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DUHALDE Y PALITO ANUNCIARON QUE ARMARAN UNA FORMULA CONJUNTA
¿Será Duhalde-Ortega o Eduardo-Palito?

Los dos precandidatos anunciaron que irán unidos a la interna y que aún no está resuelto cuál de los dos la encabezará. Pero queda claro que es Ortega quien cambió de bando y Duhalde, fortalecido, el que lidera el binomio.

Eduardo Duhalde y Ramón “Palito” Ortega unidos por una misma pasión, enfrentar al menemismo.

Por Felipe Yapur y Adrián H. Mouján

t.gif (862 bytes) El escenario elegido para sellar el frente justicialista antimenemista fue el hotel Alvear. Allí Eduardo Duhalde mostró su última incorporación: Ramón Ortega. Ambos precandidatos acordaron participar juntos en la interna del 11 de abril. El orden de la fórmula, esto es quién es candidato a presidente y quién a vice, dijeron, se determinará más adelante. Se resolverá por consenso, apelando a encuestas o dirimiéndolo en una interna. La presentación pretendió transmitir horizontalidad y paridad entre los candidatos. Pero la actitud eufórica de los duhaldistas y la templada de los orteguistas, sugería que la fórmula será, casi inexorablemente, Duhalde-Ortega. No sólo los duhaldistas lo leyeron así. En la Rosada también se interpretó la jugada como un avance del duhaldismo contra el menemismo. El Presidente inmediatamente llamó a sus colaboradores más cercanos a la Casa Rosada para analizar la estrategia a seguir (ver nota aparte).
Este no es el único golpe que el duhaldismo tiene preparado para el presidente Menem. Duhalde dijo ayer, casi como al pasar, que están estudiando la integración de listas para competir en los cargos partidarios, un espacio que hasta la semana pasada la gente del gobernador sostenía que carecía de importancia. Pero ahora parece dispuesto a una ofensiva en toda la línea.
–No seamos ingenuos, ustedes dijeron que la alianza no se hizo en contra de nadie. Pero, gobernador Duhalde, usted fue siempre atacado por el Presidente y a usted, senador Ortega, lo golpearon con la aparición de varios candidatos desde el menemismo. Entonces, ¿no estamos frente a una alianza antimenemista o anti re-reeleccionista? – preguntó Página/12 al flamante binomio.
–Esto lo dejamos para las especulaciones políticas o periodísticas. Pero el propio Menem dijo hace unos días que los candidatos debíamos llegar a un consenso, así que no hay que leer debajo del agua –respondió Duhalde que inmediatamente miró a su nuevo compañero para que realice su aporte. El senador tucumano optó por recordar que los equipos técnicos de ambos vienen reuniéndose desde hace tiempo para acordar las reglas con las que se jugaría en la interna, aunque se cuidó de atacar a su “antiguo” (lo era hace dos semanas) padrino político al asegurar que “es un absurdo pensar que hacemos esto en contra de Menem sino a favor del justicialismo”.
El acuerdo se selló en una habitación del hotel de Recoleta, pero el camino fue largo. Las constantes apariciones de posibles precandidatos presidenciales de Menem fueron limando la figura de Ortega aunque siempre iban dirigidas para “esmerilar” al gobernador bonaerense. El tucumano intentó mantener siempre un perfil bajo ante estas postulaciones y sólo respondió en diciembre pasado cuando dio el sí para que comiencen los encuentros de los equipos técnicos de ambos dirigentes para “fijar las reglas de la interna”. Hoy ese argumento suena más a un pretexto que a la realidad de los hechos. “Se cansó de que lo forrearan. Lleva dos años recorriendo el país, así que dijo basta”, fue el argumento que esgrimió un operador orteguista.
Otro dato que lanzó Duhalde y que demostró el neto corte antimenemista que tiene la alianza es la idea de conformar con dirigentes orteguistas listas para competir por la conducción del PJ a nivel nacional. “Ahora no descartamos nada”, aseguró a este diario un exultante operador del gobernador. Otra constante en las declaraciones de ambos candidatos fue la indiferencia a la eventual postulación de Carlos Reutemann. El propio Duhalde dijo, ante una consulta, que “somos los dos candidatos más aptos para ganarle a la Alianza” e inclusive sonrió y utilizó la ironía para minimizar el potencial peligro que representa Reutemann: “¡Uy tenemos un miedo bárbaro!, otra pregunta por favor”. El que también sonríe y está de parabienes es el vicepresidente Carlos Ruckauf. El sabe que hoy, cuando se reúna el plenario de la línea Duhalde Presidente, lo designarán como el precandidato a gobernador. Con el acuerdo, el orteguismo se sacó un problema de encima al acordar sumarse a la lista del duhaldismo: el presidente de la Cámara de Diputados Alberto Pierri. Por lo que los miembros del grupo Bauen se quedaron sin precandidato presidencial.
Pierri, ciertamente, es uno de los que más descolocados quedó en el vértigo de la interna peronista de estas dos semanas. Uno de sus allegados más cercanos aseguró que “Ortega se resignó a ser el número dos de Duhalde”. Una afirmación que sonó a despecho mientras esperan una señal de Menem para saber con quién alinearse en la disputa presidencial.
La próxima tarea de duhaldistas y orteguistas es acordar la agenda que incluirá visitas conjuntas a los distritos donde la Alianza está en paridad de fuerza con el PJ. Quienes recibirán un regalo serán el entrerriano Jorge Busti y el mendocino Arturo Lafalla, que serán los primeros en recibir al binomio. Un premio a los que colaboraron en formarlo (ver nota aparte). Habrá más gestos de buena voluntad: Duhalde invitó a Ortega a participar hoy, en la sede duhaldista, de un acto organizado por el senador santiagueño Omar Vaquir.

El Pato se quedó afuera
El diputado Fernando “Pato” Galmarini supo ser duhaldista. Después se pasó con armas y petates al menemismo, lo que lo llevó recientemente a ser orteguista. La reconciliación entre el gobernador Eduardo Duhalde y el senador Ramón Ortega lo dejó en una poco confortable situación política. Sin posibilidad de volver al duhaldismo y sin espacio para hacer política en la provincia de Buenos Aires. En diálogo con Página/12 aseguró que eso no le importa, que las idas y vueltas son habituales en el PJ. Y fue durísimo con Ortega.
–¿Cuál es su reacción ante la alianza entre Duhalde y Ortega?
–Ha sido un desacierto de Ramón Ortega. Lo que él hizo es candidatearse a vice de Duhalde, desconociendo todo lo que el Presidente de la Nación significó para él a lo largo de su vida política. Ortega es un desagradecido. Habla de la unidad del peronismo sin ningún derecho. La unidad del peronismo está preservada por los millones de militantes y no por una decisión de Ortega.
–¿Cuál cree que va a ser la reacción de Carlos Menem?
–El Presidente no va a tener ninguna reacción extemporánea, fuera de lo normal. Las idas y vuelas son parte de la vida política sobre todo dentro del peronismo. Pero que no quede ninguna duda que si la fórmula DuhaldeOrtega, que es la única posible, se llega a concretar, si hubiese una fórmula compuesta por Menem y cualquier otro compañero, les gana a los dos juntos.

 


 

Algunos dicen que Menem insulto a Palito, otros que le dijo “ingrato”
La cólera del compañero presidente

Por Diego Schurman

t.gif (862 bytes) Carlos Menem reaccionó con un fuerte insulto al enterarse del acuerdo alcanzado entre Ramón Ortega y Eduardo Duhalde. El Presidente escupió veneno ante un grupo de colaboradores, que reprodujeron la situación como un momento de suma tensión. Lo insultó con todas las letras según uno de los voceros de Casa Rosada, quien se sorprendió por ser ésta una reacción muy poco habitual en Menem. “Sí, sí está muy caliente, dice que Palito es un ingrato”, fue la versión más contemporizadora de otro de los voceros. El menemismo iniciará ahora una contraofensiva que incluirá la búsqueda de una nueva reelección y, en un par de semanas, el impulso de la precandidatura presidencial de Carlos Reutemann.
En la Casa Rosada reconocen que Ortega venía juntando bronca. Primero soportó las acusaciones de “vago” promovidas desde el Ministerio del Interior. Después comprendió que Menem en ningún momento lo bendeciría en público ni le aseguraría fondos para la campaña. Y finalmente, hace dos fines de semana, el propio Presidente, delante de sus narices, mencionó a Reutemann como posible competidor de la interna del PJ.
Desde la Casa Rosada recuerdan que fue Menem quien lanzó al ruedo a Ortega al nombrarlo secretario de Desarrollo Social. El mandatario también opinó –y en el PJ saben que sus opiniones son órdenes– que la banca del Senado por Tucumán debería ser ocupada por Palito, algo que finalmente ocurrió.
Menem insultó a Ortega hace una semana, cuando comenzaron a llegarle las versiones del acuerdo entre Palito y el gobernador bonaerense. Anoche, en un encuentro en la residencia de Olivos, el Presidente volvió a traslucir su enojo con quien se mencionaba su delfín.
El acuerdo Duhalde-Ortega modifica ahora el escenario político y es vox populi que la campaña re-reeleccionista se profundizará con el correr de las horas. “Es un desafío a Menem. Lo que hicieron Duhalde y Ortega no hace más que alentar la re-reelección.”
La estrategia incluye la postergación de la interna para definir el candidato a presidente, algo que los menemistas ya dan por hecho, y también la interna bonaerense. En este último caso se trata de una misión sumamente difícil aunque no imposible.
La jugada se completará con nuevas presentaciones judiciales. Se habló de una en Córdoba, a cargo del gobernador José Manuel De la Sota, que el apoderado del PJ local, Domingo Carbonetti, desmintió.
También se espera un fallo de la Corte sobre el pedido del flamante subsecretario de Asistencia Social, Roberto “Roby” Fernández, para habilitar a Menem a una nueva reelección. El dirigente justicialista presentó en el 98, mientras era interventor del PJ riojano, un recurso de amparo para que no se proscriba al Presidente de la posibilidad de un tercer período consecutivo.
Los reclamos para que Menem tenga otra oportunidad se escucharán nuevamente mañana, en Parque Norte, durante el Encuentro Nacional para la Victoria que organizó el secretario de Planeamiento Estratégico, Jorge Castro, y en el cual participará Roby Fernández.
Voceros oficiales dijeron que será un acto “todo para Menem” y que no se mencionará a Reutemann, el hombre que aparece ahora como el elegido del presidente. “Nos ocuparemos un par de semanas de la re-reelección y recién después, y de acuerdo a como nos vaya, volveremos con la alternativa Lole.”

 


 

LAFALLA Y BUSTI, DOS QUE FOGONEARON EL ACUERDO
Detrás de la escena, con perfil bajo

Por F.Y. y A.H.M.

t.gif (862 bytes) Satisfacción. Con el acuerdo entre Eduardo Duhalde y Ramón “Palito” Ortega, los gobernadores justicialistas de Mendoza y Entre Ríos alcanzaron, parafraseando al clásico de los Rolling Stones, el objetivo más buscado y eso les dejó un sabor dulce en la boca. Fueron fieles a su perfil bajo. Ningún mandatario provincial participó en la conferencia de prensa de los dos precandidatos. Pero la orejearon. Algunos la siguieron por televisión y otros atosigaron a sus colaboradores con pedidos de información fresca sobre la flamante alianza.
El mendocino Arturo Lafalla que recibió en su provincia a la ministra de Educación, Susana Decibe, y su par puntano, Adolfo Rodríguez Saa, habló con ambos precandidatos a la habitación del segundo piso del Hotel Alvear, donde se selló el acuerdo. Y después, le reclamó insistentemente a sus voceros que le alcanzaran los cables con las novedades de la conferencia de prensa.
Otro gobernador que llamó para felicitar a los integrantes del acuerdo fue el entrerriano Jorge Busti, quien se encontraba en la Capital Federal. Tampoco faltó el telefonazo del santacruceño Néstor Kirchner, aliado de Duhalde.
Busti y Lafalla fueron los gobernadores que más fogonearon y reclamaron la conformación de una alianza entre ambos precandidatos. Casi siempre en sordina, para evitar la furia del menemismo, los gobernadores de los principales distritos fueron allanando el camino para que Duhalde y Ortega se pusieran de acuerdo. Los ayudó el temperamento (y la decisión política) de ambos precandidatos, que evitaron dispararse con munición gruesa el tiempo que duró la campaña.
Otro trabajo, no menos difícil, que los gobernadores parecen haber cerrado exitosamente, fue el de arrancarle a Carlos Menem la fecha del 11 de abril como celebración de las internas. Esta es una de las razones por las cuales, todavía, los mandatarios provinciales se moverán con sumo cuidado para no exhibir un optimismo que pueda irritar al jefe de Estado.
Pero, tanto duhaldistas como orteguistas descartaban el seguro, aunque lento encolumnamiento de los gobernadores. El tucumano y el bonaerense reconocieron el rol de los gobernadores en el documento suscripto y en la conferencia de prensa posterior.

 

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