Por Pablo Feldman
El presidente Carlos
Menem está dispuesto a no dar respiro a la Alianza ni a Eduardo Duhalde. Sigue sin decir
públicamente si irá por su re-releección pero cada día él y sus allegados añaden un
gesto en ese rumbo. Ayer quiso y no logró sumar a Carlos Reutemann a una
posible fórmula para disputar su interna, mientras sus operadores hacen pressing sobre la
Corte Suprema para habilitar judicialmente su principal ambición. La voluntad
presidencial y la hiperactividad de su entorno siguen intactas. Pero sigue siéndole
difícil sumar voluntades. Primero fue Ramón Ortega, que se negó a llevar a Alberto
Pierri en su lista y terminó con Duhalde. Ayer Reutemann se resistió a ser el muleto
menemista. La única alternativa que le queda al Presidente es andar el camino que
terminará en la Corte: el puntapié inicial lo dio José Manuel De la Sota con los dos
recursos que presentó su gente en la Justicia electoral cordobesa.
Ayer a la mañana Carlos Reutemann entró a la residencia de Olivos esquivando periodistas
para reunirse a solas con el presidente Carlos Menem durante 55 minutos. Allí, el senador
santafesino tuvo que sacar a relucir su muñeca para evitar desairar al jefe de Estado y a
la vez no quedar irremediablemente pegado a la embestida reeleccionista cuya
confirmación salió de la boca del propio Presidente. No voy a lanzar mi
precandidatura fue la respuesta del Lole al pedido de Menem para que confirmara que
competirá en la interna. Del mismo modo, Reutemann le ratificó al jefe de Estado su
decisión de no ser compañero de fórmula de nadie, y paralelamente le dejó
en claro que no sería obstáculo para una eventual postulación si es habilitado
constitucionalmente.
Reutemann, que volvió inmediatamente a Santa Fe, sin hacer declaraciones, meses atrás
había objetado el atajo jurídico que podría significar una resolución de
la Corte Suprema de Justicia que habilitara a Menem para un tercer período. Ahora, y en
lo que sus operadores definieron como correr por la cornisa, tratará de que
la operación re-re no lo salpique y la vez de no malquistarse con el
menemismo del que parece ser el heredero forzoso.
Si bien el Gobierno nunca abandonó la idea de la re-reelección, en los últimos diez
días ha cobrado mayor impulso. Las cenas en la casa del ministro Corach en las que
junta de a 3 o 4 gobernadores para contarles la estrategia y el contacto directo de
Menem con Reutemann son las señales más claras. Esto se viene con fuerza para
dentro de 20 días, dice un dirigente menemista que conoce detalles de las tertulias
en lo del ministro del Interior. El mojón puede ser la elección en Catamarca; si
gana Saadi, ahí se larga la operación con todo, continua relatando.Corach
les dijo a los gobernadores que tiene una encuesta en la que Saadi está nada más que a
dos puntos de Castillo, 44 a 42, se ilusiona.
Según la fuente, Corach da por descontado que en la Corte Suprema están los votos para
habilitar a Menem a un tercer período, parece que están 6 a 3, sobra uno,
exagera el dirigente. Uno de los comensales más reticentes fue el gobernador de Santa Fe,
Jorge Obeid, principal fogonero de la precandidatura de Lole. Obeid le dijo a
Corach que mantengo mi posición adversa a la re-reelección.
La idea de que Menem compita en la interna por si después lo habilitan para la
general fue confirmada por Corach y al día siguiente por el Presidente en la charla
a solas con Reutemann. Tanto Corach, como Menem, desarrollaban el esquema con Reutemann
como número dos de la fórmula. Eso no existe, repite incansablemente Jorge
Giorgetti, brazo derecho del Lole, a quien su jefe mandó a desparramar la desmentida ya
que él se comprometió a esperar en silencio. Ya dijimos varias veces
que el proyecto de Reutemann no va en contra del Presidente, en todo caso va en
paralelo, se esfuerza el operador reutemista por encontrar un punto de equilibrio.
De todas maneras, tanto él como su jefe sabe que ahora entran en un embudo que achica los
espacios: El dilema del Lole es que no quiere perder su condición de heredero
forzoso, pero no se quiere quedar al lado del lecho del padre hasta el final,
grafica un viejo dirigente peronista. Los pasos siguientes son los más
difíciles reconocen alrededor del ex piloto de Fórmula Uno; el Lole va a
hacer la plancha como tituló Página/12, dice Giorgetti. Por lo pronto, ayer que
pensaban partir rumbo al norte de gira, se encontraron todos en Santa Fe, el Lole se
calzó un jogging y salió a trotar por la costanera santafesina, Giorgetti lo seguía en
bicicleta y el senador Jorge Massat los esperaba en la estación de servicio donde termina
el periplo. Si no es Menem es él, dice entusiasmado el séquito reutemista.
El Lole, en cambio, se queda callado, él sabe que un muleto nunca ganó un
gran premio.
Claves
El pase de Ramón Palito Ortega al duhaldismo obligó al menemismo a
replantear su estrategia.
A esta altura el oficialismo sabe que sólo puede conseguir la habilitación a
través de la Corte Suprema. Y está confiado de contar no sólo con los cinco jueces
adictos sino con uno más.
Ayer José Manuel De la Sota inició un trámite judicial tendiente a la
habilitación del Presidente.
También ayer el Presidente le ofreció a Reutemann un acuerdo: integrar una
fórmula para la interna, con la perspectiva de que Menem se bajase después de la
victoria.
Pero a Reutemann el acuerdo no lo convenció, porque recela de la promesa
presidencial. Además siempre consideró que la re-re es inconstitucional. |
EL MENEMISMO CONFIA EN LA CORTE
Una ayudita de De la Sota
Por Felipe Yapur
La única
alternativa que le queda a Carlos Menem para un nuevo mandato es la Corte y la utilizará.
Estamos esperando la presentación del Gallego (por el gobernador electo de Córdoba José
Manuel de la Sota) para que todo comience a caminar, confió a este diario el asesor
de uno de los hombres de más confianza del Presidente. La afirmación del menemista es
coincidente con la embestida re-reeleccionista que lidera personalmente el propio Menem.
El Presidente aseguró, durante una entrevista radial, que piensa participar de la interna
para competir con Eduardo Duhalde. El otro ultramenemista que salió a batir el parche de
la reelección es el ministro Carlos Corach, quien dijo, desde la puerta de su casa, que
el Presidente si es habilitado quiere competir. Pues bien, la habilitación
tan deseada ya comenzó a transitar los estrados judiciales cuando ayer el juez federal
electoral de Córdoba, Ricardo Bustos Fierro, recibió los dos escritos que solicitan la
remoción de las cláusulas constitucionales que impiden la nueva postulación de Menem.
Obviamente que esto produjo menemistas ultrafelices.
La estrategia elegida es clara. Si en algún momento los menemistas dudaron de la
posibilidad de competir por un nuevo mandato, ésta se disolvió luego de que Eduardo
Duhalde les arrancara en sus propias narices a Ramón Ortega. Primero le dieron más
fuerza a la posible postulación del senador Carlos Alberto Reutemann, luego pospusieron
la interna y largaron a rodar la posibilidad de conformar una fórmula Menem-Reutemann.
Pero todo era para ganar tiempo, ahora decidieron que éste es el momento justo y la
confirmación de la nueva intentona surgió de la boca del propio Menem. Una vez más el
Presidente utilizó a un periodista de confianza para lanzar la bomba. Bernardo Neustadt,
un incondicional de Menem, le preguntó si podría enfrentar a Reutemann o a Duhalde en la
interna. El riojano, ni lerdo ni perezoso, largó un rotundo sí y agregó que
esa posibilidad existe.
Las declaraciones de Menem fueron la señal que los otros esperaban. Un Corach sonriente
enfrentó, como todos los días, a los periodistas en la puerta del edificio donde vive.
No he dicho que el Presidente no tiene intenciones de ser reelecto, sino que si es
habilitado quiere competir, lo dijo mil veces, cuál es la novedad. Es verdad que lo
dijo, pero esta vez la palabra clave era habilitado y en Córdoba se lanzó la
última bomba. Mientras De la Sota hacía declaraciones desde Corea, en las que negaba
tener participación directa o indirecta en una eventual presentación que su
partido haría para lograr la habilitación de Menem, el apoderado del
justicialismo, Domingo Carbonetti, entregaba a la justicia electoral el recurso que
reclamó la inconstitucionalidad de la norma que le impide a Menem una nueva postulación.
El argumento esgrimido por el representante justicialista se basa en que los
constituyentes se excedieron en sus atribuciones al redactar las cláusulas
restrictivas. Los constituyentes, vale la pena recordarlo eran en su mayoría peronistas.
La presentación del Gallego De la Sota es importante porque él tiene entidad. No
la presenta cualquiera, sino un gobernador electo, fue el justificativo que eligió
un asesor del senador Eduardo Bauzá. Este mismo asesor negó que ayer por la mañana el
Presidente le haya ofrecido a Reutemann ser su compañero de fórmula: No es el
estilo de Menem. El sabe que el nombre de su compañero hoy no es importante. Pero lo que
sí importa es que el Lole le dijo que en 30 o 40 días se decide, y eso coincide con el
tiempo que el Presidente necesita para garantizar su nueva postulación. Lo concreto
es que Menem ya rumbea en busca de la tan negada y a la vez tan deseada re-reelección.
Raúl Alfonsín regresó al centro de la
escena
Renunció a sus cargos partidarios
porque quería evitar que el debate con el Gobierno se centrara en él. Ayer pidió
juicio político a Menem y logró ser el eje de una polémica con Menem.
Raúl Alfonsín regresó de
México y fue recibido por sus correligionarios, Luis Brandoni incluido.
Estoy lleno de estupor. Hay un estado piscológico extraño,
aseguró, y sugirió el juicio político. |
|
Por J.N.
Una semana le llevó a
Raúl Alfonsín cambiar de posición. El viernes de la semana pasada, el ex presidente
renunció sorpresivamente a sus cargos partidarios, a la posibilidad de volver a presidir
la UCR y a la coordinación del Instituto Programático de la Alianza (IPA). El argumento
fue que quería evitar que el Gobierno lo utilice como blanco de sus críticas de
campaña. Ayer, apenas llegó de una gira por México, Alfonsín dijo: No sé si no
ha llegado el momento de pedir un juicio político para el Presidente. Resultado:
Carlos Menem volvió a dirigir su ataque hacia el líder radical, poniéndolo otra
vez en el centro de la escena.
La semana pasada, luego de meditarlo con unos pocos colaboradores, Alfonsín difundió
tres cartas de renuncia. En la primera, dirigida a Fernando de la Rúa y Carlos
Chacho Alvarez, explicaba que abandonaba la jefatura del IPA. La segunda era
para De la Rúa en su calidad de presidente del radicalismo. Allí le comunicaba su
renuncia a la Comisión de Acción Política de la UCR. En la tercera, dirigida al titular
del Comité Provincia, rechazaba su postulación para volver a la titularidad de su
partido. La decisión se tomó, según explicaron sus voceros, ante la posibilidad de que
el oficialismo utilice los últimos meses de la última gestión radical como centro de
las críticas de campaña. Además, el propio Alfonsín aclaró que no quería aparecer
disputando el protagonismo a la fórmula de la Alianza.
Ese mismo día partió para México. Luego de permanecer en silencio una semana, el ex
presidente ofreció ayer una conferencia de prensa. Comenzó ratificando la decisión de
no presentarse como candidato a presidir el radicalismo. Y continuó con una evaluación
de las declaraciones de Menem sobre la re-reelección. Estoy lleno de estupor. Hay
un estado psicológico extraño, aseguró. Finalmente, sin que ningún cronista se
lo pregunte, agregó: No sé si no ha llegado el momento de iniciar un juicio
político al Presidente.
La réplica no tardó en llegar. Resulta indignante que una persona que huyó de su
puesto por incapacidad manifiesta para gobernar pueda siquiera mencionar el juicio
político, sostuvo Menem, quien luego añadió que Alfonsín dejó un país en
llamas, hiperinflacionario, fracturado socialmente y al borde de la disgregación.
Luego de que el ex presidente se reinstalara en el centro de la polémica, en la Alianza
cada uno hacía su propia interpretación. Nosotros no le pedimos que
renuncie, explicó indignado un dirigente cercano a De la Rúa. Alfonsín dijo
que no quería que nos critiquen por su culpa y ni bien llega saca un tema tan importante
como el del juicio político a Menem. No nos consultó, porque sabe que pensamos que no
tiene sentido. Es que, más allá de los argumentos jurídicos, el juicio político
al Presidente está destinado a fracasar por un dato básico: el PJ cuenta con mayoría en
ambas Cámaras y rechazaría cualquier iniciativa de este tipo.
Alfonsín maneja la aritmética del Congreso. Sin embargo, en el radicalismo explicaban
que su intención es posicionarse como la punta de lanza de la lucha contra la
re-reelección. Y recordaban que en mayo de 1998 lanzó un Foro por la Constitución, que
tuvo una vida efímera porque pocos días después Menem renunció públicamente a la
re-reelección.
En el Frepaso tampoco esperaban un anuncio de este tipo. La verdad es que nos
sorprendió dijo a Página/12 un legislador frepasista. Nosotros evaluamos el
tema antes de que se forme la Alianza, pero sabemos que no hay margen. Lo único que
podría pasar es que Menem insista con la reelección, (Eduardo) Duhalde rompa el PJ y
ordene a sus diputados que apoyen el pedido de juicio político. Pero parece bastante
difícil ¿no?
LA BATALLA PUEDE LLEGAR AL CONGRESO EL LUNES
Un escenario preparado por Pierri
Por Fernando Almirón
Carlos Menem inaugurará
el próximo lunes un nuevo período de sesiones ordinarias del Congreso nacional, por
última vez tras una década de mandato. El Palacio Legislativo lo recibirá iluminado a
pleno si es que se resuelve la falta de energía que aún afecta a buena parte de sus
instalaciones. Pero tanto en Diputados como en Senadores no se descarta una jornada de
cortocircuitos, chisporrotazos, con caídas y picos de tensión, y que muchos de los
presentes terminen la sesión con los cables pelados si el menemismo aprovecha la ocasión
para dar un nuevo paso en su ofensiva reeleccionista. Temen que el Ejecutivo proponga
modificar la Constitución mediante un innovador recurso de enmiendas en reemplazo de los
actuales mecanismos que rigen para modificar la Carta Magna, y que tanto desde los
alrededores del Congreso como desde las barras del recinto pobladas con seguidores del
Presidente se cierre la ceremonia con una virtual aclamación de Menem como recontra
candidato presidencial.
Tanto en el oficialismo como en la oposición se pronosticaba ayer que el ingreso de Menem
al Congreso, el lunes a las 11 de la mañana, no acabará en un mero y rutinario acto
protocolar. Todos presumen que el recinto puede albergar un nuevo round de la interna
justicialista.
En ambos bloques se ocuparon de tomar nota de lo que se viene:
Dirigentes
ultramenemistas entre los que se cuentan el petrolero Antonio Cassia, Víctor Alderete, el
empresario Carlos Spadone y el secretario presidencial Jorge Castro, prometieron movilizar
a unas 20 mil personas que a lo largo de toda la ceremonia se manifestarán a favor de una
nueva reelección de Menem, en la puertas mismas del Congreso.
El discurso que
pronunciará Menem, en el que se suele hacer un balance de la gestión del año anterior y
se anuncian los nuevos planes de gobierno, se mantiene en secreto. El procedimiento
habitual indica que el Ejecutivo envía 48 horas antes el texto que leerá el Presidente,
para que sea distribuido en forma de libro entre todos los legisladores antes de comenzar
la ceremonia. Sin embargo, el contenido del mensaje estará embargado hasta
instantes antes del ingreso de Menem al recinto.
La sesión
extraordinaria tiene carácter público. Pero las entradas para ocupar un lugar en las
barras las distribuye la Presidencia de la Cámara de Diputados, que controla Alberto
Pierri. Pierri abandonó las filas del duhaldismo y ahora es un activo menemista; en el
Congreso nadie duda de que los seguidores del Presidente tendrán asegurado su lugar.
La Alianza ya anunció que abandonará masivamente sus bancas ante el menor intento por
parte del Presidente de convertir la ceremonia en un acto político. Tal como ocurrió el
año pasado cuando Menem le adjudicó a la oposición una actitud obstruccionista que,
según él, perjudicó los planes del Gobierno. Tampoco están dispuestos a permanecer en
el recinto si en algún párrafo del discurso se menciona la necesidad de una reforma
constitucional, mención que consideran un caballo de Troya por la re-re.
En el justicialismo se comenta que la intensidad de la interna partidaria recortó
peligrosamente el espacio de neutralidad con el que se manejaba la conducción de la
bancada oficialista. Humberto Roggero tiene los huevos en una morsa, aseguran.
Roggero no podrá evitar que los legisladores duhaldistas se sumen a la oposición y ellos
también abandonen sus bancas ante la menor mención que pueda ser interpretada como parte
de su estrategia reeleccionista. Esto nos llevará a la fractura del bloque,
afirman en el PJ con cierta razón. Duhalde controla a no menos de 60 diputados y a unos
15 senadores, los que, sumados a la Alianza, dejarían el recinto vacío antes de que
Menem termine su discurso.
|