OPINION
Una ilusión en debate
Por el FICSO* |
Si
alguien creía que, en el marco del permanente retroceso impuesto a las grandes mayorías
sociales en la Argentina, íbamos a poder sostener la ficción de condiciones
normales de producción académica y de cierta excelencia crítica
en nuestra facultad, la jubilación de un prestigioso grupo de docentes, así como la
posibilidad cierta de su alejamiento de las aulas, activan la puesta en debate de
semejante ilusión. La naturalización que en el país y la universidad se hace de las
condiciones de indignidad impuestas a jubilados, trabajadores y comunidad de la enseñanza
pública unifica a menemistas y aliancistas, confundiendo a no pocos sectores
tradicionalmente críticos que renuncian a reconocer la base social del conflicto. Esta
unanimidad con la que las fuerzas políticas mayoritarias imponen a la sociedad la
tolerancia de la violación constitucional al derecho de un haber jubilatorio móvil
intenta transformar en castigo una conquista obtenida tras una larga historia de luchas.
Frente al quietismo político que oculta su acuerdo básico con las condiciones que nos
hacen retroceder, los estudiantes debemos afrontar el desafío de constituir un nuevo
marco de solidaridades, de prácticas colectivas, de compromisos y nuevas formas de
organización que nos permita, junto con los trabajadores, jubilados y demás sectores
afectados de nuestra sociedad, debatir los problemas, elaborar respuestas y actuar con la
coherencia necesaria para revertir la situación. Sabemos que nuestro derecho a una
educación crítica y de calidad seguirá recortándose si no convergemos en nuestra
demanda de un urgente aumento del presupuesto universitario con el resto de los docentes
del país, con la lucha que desde hace años sostienen los jubilados y con el conjunto de
los trabajadores, para detener la transferencia de ingresos de un modelo que sólo cierra
sin educación pública y sin derechos sociales. Sólo así restableceremos entre nosotros
condiciones en las que el ejercicio de la docencia sea como pretende toda sociedad que se
precie de democrática y moderna: una práctica efectivamente remunerada y no una
vocación de quienes pueden financiarla.
* Agrupación estudiantil de la Facultad de Ciencias Sociales (UBA). |
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