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Siestas, carcajadas, abrazos y
modelitos en un recinto caldeado

Alderete se quedó dormido durante el discurso presidencial. Menem esquivó un abrazo de Ruckauf y le propinó uno a Pierri. Elogios a los hijos de Corach. Los silencios de Lole y Palito.

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Carlos Menem y Carlos Ruckauf, presidente y vice de la Nación, enfrentados en la actual interna del PJ.
El vice elogió el discurso del Presidente, pero éste dejó en claro que a Pierri lo quiere más.

Por A. H. M. y F. Y.

t.gif (862 bytes) No hubo escándalo. Menem dejó a propios y ajenos esperando un planteo sobre la re-reelección. Pero la tensión se palpaba en el ambiente. Los opositores esperaban una provocación presidencial y eso motivaba cruces de mirada, gestos, señas como en una versión remozada del truco. Los oficialistas esperaban su turno para aplaudir, pero el largo del discurso atentó contra la concentración aun entre ellos. Si hasta un incondicional del Presidente, el titular del PAMI, Víctor Alderete, cabeceó en varias oportunidades. A continuación, algunas apostillas de la sesión.na04fo02.jpg (11438 bytes)
ron2.gif (93 bytes) Graciela Fernández Meijide, que lució un nuevo look en su peinado, leyó atentamente el discurso remarcando párrafos constantemente con su lapicera, y cuando alguna línea le disgustaba elevaba la vista y lo miraba fijo a Menem. A su lado, Carlos “Chacho” Alvarez, que ingresó al recinto después que Menem, ni siquiera leyó el discurso y esperó con marcada impaciencia con las manos cruzadas el final de la alocución presidencial.
ron2.gif (93 bytes) Unas bancas más allá, el radical Federico Storani no aceptó el discurso, cuando se lo acercaron, y mientras Menem hablaba, golpeteaba la banca con su mano. Parecía distraído, pero al final de la sesión comentaba el discurso con Chacho y lo recordaba textualmente.
ron2.gif (93 bytes) La ex Ctera, la diputada Mary Sánchez, movió la cabeza en forma negativa cuando el Presidente elogió la política educativa de su gobierno y enumeró las leyes aprobadas y los logros alcanzados.
ron2.gif (93 bytes) La chaqueña Elisa Carrió fue aún más drástica: no pudo aguantar la risa cuando lo escuchó a Menem invitar a brasileños, bolivianos, paraguayos, chilenos y uruguayos a radicarse en nuestro país, luego de haber defendido la aplicación de un régimen que implemente nuevos controles de los inmigrantes ilegales.
ron2.gif (93 bytes) Entre las filas menemistas, Víctor Alderete se ubicó a la izquierda del Presidente y mantuvo, durante el extenso discurso, una marcada actitud de concentración, con los ojos cerrados. Tan concentrado estuvo que sólo los aplausos lograron sacarlo de ese estado, peligrosamente parecido a una siesta.
ron2.gif (93 bytes) El jefe de Ejército Martín Balza tuvo en sus manos el texto del discurso lo siguió y lo subrayó y puso cara de póquer cuando el Presidente hizo un amplio agradecimiento a la vocación democrática de las Fuerzas Armadas y de su conducción.
ron2.gif (93 bytes) Ramón Ortega leyó detenidamente el discurso, pero sólo aplaudió cuando el Presidente convocó a todos los legisladores a celebrar el acuerdo de paz con Chile por los Hielos Continentales. Y tuvo que soportar miradas que eran estocadas de los menemistas que aplaudían a rabiar cuando el Presidente mencionó “la lealtad como el máximo valor de la política”.
ron2.gif (93 bytes) Como buen escudero, César Arias se colocó las gafas y se dedicó a remarcar cada párrafo para luego explicarle a la prensa, que lo esperaba en el Salón de los Pasos Perdidos, qué había querido decir Menem.
ron2.gif (93 bytes) Carlos “Lole” Reutemann ni siquiera leyó el discurso, aplaudió distraídamente y sólo cuando sus circunstanciales compañeros de banca lo hacían con mayor efusividad. El santafesino estaba muy entretenido conversando con la diputada Marta Rivadera.
ron2.gif (93 bytes) La legisladora riojana fue la envidia de toda la rama femenina del peronismo. Vestida con un llamativo conjunto, acompañado por un coqueto sombrero cuchicheó durante todo el discurso de Menem con el Lole. Más de una colega la envidió por haberse sentado a la derecha del santafesino.
ron2.gif (93 bytes) De todos los ministros presentes, el más feliz y más sonriente fue Carlos Corach. Y no era para menos, Menem elogió en su discurso el trabajo de sus vástagos, Andrés y Hernán, quienes coordinan el Programa Federal de la Militancia Social y el Instituto de Capacitación de Dirigentes Políticos respectivamente.
ron2.gif (93 bytes) El vicepresidente Carlos Ruckauf siguió el discurso presidencial con la cara de ostensible seriedad que pone cuando desea ilustrar algo que le parece importante. Tras el discurso se levantó, abrazó al Presidente, leacarició el rostro y le elogió su “visión de estadista”. Menem lo saludó pero a distancia, sin euforia y demostrando que para un peronista no hay nada mejor que otro peronista pero si es menemista mejor, y fue a fundirse en un abrazo con el presidente de la Cámara de Diputados Alberto Pierri.
ron2.gif (93 bytes) Mientras todo esto ocurría, un puñado de manifestantes dotado generosamente de cotillón e instrumentos musicales amenizaba la espera de los movileros en la Plaza Congreso. Su heterodoxia no era menor: había bombos pero también bien torneadas porristas cuya vestimenta y estampa parecían más adecuados para un clima más fresco y acaso un acto del Partido Demócrata norteamericano.

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Carteles con la consigna Menem ‘99, por doquier.
El ultramenemismo prometió una multitud. Hubo 500, porristas incluidas.


El general Balza escuchó calmo los aplausos.


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Víctor Alderete se descabezó un sueñito.

 

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