|
El proyecto de dolarización ya forma parte de un debate entre pesos pesados. La discusión quedó planteada entre el Banco Central de los Estados Unidos y el Fondo Monetario, nada menos. En oposición a la visión ofrecida el martes y miércoles pasados por Alan Greenspan, el titular de la Reserva Federal (banca central estadounidense), Stanley Fischer, el número dos del Fondo Monetario, afirmó ayer que "muchas economías latinoamericanas tenderán a emplear el dólar". Por lo pronto, ayer el flamante presidente del Banco Central de Brasil, Arminio Fraga, descartó de manera tajante que su país vaya hacia una dolarización. Durante una intervención en Manila, Fischer aclaró que la dolarización "es prematura", pero apuntó que "hay una tendencia a tener menos monedas en el mundo" y tranquilizó a sus oyentes explicando que el proceso al que va Latinoamérica no dañará a las economías asiáticas. Haciéndose eco del proyecto lanzado por Carlos Menem, a principios de esta semana, Greenspan le puso freno a la idea de que la Argentina rubrique una unión monetaria con los Estados Unidos. "La Reserva Federal no será prestamista de última instancia", aseguró tajantemente en su discurso semestral ante el Senado. Pese al rechazo del banquero más atendido por la comunidad financiera internacional, Fischer le puso unas fichas al proyecto argentino, al cual podrían adherir otras economías de la región en un futuro. A su vez, Pablo Guidotti, el viceministro de Economía, aseguró ayer que el Gobierno "sigue analizando el proyecto" y, en respuesta a Greenspan, añadió que "no pretendemos que la Reserva Federal se convierta en prestamista de última instancia". En el contrapunto Greenspan-Fischer, cada uno tiene razones para apoyar o descartar la dolarización. El presidente de la FED quiere aislarse de cualquier posibilidad de terminar siendo un asistente financiero de los bancos argentinos ante una eventual contingencia. En cambio, Fischer razona que, con la dolarización, se acabaron las corridas cambiarias. Además de rechazar la dolarización, el presidente del BC brasileño, que ayer recibió la aprobación del Senado de su país, tranquilizó a los inversores internacionales al asegurarles que Brasil no declarará la moratoria de su deuda, tanto interna como externa, al tiempo que descartó de plano la posibilidad de dejar la libre flotación del real para adoptar la convertibilidad. "El actual sistema de cambio es viable y sostenible para Brasil", dijo Fraga en la Cámara alta. Buena parte de las seis horas que demandó su exposición ante los senadores, Fraga las utilizó para defenderse de las acusaciones que hace unos días le formuló el economista estrella del MIT, Paul Krugman. "Nunca hice nada que perjudicara a mi país", aseveró al negar que le haya pasado información confidencial a su ex jefe George Soros no bien Fernando Henrique Cardoso lo designó para el cargo, a fines de enero. Para Fraga, su presencia en el Senado será algo difícil de borrar de la memoria. Mientras en la calle, frente al edificio del Congreso, medio millar de manifestantes regalaban gallinas vivas a los transeúntes portando carteles con la inscripción "El gobierno entregó al zorro la misión de cuidar el gallinero" --en alusión a que Fraga trabajó junto a un especulador hasta el día anterior a su nominación--, los senadores le lanzaron críticas durísimas. "Todos sabemos que la mafia tiene su ética y dentro de la ética especulativa, usted es impecable", le disparó el senador Lauro Campos, del PT. Imperturbable ante cada acusación, Fraga respondió: "Me desconecté de todo, ahora estoy aquí para trabajar por Brasil".
EL REAL CERRO A 2,04. BOLSAS PARA ARRIBA Fernando Henrique Cardoso logró dos victorias políticas en un mismo día. Y en el mercado las saludaron. Por un lado, los inversores aplaudieron la confirmación de Arminio Fraga al frente del Banco Central (ver aparte). Y por el otro, se congratularon con el acuerdo al que llegó el presidente con los gobernadores. Con ese marco, la Bolsa de San Pablo tomó la delantera y se anotó un alza del 2,7 por ciento; y el real se revaluó medio por ciento y cerró en 2,04 por dólar. En tanto, el índice de acciones líderes MerVal se elevó 1,6 por ciento. Tras casi dos meses de tira y afloje con los gobernadores, durante los cuales varios de ellos amenazaron con seguir los pasos rebeldes de Itamar Franco, Cardoso aceptó varias de sus reivindicaciones a cambio de que no declarasen la moratoria de las deudas que mantienen con el Estado federal, por unos 100.000 millones de dólares. "Propuso estudiar varias medidas de compensación que permitirían una mejor distribución de los ingresos fiscales", comentó el vocero del presidente. Itamar Franco fue el único gobernante que faltó a la cita. Si bien el real se recuperó levemente respecto del jueves, ayer al mediodía fue necesaria la intervención del BC para apuntalar a la moneda brasileña, que había caído a 2,09 por dólar. "Nuestro acuerdo con el FMI está en la fase final", declaró Fraga en el Senado. Según los negociadores brasileños en Washington, la firma del memorándum con el Fondo se concretará la próxima semana. De allí surgirán, por un lado, los ajustes que Cardoso deberá encarar para lograr un superávit primario de tres puntos del PBI. Y, por el otro, el momento en el cual el FMI desembolsará la segunda partida del préstamo por 41.500 millones de dólares otorgados a Brasil. "Es posible pronosticar desde ahora una recuperación económica para el segundo semestre del año", estimó Fraga.
|