OPINION
Dictadura energética
Por Pino Solanas * |
Es
inadmisible que al final del siglo XX, en lugar de haber fortalecido el derecho de toda
familia a gozar del beneficio de la energía, se haya otorgado a las empresas el derecho
de cortarles el servicio por el no pago de una factura. Más de 5000 familias del
conurbano y otras miles de otras partes sufrieron la pena del corte y, aún hoy, los
usuarios están obligados a pagar el interés usurario del 10 por ciento por un día de
mora en el pago de la factura. El estado de indefensión en que se encuentran los
ciudadanos frente a los cortes de corriente; las abusivas tarifas y el manejo autoritario
de Edesur son el resultado directo de las prerrogativas que el Gobierno le otorgó a
través de la ley 24.065/92, de marco regulatorio. La misma fue rechazada no sólo por la
oposición sino por algunos legisladores privatistas como Clérici.
Quien lea la ley o las principales resoluciones que salieron de la Secretaría de Energía
durante estos años tendrá la impresión de que fueron elaboradas por las consultoras de
las empresas y no por organismos de Estado. Se preguntará también la razón de tanto
ensañamiento contra el interés de la Nación y los usuarios. Durante mi permanencia en
la Comisión de Energía de la Cámara de Diputados pude constatar la soberbia y el
desprecio que el tándem Cavallo-Bastos tenía frente a la oposición y la permanente
burla a la Constitución y las
leyes. Jamás me contestaron las decenas de pedidos de informes sobre hechos gravísimos
relacionados con el petróleo, el gas, la electricidad o la CNEA y donde se
denunciaban muchos de los problemas que hicieron eclosión.
Quizás el drama sirva para anular la autoritaria concesión de Edesur e impulse la
modificación de la ley 24.065. Es imperioso democratizarla, incorporar a los usuarios al
ENRE y asegurar el derecho ciudadano a tener luz con tarifas acordes a sus ingresos.
Recordemos que en estos años de baja inflación, se permitió subir la tarifa en más de
un 50 por ciento y no se les obligó a bajarla cuando cayó un 25 por ciento al entrar en
funcionamiento Yacyretá. ¿Sabía usted que el precio de la energía eléctrica es hoy en
el mercado mayorista de 2,8 centavos el Kw? ¿Cuál es la razón entonces para que los
ciudadanos sigan soportando la dictadura de tarifas que oscilan entre 10 y 15 centavos el
Kw...? Por la misma lógica autoritaria que rigió la política energética de Menem:
asegurar el mayor beneficio a las empresas que, lejos de competir, terminan conformando
oligopolios. Ejemplo descarado de ello es el que constituyen las cuatro grandes petroleras
que dominan el mercado del país: a pesar de que el precio internacional del barril de
crudo hace meses bajó un 30 por ciento, las naftas aquí siguen siendo de las más caras
del mundo.
* Ex diputado nacional y autor del libro Yacyretá: Crónica de un despojo. |
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