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![]() Si los serbios están fanfarroneando comentó exasperado un diplomático estadounidense están haciendo un buen trabajo. En efecto, la negativa categórica de Belgrado a permitir el despliegue de una fuerza militar internacional en Kosovo parecía ayer condenar al fracaso a la cumbre en Rambouillet. El canciller británico Robin Cook concedió que lograr un acuerdo antes del vencimiento del plazo parecía muy difícil, en tanto que la secretaria de Estado norteamericana Madeleine Albright declaró sin rodeos que si no hay acuerdo se debe a la intransigencia serbia, que puede esperar ataques aéreos de la OTAN. Asimismo, un encuentro entre el presidente francés Jacques Chirac y su par estadounidense Bill Clinton afianzó aún más la voluntad de usar la opción militar. Estamos unidos en nuestra determinación de usar la fuerza, afirmó Clinton, quien consideró un error darle una extensión del plazo a Serbia. Más llanamente, Chirac afirmó que existe un consenso sin reservas sobre este aspecto y que Milosevic debe elegir el camino de la sensatez y no la guerra. Estas amenazas e intimaciones no sólo no hicieron a Serbia más conciliatoria en las negociaciones, sino que provocaron una violenta y combativa respuesta del presidente Milosevic. Además de su desafiante negativa a entregar a Kosovo, el presidente advirtió que las amenazas de bombardear nuestro país si no permite la ocupación extranjera de parte de su territorio deben ser una advertencia para todos los hombres que aman la paz y la libertad. Asimismo Milosevic rehusó reunirse con el mediador norteamericano Christopher Hill, afirmando que su presencia en Belgrado constituía una ofensa. Hill, sin embargo, fue recibido por el canciller yugoslavo Zivadin Jovanovic pero regresó a París con las manos vacías. ¿Esto significa guerra? No al minuto después de las 8 AM, pero si Serbia no retrocede, será muy pronto. Fuentes de la OTAN afirmaron que un ataque se produciría 48 horas después del fin del plazo, y el plan de acción está listo. La fase inicial será una ola de misiles crucero estadounidenses dirigidos contra posiciones antiaéreas serbias, para hacer posible una segunda fase de ataques aéreos convencionales. Si Milosevic sigue intransigente después de esta primera andanada, entrarán los aviones de la OTAN para atacar las instalaciones, carros blindados y tanques del ejército serbio en Kosovo. La fuerza de ataque consiste en cerca de 430 aviones de combate, con 260 de ellos respondiendo a las órdenes del Pentágono. En Serbia, el ejército declaró que estaba preparado para defender la patria, sobre todo Kosovo, pero la principal esperanza de los serbios se deposita en nuestro aliado ruso, y de hecho es posible que Moscú logre interferir con los arreglos de la Alianza Atlántica. Ayer el canciller Igor Ivanov afirmó que aunque se oponían al uso de la fuerza cuando no se han agotado todos los medios diplomáticos, Moscú no descartaba participar de la fuerza internacional de paz en Kosovo. Una presencia rusa junto alcontingente europeo efectivamente aislaría diplomáticamente a Milosevic, y sería una enorme tentación para que la OTAN no presione justo ahora el gatillo. Más demora, sin embargo, no les caerá bien a los separatistas del Ejército de Liberación de Kosovo (ECK) que ayer se manifestaron hartos de conceder todo mientras Serbia no cede nada, y que se resiste a la idea de la autonomía limitada que impone el plan europeo.
UN MUERTO Y MILES DE DETENIDOS EN VARIAS
CIUDADES
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