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Por Cecilia Sosa Recién salidos del colegio secundario, los estudiantes que llegan a la Facultad de Ciencias Económicas (UBA) se enfrentan con materias como Algebra y Análisis Matemático. Y muchos no salen ilesos. Para curar espantos y evitar éxodos masivos, el centro de estudiantes creó un curso optativo de Matemática dirigido a todos los ingresantes en el primer año de las carreras que dicta Ciencias Económicas. Las clases, gratuitas y a cargo de docentes de la facultad, cosecharon un éxito rotundo: de los 9 mil alumnos que se estima ingresarán en marzo, 3220 colmaron las aulas con lápiz y papel en mano. En diálogo con Página/12, el decano Juan Carlos Chervatín reconoció que hay una deficiencia muy importante en la formación que traen los estudiantes del secundario. Por eso, resulta necesario instrumentar un curso de nivelación. Media hora antes del inicio del curso, en la planta baja de la facultad más poblada de América latina (con sus 60 mil alumnos), un aula está casi repleta. Alrededor de 150 rostros se apiñan en los bancos de madera. Promedian los 18 años y es su primera experiencia en un aula universitaria. Cuando me inscribí en la carrera de Administración de Empresas, todos me dijeron que matemática era filtro. Y me asusté. Esta es mi tercera clase y, por ahora, voy entendiendo todo. Pero vamos a mil, cuenta Diego Cercone. Al lado suyo, Nicolás Porta confiesa: Me anoté para no empezar en bolas primer año. Mi base no era buena y la verdad es que estas clases no tienen desperdicio. Cada vez vengo más temprano para ocupar lugar. El primer día había gente parada. Para Silvina Rosano, de 17 años, todo es inquietud. Aunque del secundario no me puedo quejar, tengo miedo. Me preocupa que todo sea muy difícil. Además, ésta es mi primera clase, dice mientras indaga cómo hacer para inscribirse. Matemática es la materia que deja más gente afuera confirma el decano. El nivel del secundario está muy deteriorado y, además, los alumnos que llegan a Ciencias Económicas vienen con formaciones muy diferentes: desde bachilleres hasta técnicos. Resulta fundamental instrumentar un sistema de nivelación, dice Chervatín. Pero advierte: No es un problema de sobreexigencia. Los conocimientos que requiere la facultad son los normales, los mismos que pide cualquier universidad del mundo. De todos modos, la afluencia de chicos al curso de apoyo resultó tan masiva que sorprendió a los organizadores. Calculábamos que vendrían alrededor de 350 y habíamos reservado tres aulas. Pero cuando llegaron más de tres mil, tuvimos que correr a buscar más, cuenta Emiliano Yacobitti, presidente del centro, que está en manos de la Alianza. Después de que, en 1997, Ciencias Económicas aplicó la reforma impulsada por la UBA y eliminó el CBC, el pasaje del secundario al ciclo general de todas las carreras se produce sin mediación alguna. En primer año, temas como matrices, derivadas e integrales se dan por sabidos. Y, en realidad, aunque figura en los programas del secundario, los chicos llegan sin saber nada dice Yacobitti. Por eso, y como son tantos los que se atrasan o tienen que buscar profesores particulares, organizamos el curso. El Departamento de Matemática de la facultad se encargó del resto: sus docentes elaboraron un diagnóstico de las dificultades más comunes que encuentran los alumnos cuando ingresan y de allí surgió el plan de estudios del cursillo, que incluye ocho módulos repartidos en un mes de clases. En los ocho encuentros vemos lo básico de Matemática que los estudiantes necesitan para las carreras de la facultad, asegura Gustavo Zorzoli, secretario del área. Y agrega: Elegimos a quince docentes que tienen experiencia en dar clases en el secundario, para que el cambio no fuera tan violento para los chicos. Los profesores reciben un sueldo equivalente a un mes del ciclo lectivo habitual, con billetes provenientes de las arcas del centro estudiantil. Recaudamos dinero con la venta de apuntes y nos pareció que era bueno invertirlo en los estudiantes querecién empiezan. También es una forma de acercarlos a participar en el centro, confiesa Yacobitti. Ahora, en la sede central de Ciencias Económicas, en Córdoba 2122, están funcionando 25 comisiones diferentes. Las clases duran dos horas y se dan dos veces por semana. Las opciones son: martes y jueves o miércoles y viernes, de 7 a 9, 9 a 11, 17 a 19, o 19 a 21. A pesar de que el curso ya empezó, las puertas siguen abiertas para los que quieran sumarse. Los interesados pueden ir al local del centro, en la facultad, o llamar al 4371-5055.
EL GREMIO DOCENTE DENUNCIO PERSECUCION
IDEOLOGICA Tras
inaugurar hace dos meses una Ciudad Universitaria que costó 60 millones de pesos, la
Universidad de La Rioja (UNLaR) redujo los cargos y despidió a cerca de 50 profesores, la
mayoría de ellos integrantes de la oposición al rector justicialista Enrique Tello
Roldán, según denunció la secretaria general del gremio docente, Estela Cruz:
Esto es parte de una persecución ideológica, aseguró.
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