Por Pablo Ferreira
A esta empresa la
ciudad le ha quedado grande, como mínimo hay una actitud negligente. La
definición, brindada ante Página/12, pertenece al titular del Ente Nacional Regulador de
la Electricidad (ENRE), Juan Legisa. Al igual que Edesur, el organismo que preside
recibió severos cuestionamientos en torno al masivo apagón porteño. Pero la
contundencia del desastre parece haber operado un cambio en la postura del ente de
control. Es que el corte del suministro eléctrico que viene causando estragos desde hace
una semana en Buenos Aires aún sigue sin ser solucionado. Incluso el compromiso de la
empresa de dar por terminada la emergencia el próximo miércoles es puesta en duda por el
propio ENRE. Además, según Legisa, las multas y la avalancha de juicios que se
desencadenarán ponen en fuerte riesgo la solvencia de la empresa. Hay dudas de que los
damnificados no terminen por eso mismo pagando los platos rotos. La gravísima situación
coloca a Edesur al filo de la pérdida de la concesión. El ENRE está dispuesto, por otra
parte, a meter mano en la composición accionaria de las distribuidoras si se prueba que
se cruzan los mismos socios.
¿Por qué Edesur no pudo evitar una caída del servicio que dejó 150 mil
habitantes de Buenos Aires sin luz, sin agua y sin servicios de emergencia generando
daños irreparables?
Lo que ocurre, en primer lugar, es que esta empresa carece de medios. El grueso de
los 100 grupos generadores que están operando en la ciudad, por caso, fueron aportados
por instituciones estatales y civiles, y no por Edesur. Pero, lo más grave es que no
tenían un plan de contingencia que previera otras alternativas ante una falla como ésta.
¿Cómo pudieron destruirse al mismo tiempo el cable maestro y el alternativo, que
debía canalizar la energía en caso de interrupción del primero?
Hubo, según nuestro peritos, como mínimo una actitud negligente por parte de
Edesur. Yo lo califico de idiotez. No es un problema de inversiones. Acá dejaron sin
supervisión la estación Azopardo. No se puede confiar en que el equipamiento sea
comandado a distancia. Es algo que debe preverse. Si hubiera habido en la instalación una
sola persona de nivel técnico esto no hubiera llegado a lo que llegó. Ante el primer
síntoma del problema, humo, etcétera, hubiera podido intervenir de inmediato.
¿Está diciendo que las empresas concesionarias no sirven?
A las empresas les ha quedado grande la ciudad. Además, su capacidad de gestión se
ha debilitado porque en los últimos años expandieron su actividad a otros países
latinoamericanos. Esto no es como envasar gaseosas, es un servicio público monopólico,
algo evidentemente muy distinto.
¿Qué sugiere hacer entonces con los dueños de Edesur?
Lo que yo digo es que hay que tener empresas de primer nivel, como Electricité de
France, que en su país de origen son muchas veces más grandes que las que tenemos acá.
El ENRE le puso a Edesur el viernes último un plazo de cumplimiento, ya vencido sin
solucionar el problema, que conllevaba la caída del contrato de concesión. ¿Cómo va a
terminar este episodio?
Creo que las empresas va a quedar muy debilitadas con las multas que les hemos
impuesto, que son del orden de los 70 millones de pesos hasta ayer. Estas multas ponen en
peligro su capacidad patrimonial. Aunque creo que una parte de este costo se lo van a
pasar a los proveedores como es el caso de Pirelli. Pero, además, hay que tener en cuenta
otro problema adicional: ¿cómo van a hacer en el futuro para ir a un banco mostrando un
balance con pérdidas?
¿Cuánto estima que le costará a Edesur el desaguisado sumando las multas, los
gastos en que están incurriendo para solucionar la emergencia y los juicios por
indemnizaciones de particulares, comerciantes e industriales?
Si tomamos en cuenta una cifra estimativa, difícil de calcular ahora
fehacientemente, sus pérdidas pueden estar cerca del 20 por ciento de la facturación,
que en su último balance fueron de unos 950 millones de pesos. Es un límite que, aunque
no habilita la rescisión de la concesión que se refiere sólo al monto de las multas,
fue establecido porque supone la incapacidad de la empresa para continuar prestando en
condiciones adecuadas el servicio.
Parece algo más que una amenaza del Gobierno y del ENRE la de anular la concesión.
A partir de ahora, el Poder Ejecutivo va a mantener un monitoreo permanente sobre
esta empresa porque ya no resulta confiable. Y pienso que ningún gobierno va a estar
tranquilo respecto de la eficiencia de esta empresa. Por eso la alternativa que estudia
permanentemente el Ejecutivo es la anulación del contrato. La otra posibilidad es que la
propia empresa diga esto no va más e intente llegar a un acuerdo.
Se critica a su organismo permitir que los españoles de Endesa y Enersis controlen
la mitad de Edesur y, al mismo tiempo, manejen un 30 por ciento de Edenor.
Si determinamos que hay posición dominante en este sector vamos a tener que
obligarlos a vender parte de las acciones. Esto es algo que debemos empezar a hacer en
Argentina. Ninguna de estas compañías se va a sorprender, porque vienen de países donde
eso ocurre todos los días.
La Auditoría General de la Nación sacó un informe encañonando al ENRE, donde se
advertía sobre una serie de deficiencias en el cumplimiento de los servicios de Edesur.
¿Cómo explica esa situación?
La AGN me parece un organismo fundamental en un país democrático. También hay que
tener en cuenta que está en manos de la oposición. Esto, a veces, implica un uso
político entendible, pero puede aparejar la publicación de informes con dos años de
atraso, como ahora, para cubrirse ante las críticas.
Roque pide prudencia
Imprudentes, dijo el ministro de Economía Roque Fernández.
Se refería a los miembros del Gobierno que amenazan públicamente con quitar la
concesión a Edesur por los hasta ahora ocho días del masivo apagón que afectó a gran
parte de la ciudad. No es bueno salir a hablar ahora de quitar la concesión,
afirmó Fernández, en la denominada mesa chica de Economía, que integran los
principales colaboradores del ministro. El apagón fue el tema más importante de la
reunión realizada ayer a la tarde. Para Roque Fernández, ese tipo de declaraciones
pueden traer implicancias jurídicas, si no son solventes, pero también pueden impactar
en el resto de las compañías privatizadas. A la mañana, Fernández se había reunido
con César Mac Karthy, secretario de Energía, y Juan Legisa, titular del ENRE, a quienes
les reclamó un informe sobre todos los incumplimientos incurridos por la empresa
distribuidora de energía. |
REVISAN EN EL EXTERIOR LA CALIFICACION DE
EDESUR
La credibilidad en el tobogán
Por Claudio Zlotnik
El apagón impactará en
los balances de los grupos económicos que controlan Edesur: la española Endesa, la
chilena Enersis y el argentino Perez Companc. Si, tal como dejó trascender el Ente
Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE), la multa que deberá afrontar la
distribuidora se aproxima a los 70 millones de pesos, Perez Companc dejará de percibir
este año utilidades por 14 millones debido a que posee el 20 por ciento del paquete
accionario de la eléctrica. Tal situación no pasó inadvertida ayer en la Bolsa y la
acción de Perez cayó el 3,1 por ciento.
Pero el conflicto que Edesur mantiene con una porción de sus clientes no se limita al
recinto bursátil y se va amplificando al resto del mercado financiero. Standard &
Poors (S&P), una de las calificadoras más importantes del mundo, acaba de
colocar bajo revisión, con perspectiva a una degradación, la nota otorgada a la
distribuidora eléctrica. Esto significa que el apagón no pasará inadvertido para los
operadores internacionales. Al contrario, en la evaluación de los inversores, el trauma
financiero que la empresa tendrá cuando deba resarcir a los clientes damnificados la hace
menos confiable.
La revisión con perspectivas negativas de la calificación refleja la incertidumbre
generada por la magnitud de las multas que aplicará el Gobierno y los juicios que deberá
soportar la empresa como resultado del serio apagón que afecta seriamente a una parte de
Buenos Aires. Y que, incluso, podría llegar a que el Gobierno revoque su licencia,
señaló S&P en un comunicado fechado en su casa central de Nueva York.
Edesur lleva lanzados al mercado 150 millones de dólares en Obligaciones Negociables
(títulos de deuda), que vencen el año que viene, de un programa de endeudamiento lanzado
el año pasado por un total de 450 millones. Fue a ese plan que S&P le otorgó la
calificación AA+ (doble A más, la segunda más alta en la escala en el plano local) y
BBB- (triple B menos) en el plano internacional. En este último caso, la nota es la misma
que la otorgada a los bonos de deuda emitidos por el Gobierno en pesos. Pero las
perspectivas positivas que ostentaba Edesur hasta hace ocho días se esfumaron no bien
estalló el incendio en la subestación Azopardo.
Hasta el apagón, la compañía era financieramente muy sólida. Su nivel de
endeudamiento era bajo y sus ganancias muy buenas. Pero las multas que deberá pagar y los
eventuales juicios que le hagan los usuarios afectados colocan a Edesur bajo incertidumbre
económica, aunque el impacto final recién se conocerá el día que se solucionen los
problemas y las autoridades den a conocer la sentencia, comentó a Página/12 Sergio
Fornero, director de S&P.
Consciente del traspié económico que deberá soportar la compañía, su gerente general,
Jaime Manzano Tagle, envió ayer al mediodía una carta a la Bolsa en la cual admitió que
por el apagón la sociedad podrá verse afectada por la imposición de penalidades
relevantes.
Desde que se hizo cargo de la distribución eléctrica en la zona sur y centro de la
Capital y en el sudeste del Gran Buenos Aires, en setiembre de 1992, las ganancias de
Edesur fueron mejorando con el transcurso del tiempo. De los 65 millones de pesos que
perdió en el 93 pasó a ganar 67 millones en el 97 y a aproximadamente 95
millones el año pasado. Pero esta última cifra engorda hasta 220 millones si se cuenta
también el capital que desvió para cubrir amortizaciones. La empresa posee activos por
1500 millones de dólares.
Si en total la multa se estableciera en 70 u 80 millones de dólares, Edesur podría
salir indemne del incidente; las inversiones más importantes ya las realizó y, en todo
caso, deberá aguardar más tiempo para apreciar el retorno efectivo de esas inversiones.
Pero la situación se complicaría si le quitan la licencia para operar. En ese caso, no
me gustaría tener en mi poder títulos de deuda de la empresa, comentó a este
diario un conocido operador de la city. Otra valla que deberá afrontar Edesur es la
inminente desregulación del mercado eléctrico, previsto para el año que viene. De
concretarse, la compañía debería rebajar sus costos para llegar a precios más bajos a
los clientes, quienes podrían optar por abastecerse directamente del mercado mayorista
eludiendo sus servicios.
Otra promesa empresaria y muy pocas
explicaciones
Edesur asegura que mañana ya no
habrá afectados por el corte. Ayer, los damnificados fueron 25.000 y hoy se estima que
habrá 15.000. La empresa eludió pronunciarse sobre las sanciones.
Martini: La empresa
tiene capacidad económica para hacer frente a la sanción. Va a hacerse responsable de lo
que legalmente corresponda. |
La empresa trabaja contra reloj en el
by pass para llevar energía a las zonas afectadas.
En una reunión de prensa, sus responsables contestaron con evasivas toda
alusión a las sanciones. |
En un
nuevo desafío a la credibilidad popular, la empresa Edesur anunció que mañana
todos los clientes afectados por el corte tendrán suministro de energía en forma
normal. En una conferencia de prensa, funcionarios de la distribuidora de
electricidad eludieron cualquier tipo de información seria sobre las causas del desastre
que dejó sin luz durante ocho días a buena parte de Buenos Aires. Además, respondieron
con evasivas toda alusión a la dura sanción anunciada por el ente regulador, así como a
los resarcimientos por daños y perjuicios que reclaman los damnificados.
Los responsables de Edesur admitieron el fracaso en el intento de reparación de la
subestación Azopardo, donde se originó el desperfecto, y explicaron cuáles son las dos
vías por las que la empresa busca abastecer la zona afectada:
Conectar las
tres subestaciones afectadas (Once, Pozos e Independencia) a la red de alta tensión
proveniente de la Central Puerto, mediante un by pass que saltea la subestación Azopardo.
Reducir la
cantidad de familias afectadas mediante la vinculación de las zonas afectadas con
subestaciones adyacentes y la utilización de grupos electrógenos aportados por la
Secretaría de Energía.
El gerente de Transmisión, Fernando Manzione, y el director comercial, Juan Camilo
Olavarría, dijeron que estos trabajos permitieron reducir el número de 150.000
afectados, el lunes 15 primer día del corte a unos 25.000 en el día de ayer.
Según Edesur, el número de usuarios sin luz volverá a reducirse hoy a 15.000. El
gerente de Relaciones Institucionales, Daniel Martini, admitió que el tiempo de
reparación del desperfecto excedió todos los tiempos razonables, y volvió a
pedir disculpas a los afectados.
No hemos sido notificados de ninguna sanción, se atajó el director de
Recursos Humanos, Héctor Ruiz Moreno, cuando se le preguntó cuál será la actitud de la
empresa ante la multa estimada en más de 70 millones de pesos, aplicada por el ENRE.
Recién ante la insistencia de los periodistas, Martini afirmó que la empresa tiene
la capacidad económica suficiente para hacer frente a la sanción, y aseguró que
Edesur va a hacerse responsable de lo que legalmente le corresponde.
Hay un mecanismo de resarcimiento automático, a través de las multas por
incumplimiento, que se aplicará mediante bonificaciones en las facturas. Todo lo demás
(las indemnizaciones por daños y perjuicios) no son motivo de análisis en la compañía.
Nuestra prioridad es reestablecer el servicio, dijo Martini, como una forma de
eludir el espinoso tema.
Ninguno de los cinco funcionarios de la empresa quiso referirse a la posible pérdida de
la concesión, una hipótesis sobre la que se trabaja en el ENRE y la Secretaría de
Energía. Es una presunción sobre la que no tenemos ningún tipo de
notificación, dijo, cortante, Ruiz Moreno.
Con respecto a las causas del incidente, la empresa insistió con la hipótesis de la
falla en los materiales, aunque eludió dar precisiones.
Si el problema fue con los materiales, ¿por qué la central no funcionó cuando se
hizo el cambio por materiales nuevos? preguntó Página/12
Se cambió el material, se hicieron las pruebas y volvió a fallar se limitó
a responder Fanzione.
¿Está seguro de que no hubo fallas en el diseño?
No. No hay fallas de diseño.
Edesur volvió a deslindar responsabilidad en la empresa subcontratista Pirelli Cables,
encargada además de proveer los materiales para las conexiones. La subestación Azopardo
inaugurada el 6 de enero último es una obra llave en mano que
Edesur encargó a la empresa contratista Alstom, la cual, a su vez, subcontrató a
Pirelli. Ante la emergencia, la empresa proveedora de cables debió importar técnicos y
equipos provenientes de Italia y de Brasil.
PRIMERAS CONCLUSIONES DE LOS PERITOS
Fallas en el sistema de seguridad
Por A.M y E.V.
Peritos judiciales, de la
Gendarmería, Bomberos y la Universidad Nacional de La Plata habrían llegado a la
conclusión de que el apagón más grande de la historia porteña se produjo por
fallas en el sistema de seguridad de la flamante subestación Azopardo,
inaugurada en enero e incendiada apenas entró en servicio, 15 de febrero último. Voceros
del ente regulador aseguraron a Página/12 que, según los informes preliminares, el
sistema no contaba con protección ignífuga (contra incendios), que hubiera permitido que
el fuego no se propague a toda la conexión. Si tenían sistema de extinción,
no funcionó, dijo a este diario la jueza federal María Romilda Servini de Cubría,
a cargo de la investigación del episodio. Las dos fuentes coinciden en que la conexión
se hizo por telecomando y que no había en el lugar personal de la empresa para
detectar el fuego.
La explosión y el incendio fueron en un túnel de 15 m por 6 de ancho y 3 de alto, por
donde circulan dos ternas de cables de alta tensión. La misión de la subestación era
conectar la Central Puerto proveedora mayorista de energía, con cables que llevan
220.000 voltios con las subestaciones Pozos, Once e Independencia, a las que
suministra 132.000 voltios.
Sobre la base de informes verbales de peritos de Gendarmería, Bomberos y del Consejo de
la Magistratura, Servini de Cubría arribó a la siguiente hipótesis: El domingo
14, a las 20.30, se energizaron los empalmes de cables nuevos con los viejos, sin darles
carga. A las 2.56 del lunes les dieron carga y a los 20 minutos saltó el empalme. Se
produjo un incendio que se propagó al resto de los cables a través del aceite
refrigerante, explicó la jueza a Página/12.
Según le explicaron los peritos, la subestación una obra llave en mano construida
por las empresas Alstom y Pirelli no estaba terminada, estaba en etapa de
ejecución. La jueza estima que el domingo previo al incidente ya se habría
producido una falla en la subestación.
De las dos ternas de cables, una es la principal y la otra es la conexión de emergencia,
que debe funcionar cuando salta la primera. Según fuentes del ENRE, la que estalló fue
la de emergencia. Quince minutos después de que se le dio energía se produjo la
falla, que ocasionó un incendio. No existía protección ignífuga, como una aislación
de arena que hubiera impedido que se propague el incendio, explicaron los ingenieros
de la Universidad de La Plata al ente regulador. Para los técnicos que continúan
haciendo los peritajes no hubo fallas en el diseño de la planta sino en el
sistema de seguridad.
Servini de Cubría explicó por qué habrían fracasado los cinco empalmes posteriores
para reconectar el servicio. Hasta el segundo intento, la empresa creía que se
trataba de una mala práctica de la cuadrilla que trabajó en el empalme. El tercer
intento lo hizo Pirelli, pero con 170.000 voltios en lugar de 220.000, pero volvió a
saltar. El cuarto lo hizo Edesur, con cables nuevos, y la falla persistió. El viernes,
Pirelli trajo expertos de Brasil e Italia, pero tampoco tuvo éxito. Entonces, decidieron
hacer el by pass, por afuera de la subestación.
Según voceros del ENRE, los fracasos en la reconexión pueden obedecer a que el
aceite de los cables ha quedado contaminado. El accidente no es común, pero
cuando ha ocurrido, fue necesario purgar los cables, extraerles todo el aceite e
incorporar otro. Eso va a llevar tiempo. Además aportó Servini de
Cubría los bomberos tiraron tanta agua que dificultaron los trabajos
posteriores.
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