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El espectáculo del básquetbol llevado a su máxima expresión excéntrica tuvo un sonado regreso en California, donde Dennis Rodman, ex Chicago Bulls, celebró su debut exitoso en las filas de los Lakers de Los Angeles. El rey de los aros, tanto de aquellos que cuelgan de los tableros como de los que sirven para perforarse la oreja, la nariz y otras partes del cuerpo, llevó a los Lakers a un triunfo por 99-83 contra los Clippers de la propia ciudad de Los Angeles. Hubo 17.505 aficionados en el Great Western Forum de Inglewood vitoreando al esposo de Carmen Electra, quien esta semana firmó un contrato con el conjunto donde brillara Magic Johnson. Rodman no tardó en meterse al público en el bolsillo, con un mensaje inequívoco de identificación con los Lakers: se tiñó el cabello de violeta y amarillo, los colores de la entidad. Jugó 26 minutos, y aunque no anotó ningún punto, pudo hablarse de un estreno prometedor a las órdenes de Kurt Rambis, el otro debutante o, lo que es lo mismo, el técnico que relevó a Del Harris. Once rebotes y seis asistencias fueron la marca de Rodman, quien fue elogiado por Shaquille ONeal. Me impresionó. Es bueno e inteligente. Llevaba mucho tiempo esperando estar en un equipo con un jugador de sus características, declaró ONeal, quien logró 19 puntos, tres menos que Kobe Bryant, el mejor anotador de los Lakers. Creo que los aficionados simplemente querían verme, que hiciera mi trabajo y las cosas que mejor sé, dijo Rodman, quien llevaba nueve meses sin tocar una pelota. Con el número 73, Rodman salió al escenario promediando el primer cuarto del encuentro, en medio de una calurosa ovación. Su energía e intensidad encendieron la mecha de inmediato. Con un parcial de 15-5, los Lakers convirtieron un 13-11 en un 28-16, en un abrir y cerrar de ojos. Adoro el juego de Dennis, dijo Eddie Jones, una de las figuras de los Lakers y que logró doce puntos. lo grande en él es que mantiene el balón vivo. Es un gran pasador y un gran jugador defensivo. Voy a disfrutar jugar con él, agregó.
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