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 Todo indica
que entre hoy y mañana el entrenador Daniel Passarella dará su respuesta al ofrecimiento
que le hiciera la dirigencia de la Asociación Uruguaya de Fútbol, para que en forma
inmediata se ponga el buzo de la selección oriental. El presidente de la AUF, Eugenio
Figueredo, dijo ayer por la tarde que “el objetivo es clasificar para el próximo
Mundial y queremos resolver el tema de la contratación lo antes posible”. Parece que
la diferencia económica entre las partes está casi resuelta y si no hay ninguna piedra
nueva en el camino, Passarella podría asumir el cargo.Figueredo habló con el abogado de Passarella, Marcelo Open, con la finalidad de acortar las distancias a nivel económico. Open dijo que al ex director técnico de la selección argentina le gustaría conducir en Uruguay, aunque debe resolverse la otra cuestión. Si bien parece un detalle, la brecha de dinero es un tema que debe tratar el Comité Ejecutivo de la AUF y los dirigentes son optimistas con una resolución positiva. Claro que la contratación de un técnico extranjero no cae muy bien en tierra uruguaya y varios entrenadores de ese país se oponen a que eso suceda. El pensamiento de los entrenadores difiere bastante de la dirigencia, ya que a los responsables de la AUF les interesa tener a Passarella lo antes posible. Los constantes problemas internos entre jugadores y técnicos y los malos resultados de los últimos tiempos –dos mundiales sin jugar– fueron motivo para que en la AUF cambiaran la decisión de nombrar a un entrenador de su país. Uno de los técnicos que levantó la voz fue el veterano Roque Máspoli, quien se manifestó en contra. Los jugadores se muestran escépticos y también dijeron lo suyo; ayer, el delantero del Español de Barcelona Darío Silva opinó que “el fútbol uruguayo está funcionando al dos por ciento” y que, pese a las gestiones que realizan, tarde como siempre, los dirigentes –ya que faltan sólo pocos meses para la Copa América– “esto seguirá así toda la vida, porque no hay quién la arregle”. En un momento se habló de que Oscar Tabárez podría volver a la conducción técnica de la selección uruguaya, pero el propio entrenador se alejó de la pelea. Otros creyeron ver en Víctor Púa, director técnico de los juveniles, a quien podría asumir. Pero el propio Púa desea seguir en juveniles y además los dirigentes quieren a otra persona con los mayores. Más allá del pensamiento de entrenadores y futbolistas y de las diferentes posibilidades, la dirigencia cerró el cerco en la alternativa de contratar al técnico argentino. Hay diferencias económicas que todos creen que se resolverán, ya que a la AUF le ingresará una buena cantidad de dinero producto de que acaba de vender los derechos televisivos a la empresa Tenfield en un millón de dólares por año. El dueño de esa empresa es el empresario Paco Casal, amigo de Figueredo y también de Daniel Passarella. Dicen que Casal hará de nexo entre las partes y que su aporte servirá para sellar el pacto.
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