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El impacto de la crisis brasileña no sólo se siente en la industria, castigada por una profunda recesión, sino que está llegando también al consumo. En enero, las ventas en los supermercados se frenaron. La facturación de las cadenas aumentó en enero apenas un 0,7 por ciento (1131 millones de pesos) en comparación con el primer mes del 98. Y las perspectivas no son alentadoras. Consultados por el Indec, los empresarios del sector apostaron a que las ventas de febrero seguirán tan planchadas como las del mes anterior. No obstante, si se cumplen las expectativas de los supermercadistas, este mes arrojaría un aumento del 3,4 por ciento respecto de la facturación detectada en el mismo mes de 1998. La ralentización de las ventas en las cadenas continúa impactando en los volúmenes facturados por metro cuadrado. De 1,02 millón de pesos vendidos por metro cuadrado en diciembre del 97 se pasó a los 949.000 del último mes del año pasado. La persistente caída en lo que cada supermercado vende por metro cuadrado es una muestra clara del estancamiento por el que atraviesa el sector ya que evidencia que las ventas crecen a un ritmo inferior a la inauguración de nuevos locales. De hecho, la cantidad de establecimientos pasó de 837 a 909 a lo largo del año pasado, lo que determinó que la superficie de los salones aumentara un 15 por ciento en 1998 hasta un millón seiscientos mil metros cuadrados. A diferencia de lo que sucedió en los supermercados, las ventas en los shoppings continuaron su marcha ascendente en enero, al crecer 6,7 por ciento respecto del primer mes del 98, por un total de 126,8 millones de pesos. El mejor desempeño de los centros de compra tiene una explicación: en sus locales consume la franja de la población económicamente más acomodada, cuyas pautas de consumo no son tan sensibles a las repercusiones por la crisis en Brasil. También diferenciándose de lo que acontece en las cadenas de supermercados, en los 25 shoppings del área metropolitana el ritmo de crecimiento de ventas por metro cuadrado no se detiene: en diciembre llegó a 778 pesos, record para el sector. Indumentaria y calzado continuó siendo el rubro de mayor facturación, al concentrar casi la mitad del total, seguido de lejos por los productos electrónicos, con el 12 por ciento y por los patios de comida (11,3 por ciento). Pese a que en los últimos meses los shoppings llevaron la delantera respecto de los supermercados en cuanto al ritmo de crecimiento de las ventas, fueron estos últimos los que más personal contrataron. En el último semestre del 98, la cantidad de personal de los súper e hipermercados aumentó un 8,3 por ciento (de 83.645 a 90.626 personas), mientras que en los centros de compra la cantidad de asalariados se mantuvo constante en torno de las 1350 personas, salvo en diciembre. Las fiestas les dieron empleo a 1000 personas más. Paradójico es lo que sucede con las salas cinematográficas en los shoppings. De las 88 que existían a mediados del 98 pasaron a 126 el último mes del año. Pero, lejos de evidenciar un crecimiento explosivo del negocio, la cantidad de espectadores por sala cayó de 15.000 a 5750 entre julio y diciembre.
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