta administrativa al ser responsable de un servicio público esencial. Según Becerra, la Fiscalía debe abocarse de inmediato a la investigación y denunciar ante la Justicia competente los hechos que sean considerados delitos que correspondan a los cortes de servicio de energía eléctrica en la ciudad de Buenos Aires y en el conurbano. Juan Pablo Baylac, vicepresidente de la Comisión Bicameral de Seguimiento de las Privatizaciones, también habló de delito. El hecho ocurrido en la subestación de Edesur, no fue un accidente sino un acto de inconsciencia e irresponsabilidad, sostuvo el diputado de la Alianza, quien reclamó al Enre que investigue si es verdad que la empresa utilizó material fatigado o usado en la dependencia que se incendió. Para el legislador las empresas y los concesionarios de los servicios públicos tienen la obligación de brindar el servicio con calidad a tasas justas y razonables, pero si su ineficiencia las pone cerca del delito, deben indemnizar al usuario y abandonar dicha concesión.
RODOLFO TERRAGNO EXPLICA LA POSTURA DE LA
ALIANZA Por C. R.
ALLANAMIENTO EN EDESUR Y EL ENRE Por A. M.
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