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Una nueva técnica para controlar el sida sin suficientes sponsors

Las cremas y jaleas microbicidas posibilitarían a las mujeres evitar el contagio de HIV. Sin embargo, los laboratorios no invierten en su desarrollo porque no ven suficientes posibilidades de ganancias. Se estima que en cinco años estarán en el mercado.

El microbicida se aplicaría dentro de la vagina, antes de tener relaciones sexuales, para destruir el virus HIV.

t.gif (862 bytes)  Una gama de sustancias inodoras e invisibles --los microbicidas-- tiene grandes posibilidades de dar a las mujeres el poder de controlar el contagio del sida. Sin embargo, según advierten los especialistas, las investigaciones para su desarrollo no gozan de financiamiento adecuado porque las compañías de productos farmacéuticos ven pocas posibilidades de obtener ganancias considerables en su comercialización.

Por casi 12 años, algunos científicos han tratado de inventar una crema o jalea poco costosa diseñada para que las mujeres se la apliquen dentro de la vagina antes de tener relaciones sexuales, la cual destruiría cualquier infección causada por el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) que provoca el sida.

"Todos nos damos cuenta de que éste sería el próximo avance importante", dijo durante una conferencia Nicholas Dodd, jefe de la rama técnica del Fondo de Población de las Naciones Unidas. "Esto daría a las mujeres la oportunidad de que ellas mismas controlen la prevención de la infección del sida debido a que con el uso de condones tienen que depender de los hombres", dijo Dodd. El especialista hizo un llamado para que se otorgue mayor financiamiento a la investigación de los microbicidas.

Encontrar un microbicida que funcione se ha vuelto más urgente en los últimos años, a medida que el número de mujeres infectadas con sida aumenta drásticamente. El año pasado, 70 por ciento de los 5,8 millones de nuevas infecciones de sida ocurrieron en el Africa subsahariana y las mujeres jóvenes en esta región son las que tienen la más rápida tasa de infección.

"En algunos de los países más afectados el número de mujeres infectadas con VIH supera al de hombres contagiados, en una proporción de casi 16 a uno entre los grupos más jóvenes, indica el Proyecto de las Naciones Unidas para el Sida, UNAIDS, en un informe reciente.

Los microbicidas están por lo menos a cinco años de salir al mercado, aun si las pruebas que se están realizando actualmente ofrecen resultados positivos. Debido a que los condones femeninos son demasiados costosos para la mayoría de las mujeres en los países pobres, se necesitan más recursos para analizar el proceso de comercialización de este tipo de microbicidas cuando estén en el mercado.

Sin embargo, las principales compañías farmacéuticas, que pueden suministrar enormes sumas de dinero a la investigación de nuevos medicamentos, han mostrado poco interés en desarrollar tal producto.

Una de las razones es un torrente de demandas, especialmente en Estados Unidos, que tienen que ver con anticonceptivos o productos relacionados.

"Las compañías rehúyen cualquier responsabilidad en el desarrollo de productos", dio Joseph Perriens, experto en microbicidas de UNAIDS.

"Además tienen la perspectiva de que el 90 por ciento del mercado para este tipo de producto está en países en vía de desarrollo donde no hay poder adquisitivo. Creo que esas percepciones son erradas", añadió.

Otro problema para los laboratorios farmacéuticos es que la mayoría de los productos potenciales utilizan sustancias en las que las patentes caducan, lo que hace que el margen de utilidad sea escaso.

Con las grandes compañías farmacéuticas fuera de la escena, la iniciativa ha quedado en manos de gobiernos, organizaciones privadas y firmas especializadas en biotecnología. Estas tienen unos 20 microbicidas en etapa de desarrollo, pero dos de estos grupos son los que llevan la delantera, dijo Perriens.

Uno es del Consejo de Población con sede en Nueva York, que tiene una larga historia en el desarrollo de nuevos anticonceptivos. Su producto, cuyo nombre codificado es PC512, pronto empezará a utilizarse en pruebas clínicas con humanos en Sudáfrica y posiblemente en Tailandia. Se trata de una jalea que utiliza un producto derivado de las algas marinas, y el nonoxynol-9, que ha sido usado durante muchos años como espermicida, dijo George Brown, vicepresidente de programas internacionales.

"Este último ha demostrado ser bastante prometedor en una serie de estudios de laboratorio y algunos estudios en humanos", añadió.

Dijo también que "el producto sería más barato y fácil de usar".

"Uno de nuestros objetivos es obtener un producto que tenga un costo suficientemente bajo para que la mayoría, para que todas las mujeres puedan tener acceso a él", indicó Brown.

La firma estadounidense Procept Inc., con sede en Cambridge, Massachusetts, también tiene previsto iniciar este año sus pruebas con humanos de su producto, la jalea PRO 2000. El Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos, una de las dos agencias en ese país que invierte 25 millones de dólares en la investigación de microbicidas, es el auspiciador de las pruebas clínicas.

Los primeros productos microbicidas utilizaban nonoxynol-9, pero se ha comprobado que éste irrita las paredes vaginales y en realidad fomenta la infección. La respuesta puede estar en el uso de un cóctel de sustancias, dijo Perriens, quien antes trabajó en el desarrollo de medicamentos.

"La debilidad en los diseños de todos los microbicidas es que tienen un solo mecanismo de acción", dijo. "Creo que para obtener un microbicida efectivo probablemente habrá que combinar varios ingredientes activos para lograr un proceso de inhibición múltiple de la entrada del VIH al organismo".

 

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