Por Adrián H. Mouján y Felipe Yapur
El justicialismo se
quedó nuevamente sin fecha de elecciones internas presidenciales. En una tensa reunión
del Consejo Nacional del partido el menemismo logró imponer su mayoría y postergar la
interna presidencial en desmedro de Eduardo Duhalde. El gobernador bonaerense sufrió otro
golpe, un rato antes del encuentro partidario, cuando el juez federal de La Plata Manuel
Blanco dispuso la suspensión de los comicios para elegir candidato a gobernador que se
iban a realizar el 11 de abril. Para los duhaldistas la dilatación en fijar la fecha
sólo prolonga la agonía del oficialismo que terminaría con un hecho inevitable: la
consagración del bonaerense como candidato del PJ. El menemismo, en cambio, celebró
haber obtenido más tiempo para alentar una re-reelección o, en su deferencia, permitirle
a Carlos Lole Reutemann llegar a la competencia en igualdad de condiciones.
El clima no fue el mejor en el cónclave partidario. Las tensiones entre duhaldistas y
menemistas llegaron a un pico tal que estuvo a punto de hacer fracasar el encuentro pero,
sobre el final, ambos mostraron un rasgo de cordura y acordaron manifestar su disenso en
sendas conferencias de prensa, pero sin agresiones. Tampoco ayudó el fallo del juez
Blanco que suspendió las internas por considerar que los plazos para llegar al 11 de
abril eran exiguos.
Ante un pedido de Antonio Cafiero, Alberto Pierri y César Arias, quienes objetan el
padrón partidario, Blanco consideró que por toda la documentación analizada, el
cronograma se realizó con exiguos plazos para la exhibición de los padrones provisorios,
la presentación de listas y las impugnaciones.
Precisamente, el escenario de la provincia de Buenos Aires fue el que utilizó el
menemismo como punta de lanza para tratar de doblarle el brazo al gobernador, por eso
abrió la reunión disparando contra los padrones partidarios de ese distrito y contra la
composición de la Junta Electoral. Además dejó en claro que su objetivo es que la
elección interna se concrete lo más tarde posible al proponer el 27 de junio como fecha.
La postura del menemismo era que ese día se celebren las internas para el candidato
presidencial, autoridades partidarias y para candidatos a gobernador en todas aquellas
provincias cuyo cronograma no fije la nominación del mandatario antes de ese día.
Obviamente, la respuesta de Duhalde fue negativa. En este punto es donde se bifurcan las
versiones de ambos lados. Mientras que desde La Plata aseguran que el gobernador reclamó
que las internas se efectuaran el 11 de abril, desde el menemismo señalaron: en
ningún momento el Cabezón habló del 11 de abril.
El menemismo embarró la cancha, caldeó los ánimos entre los consejeros bonaerenses y
estancó la discusión al plantar a la interna bonaerense en el centro de la discusión.
Arias y Cafiero aseguraron que existen numerosas irregularidades en el padrón de la
provincia, pero chocaron contra la ira del diputado Eduardo Caamaño, que les
respondió con un grito: déjense de romper las bolas con la provincia.
El menemismo retrucó con un pedido de intervención de la Junta Electoral provincial, por
considerar que su composición era desigual, que terminó por descarrilar el debate. Las
frases fuertes fueron y vinieron, hasta que alguien propuso un cuarto intermedio. Los
menemistas bajaron hasta el segundo piso del edificio de Matheu 130 y los duhaldistas
permanecieron en el tercer piso.
Cuando el calor agobiaba y la espera se hacía larga, Carlos Corach, Eduardo Menem,
Eduardo Bauzá y el pampeano Rubén Marín subieron al tercero en donde se encontraron con
Duhalde y su jefe de campaña, Alberto Iribarne. En esa mesa, chocaron nuevamente las
propuestas de diferentes fechas para las internas, pero ya en otro tono. En la
mini-reunión, acordaron reunirse a lo largo de esta semana para unificar propuestas y
convocar al Consejo para el jueves 4 de marzo. Duhalde dijo que acataríael fallo de
Blanco, que revisarían las recomendaciones del magistrado para concretar la interna
provincial en la segunda quincena de mayo. Pierri y Cafiero consiguieron otro lugar en la
Junta Electoral provincial en esa reunión.
Duhalde se retiró primero de la reunión y ante los periodistas manifestó que la
mayoría consideró que las elecciones nacionales no pueden realizarse el 11 de
abril, aunque dejó en claro su disidencia. Minutos después de que el gobernador
abandonara el salón, aparecieron Arias y Cafiero que explicaron su negativa a la
concreción de la interna nacional y provincial el 11 de abril. Tanto Duhalde como Cafiero
y Arias señalaron que se maneja la posibilidad de convocar a un Congreso Justicialista
para que ratifique el temario aprobado por el Consejo.
La reunión terminó como esos combates de boxeo en los que ambos púgiles levantan sus
brazos autoconsagrándose como ganadores. Los menemistas porque su férreo control del
partido les permitió ganar tiempo, que es de momento su principal objetivo. Los
duhaldistas porque están convencidos de que ya no habrá interna, que el menemismo no
tendrá un candidato que pueda enfrentar con éxito al gobernador bonaerense.
LOS DOS TRIUNFALISMOS |
Golpes
mediáticos
Esto es una barbaridad, confirman y postergan la fecha
de internas que ellos mismos impulsaron hace un año. Claramente lo que aquí se busca es
tiempo y favorecer a Menem o a su candidato, fue la definición de uno de los
asesores más cercanos a Eduardo Duhalde luego de que el menemismo impusiera en el Consejo
Nacional del PJ una postergación de las internas del 11 de abril.
Un detalle para tener en cuenta, la tranquilidad que lució Duhalde y su gente se basó en
que el cambio de fecha responde únicamente a la ausencia de alternativas que le
permitan a Menem lograr un nuevo mandato y ante la imposibilidad de encontrar un candidato
que responda a las necesidades del Presidente, como por ejemplo el propio Carlos
Reutemann y su interminable indecisión. Estos son pequeños golpes
mediáticos, indicó otro operador del gobernador, quien además señaló que
seguramente el menemismo volverá a poner piedras en el camino aunque no evitarán
que Duhalde sea presidente. |
Ganamos tiempo
Ganamos tiempo para Menem y para el
Lole. Así analizó el menemismo la reunión de ayer en el Consejo
Nacional Justicialista en donde se postergó la interna presidencial que estaba prevista
para el 11 de abril. La postergación de los comicios le sirve al menemismo para darle
aire a la última y definitiva intentona re-releccionista que apunta a presentar un
escrito ante la Corte Suprema.
La otra posibilidad que maneja el oficialismo es la de darle tiempo a Reutemann para
recorrer el país en campaña proselitista. La suspensión de los comicios le permite al
menemismo ir ganando días para satisfacer los reclamos de Reutemann. Esa tarea se apoya
en tres ejes: contener la fuga de gobernadores detrás del binomio Duhalde-Ortega, hacer
pie con Cafiero y Pierri en la provincia para arrancarle una buena porción de votos a los
duhaldistas e instalar al Lole en el electorado. Carlos Corach y Eduardo
Bauzá son quienes persiguen esos objetivos y además se encargan de auscultar los ánimos
entre los miembros de la Corte respecto a la re-re. |
Reutemann hace la plancha hasta que Menem se
defina
Lole cree que Menem está
dispuesto a sumarlo a una fórmula presidencial. Pero no está dispuesto a ser el muleto
del Presidente.
Carlos Alberto Reutemann sigue esperando
de buen humor pero en silencio las definiciones del Presidente.
El no está dispuesto a ser número dos de nadie, ni siquiera de Menem, dicen
sus operadores. |
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Por Pablo Feldman
El menemismo tiene
un plan pero nosotros no lo conocemos, confiesa a Página/12 uno de los principales
operadores de Carlos Reutemann. El Lole está en la casa desde antes de ayer, y
después del discurso del Presidente está más convencido que nunca que hay que esperar y
en silencio, completó el dirigente santafesino avalando la actitud de su jefe, que
el miércoles pasado prácticamente huyó de la Capital Federal horas antes del discurso
de Carlos Menem en Parque Norte.
La frase de Jorge Giorgetti publicada días pasados por este diario, el candidato
del PJ se llama Carlos, cobra cuerpo a partir de un plan que los reutemistas dicen
desconocer pero del que se habla en los pasillos del Senado y en la Casa de Gobierno. La
rereelección que paralizaría a Reutemann tiene, según una fuente ligada al
menemismo, un andamiaje jurídico-político que ya se ha puesto en marcha. Una fórmula
integrada por Carlos Menem y su tocayo Reutemann para disputar la interna que ya se sabe
no será el 11 de abril sería el primer paso que imaginan los menemistas, que
acompañarían el anuncio con la presentación de un recurso jurídicamente
sostenible en la provincia de Córdoba. Según el mismo plan, sin necesidad de que
la Corte Suprema se expidiera todavía se avanzaría en ese sentido. Si
el resultado de la interna fuera claramente favorable al menemismo, la re-re sería
imparable, relata la fuente, si no fueran muy abultados, ahí Menem
renunciaría en beneficio del Lole, completa el cuadro. Lo único que está
claro es que el menemismo va a hacer todo lo que haga falta para que Duhalde no sea
candidato, concluyó.
Nosotros sabemos que el menemismo tiene un plan, pero no nos lo contaron, dice
Jorge Giorgetti, quien no se sorprende del relato del plan hecho por un
dirigente vinculado con el gobierno nacional. Yo no sé si eso está pensado, pero
lo que puedo anticipar es que el Lole no es dos de nadie, ni siquiera de Menem,
advierte el operador reutemista. Si bien Giorgetti reconoce que la candidatura de su jefe
es inviable sin el aval del Presidente, presume que ser el candidato de
Menem puede servir para ganar la interna pero no una elección general.
Reutemann está calculando todo, no sólo la interna sino que va más allá, por eso
le gusta la alianza entre Duhalde y Palito, y por eso va a esperar a ver qué pasa con el
Presidente y su futuro político, dijo Giorgetti.
Sabemos que hubo reuniones en la casa de Carlos Corach, pero no qué se
habló, dice el legislador santafesino. Al parecer, el desfile de mandatarios
provinciales por el domicilio del titular de la cartera política tenía por objeto poner
al tanto a los gobernadores del plan que el menemismo desarrollará en los
próximos días.
Salvo Busti, quien ya fichó del otro lado, los demás están esperando que mueva el
Presidente, dijo un funcionario santafesino que llegó con Jorge Obeid a la Capital
Federal. El problema excede la interna peronista y si se fuerza la re-reelección se
entraría en un peligroso conflicto institucional, dijo el funcionario que aventuró
que los gobernadores no van a jugar en contra de Menem pero tampoco se van a pegar a
la rereelección; tal vez la salida sea que apoyen al candidato que Menem proponga, que no
puede ser otro que Reutemann.
El plan del menemismo no está escrito, se va escribiendo día por día, dice
la fuente. Del mismo modo, el plan de Reutemann es una saga del plan
menemista.
Por esa razón es que el ex piloto de Fórmula-1 no se pronunciará hasta que no lo haga
Menem. Por ahora seguirá haciendo la plancha según su propia
definición y haciendo campaña lejos de Duhalde y no tanto de Menem. La idea de ser
el muleto no lo entusiasma en absoluto.
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