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SI DUHALDE DICE EL 9 MENEM PIDE EL 2
A doblar la apuesta

El PJ bonaerense estableció como nueva fecha de interna el 9 mayo. En réplica, el menemismo quiere adelantar las internas nacionales para una semana antes.

Menem y Duhalde, el sábado pasado escuchando a un mirlo en Olivos.
Mañana se reunirán de nuevo y oirán la voz de los gobernadores.

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Por Felipe Yapur

t.gif (862 bytes) La interna justicialista es lo más parecido a un juego de póquer. Cada uno de los participantes, en este caso Eduardo Duhalde y Carlos Menem, apuesta o redobla su jugada tratando de no mostrar las cartas. El gobernador tiró ayer sobre la mesa el llamado a internas bonaerense para el 9 de mayo. Los menemistas, en tanto, aceptan la oferta pero redoblan con la propuesta que presentarán a los gobernadores justicialistas el jueves en la quinta de Olivos. Allí Menem en persona les dirá que el 2 de mayo es la mejor fecha para determinar el candidato presidencial del PJ. Todo indica que los tiempos se acortan, las negociaciones son intensas y Carlos Reutemann sigue sin definirse.

Con el adiós de Menem en la Asamblea Legislativa todavía muy fresco, el duhaldismo no perdió tiempo y ayer la junta electoral bonaerense decidió que el segundo domingo de mayo se realizarán las internas, en un claro y nuevo intento para forzar al menemismo a una unificación de las elecciones partidarias. Pero esta no fue la única reunión, casi al mismo tiempo en la planta baja de la Casa Rosada el ministro del Interior, Carlos Corach, recibió en su despacho al jefe de Gabinete, Jorge Rodríguez, al senador Eduardo Bauzá y al secretario general de la Presidencia, Alberto Kohan. Los menemistas discutieron cuál será la mejor estrategia para utilizar el jueves a las 8.30 cuando el Presidente reciba a los gobernadores justicialistas, incluidos Duhalde y Néstor Kirchner. Los hombres de Menem decidieron que ese es el mejor escenario para responder la embestida del bonaerense con el adelantamiento de la fecha de la interna nacional.

Pero la novedad no pareció sorprender a la gente de Duhalde. Todos pusieron su mejor cara de circunstancia cuando se enteraron de la noticia y no dudaron en decir que "es lo mejor para el peronismo" y hasta se animaron a adelantar que probablemente Duhalde decida hacer coincidir las elecciones. La poca sorpresa o la habilidad para disimularla hace sospechar que la decisión del menemismo sea realmente un redoble de apuesta. Realmente si la gente del Presidente hubiera querido poner en un apriete a su archirrival, lo más indicado habría sido adelantar aún más las internas y no llamarlas apenas una semana antes de lo anunciado por Duhalde. La otra posibilidad es que el menemismo pretenda que la elección del 2 de mayo produzca una reducción de participantes en la interna bonaerense, posibilidad también desechada por la gente del gobernador que responde con una sola frase: "Muy simple, adelantamos la fecha".

"El jueves tendremos humo blanco", adelantó un asesor duhaldista y dejó flotando la posibilidad de que todo esto parece el resultado de la reunión que el sábado pasado Menem y Duhalde mantuvieron en la quinta de Olivos. Por lo pronto continuó asegurando que "Duhalde es el candidato natural del justicialismo".

Producto de este optimismo, en el duhaldismo toma cuerpo la idea de que no competirán con nadie en las internas: "Lole no se presentará y Antonio Cafiero no tiene tiempo ni gente para armar en la provincia", aseguró a este diario un cada día más confiado operador del gobernador. Tal es la confianza del hombre de Duhalde que ahora anuncia que el próximo martes 9 de marzo, en el marco de la campaña electoral, el bonaerense llegará con Ramón Ortega a Santa Fe y Reutemann los recibirá en la sede del Partido Justicialista de esa provincia: "Esto no quiere decir que el Lole esté con nosotros pero la política está llena de mensajes e imágenes que dicen más que una declaración periodística".

Pero más allá de todos estos datos, en el equipo de Duhalde nadie se distrae de la reunión del jueves, el gobernador personalmente se ocupó de llamar a cada uno de los mandatarios provinciales para testear la posición que llevarán a Olivos. Esta misma tarea la llevó adelante, por el lado del menemismo, Carlos Corach, quien habló incluso hasta con Kirchner. Cuando la faena estuvo terminada el ministro no dudó en confiar a sus colaboradores: "(Arturo) Lafalla y (Juan Carlos) Romero son nuestros". La confianza no tiene dueño y la dos grupos rivales cuentan con ella.

 

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