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Por Juan Ignacio Ceballos Es casi medianoche de viernes y Daniel García parece preocupado. El capitán del equipo argentino de Copa Davis acaba de hablar telefónicamente con Luis Lobo, hasta ayer titular indiscutible en el doble nacional. Y desde Bradenton, Estados Unidos donde Lobo está entrenando al chileno Marcelo Ríos, García no recibió buenas noticias. Está muy difícil su situación dice. El me dijo que va a hacer todo lo posible por competir en estas semanas, pero no hay seguridad. Será complicado que Lobo juegue... Las preocupaciones de García parecen exageradas, ya que todavía falta un mes para el choque contra Ecuador de visitante, entre el 2 y el 4 de abril por la segunda rueda de la Zona Americana de la Davis. Sin embargo, el capitán ya empezó a jugar su propio partido... En general, la veo bien a la serie para la Argentina. Nosotros tenemos chances de triunfo en los cinco puntos, mientras que ellos sólo cuentan con (Nicolás) Lapentti, quien deberá jugar los tres días y ganar sus tres partidos. No tendrá respiro. Sí..., está bien..., podés perder. Pero no creo que ocurra, porque tenemos un equipo robusto. ¿Argentina es favorita? Estamos igualados en chances. En conjunto, somos más. Pero la condición de local de ellos los arrima. Aparte nosotros vamos a tener debutantes... Te referís a Mariano Puerta y posiblemente a Mariano Zabaleta..., ¿te preocupa mucho el tema del debut? Es un estrés adicional y genera cierta incertidumbre: puede salir todo muy bien o muy mal. Igualmente, los que jugarán no son más proyectos de tenistas, sino hombres ya consagrados; para llegar hasta el puesto 50º del ranking mundial han pasado distintas pruebas. Lógicamente me gustaría que tuvieran experiencia en la Davis, pero ésta es la realidad. La última visita argentina a Ecuador, por Copa Davis, ocurrió hace 11 años, en 1988. Aquella vez, el equipo nacional ganó el match por 4-1, sobreponiéndose a un ambiente más que hostil: sobre la cancha del Guayaquil Tennis Club, durante la serie, no sólo llovieron insultos, sino también vasos llenos de líquido corporal y algunas monedas. Por ese entonces, Daniel García era coach de Martín Jaite, quien jugó esos partidos. Y sabe que el clima de guerra puede repetirse. No estuve en Ecuador aquella vez, pero Martín me contó que casi lo matan. El ambiente en las tribunas estaba demasiado pesado. Eso no pasa en todos lados... Es que en Latinoamérica todo esto se incrementa cuando se enfrenta a Argentina. Hay unas tremendas ganas de ganarnos, de cualquier manera. Pero no tengo temor. Si las tribunas influyen, habrá que bancársela. ¿Qué clima esperás? Va a haber mucha euforia, algún tipo de cosa amenazante, pero nada que me preocupe. Ya estamos acostumbrados: si estás tranquilo y jugando bien, no pasa nada. Te serviría tenerlo a Lobo... Por supuesto. Pero su situación es compleja: él no juega dobles desde octubre y necesita tener ritmo de competencia para estar en el equipo. El problema es que no puede jugar con otro compañero que no sea Ríos. Su condición de coach no se lo permite. No puede decirle al Chino: Esta semana te quedás solo y yo me voy a jugar doble. ¿Sin Lobo se achican las chances del triunfo? Nos debilita un poco. Yo lo necesito, porque tenía en él y en Lucas Arnold a una pareja formada. Juntos habían jugado bien contra Chile y Eslovaquia, en el 98. Pero con esta situación, no tengo garantías de lo que puedan hacer ahora. Aparte hay otras alternativas como reemplazo. ¿Entonces qué vas a hacer? Lo voy a esperar a Luis un poco más, a ver si juega. Pero la semana que viene decidiré. Como capitán, debo dejar bien en claro el mensaje: elequipo tiene necesidades, y sus pautas se ajustan a todos. Debe haber un compromiso determinado. Aun en el caso de un jugador consagrado en la Davis...
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