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CON SOLO EL ADN, UN PADRE DEBE PASAR ALIMENTOS
El pago antes que el apellido


t.gif (862 bytes)  “Yo crié a mi hijo sola, el padre nunca lo reconoció”, dice Mónica López, como una de las tantas mujeres separadas que deben cargar solas con la manutención de sus chicos. Para ella, sin embargo, las cosas tuvieron otro final: aunque su hijo no lleva el apellido del padre y a pesar de que el juicio de filiación aún no tiene sentencia, a partir del resultado positivo de una pericia de ADN, un juez dictó una medida cautelar que obliga a su marido –no están divorciados– a pagarle la cuota alimentaria. El fallo es inédito y podría sentar jurisprudencia en juicios de filiación, que habitualmente demoran años para llegar una resolución.
El hombre, de 44 años, deberá desembolsar 200 pesos por mes como cuota de alimentos para su presunto hijo. Así lo determinó el juez Eugenio Rojas Molina, del Juzgado Nº 5 de Morón, cuando recibió el resultado de las pericias de la prueba de ADN: los datos genéticos del hombre coinciden, en un 83 por ciento, con los del hijo, de seis años, de Mónica López.
“Más allá de que el juicio no haya concluido, ese niño tiene derecho a recibir la manutención por parte de su padre”, afirmó Rojas Molina. Para el abogado de la mujer, Juan Carlos Rey, “este caso rompe con una serie de pautas e indica que hay algunos jueces que piensan en los chicos y se dan cuenta de que tienen que comer mientras sigue el juicio”. Rey explicó que “la mayoría de los juicios por filiación duran años y, hasta que no finalicen, los demandados no pasan la cuota alimentaria, pero con este fallo esta situación podría cambiar”.
El hombre condenado a hacerse cargo de su hijo es sargento en una comisaría de Villa Luzuriaga, en San Justo. Mónica López, de 36 años, mantiene a sus hijos con el trabajo en un centro deportivo. La pareja se casó en 1975 y tuvo dos hijos, que ahora tienen 22 y 20 años. “El se fue cuando los chicos tenían entre 8 y 10 años”, explicó Mónica, en diálogo con Página/12. La ayuda de su madre y su hermano le permitieron vivir hasta que salió el juicio por alimentos.
Años más tarde, en 1991, el hombre volvió a ver a su esposa. “El vino diciendo que se iba separar de la mujer –comentó Mónica– y que quería rehacer el matrimonio. Al par de meses quedé embarazada. Pero cuando él se enteró me exigió un aborto, yo me negué y él se fue. El volvió con ella, tienen dos nenas, una tiene un par de meses más que mi bebé. Así que estábamos embarazadas al mismo tiempo.” El policía nunca reconoció a su hijo. “Cuando le fuimos a hacer las pruebas de ADN lo tuvo frente a frente y ni siquiera lo miró”, comentó Mónica.
La mujer inició un juicio de filiación y daños y perjuicios en 1995, después de años intentando que su ex marido le diera el apellido. El juez Rojas Molina ordenó la pericia de ADN por el método de isopado bucofaríngeo y, a fines del año pasado, se conoció el resultado que considera al hombre como padre del menor. Por eso dictó una medida cautelar, antes de que saliera el resultado del juicio, que consiste en un embargo provisorio al padre. El fallo, que salió la semana pasada, incluye las cuotas por alimentos a partir de este mes. Pero para cobrar las cuotas desde el nacimiento del menor, la mujer deberá hacerle un juicio por alimentos.

 

 

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