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Por Fernando Almirón A primera hora de ayer, mediante un amplio aunque discreto operativo, efectivos de la policía de Formosa rodearon una de las manzanas céntricas de la capital provincial. A las 8.40 el hombre que originó semejante despliegue abandonó su casa a bordo de una camioneta cuatro por cuatro. Apenas pudo avanzar unos pocos metros. Un patrullero apareció repentinamente y le cortó el paso. Otro móvil policial se cruzó por detrás, cerrándole toda posibilidad de fuga. El hombre de traje impecable fue rápidamente reducido, tomado por los pelos, esposado, metido en una de las patrullas y conducido hasta el Cuartel de Bomberos. De nada valieron las quejas del detenido, Carlos Gerardo González, presidente del Superior Tribunal de Justicia de Formosa, quien un día antes había fallado en contra de habilitar al gobernador Gildo Insfrán para competir por un nuevo período al frente del Ejecutivo provincial. A media mañana, apenas trascendió la noticia de la detención de González por orden del juez de instrucción Ceferino Arroquigaray a raíz de una causa iniciada por el apoderado del gobernador Insfrán, el Poder Judicial de Formosa entró en estado de movilización. Empleados de los Tribunales, abogados, dirigentes políticos y allegados a González marcharon hasta la puerta del cuartel de bomberos, donde cortaron el tránsito en reclamo de la libertad de la máxima autoridad judicial de la provincia. En esos momentos, los ministros del Superior Tribunal de Justicia ya se encontraban reunidos en el salón de acuerdos de la sede judicial, desde donde comenzaron a presionar al juez Arroquigaray para que envíe un informe en que se fundamente la detención de González y la violación de sus fueros. Ante la demora en obtener respuesta, los miembros del Tribunal se trasladaron hasta el lugar de detención de González con una orden de liberación firmada por todos ellos. González abandonó el cuartel de bomberos por la tarde, y de inmediato se puso a redactar la querella que piensa indiciarle al Arroquigaray, al apoderado personal de Insfrán, Felipe Armando Cabrera, al jefe de la policía de Formosa y al propio gobernador si fuera necesario debido a la violación de los fueros que me otorga la Constitución, le dijo ayer a Página/12 Carlos González, ya de vuelta en su despacho. Indudablemente agregó el ministro esta parodia está vinculada con la desesperada obsesión de Insfrán por poder competir por un nuevo período. Pero no comenzó hoy (por ayer). En dos oportunidades ya allanaron mi despacho en búsqueda del expediente que se tramita en la Justicia para lograr la habilitación de Insfrán. Ese expediente está en manos del juez Arroquigaray, salvo una parte que yo deglosé para expedirme a su debido tiempo, y que ellos quieren recuperar para armar una comisión judicial ad hoc para resolver el tema acorde a los tiempos políticos del gobernador. González aseguró a este diario que en realidad no fue él quien abortó las aspiraciones reeleccionistas de Insfrán. Yo resolvía que quien debía expedirse sobre el tema era la junta electoral, quien ya manifestó que la Constitución le prohíbe al actual gobernador presentarse para un nuevo mandato. El que ya quedó fuera de juego es Arroquigaray. Renunció ayer por la tarde, cuando el Superior Tribunal revocó la orden de detención que había firmado contra González. Insfrán está histérico porque se le cierran los caminos de la reelección, dijo a Página/12 el senador nacional por Formosa Ricardo Branda, quien ayer presentó en la Cámara alta un proyecto de declaración para que desde el Congreso nacional se repudie la detención arbitraria e injustificada del presidente del Superior Tribunal de Justicia provincial. El diputado nacional formoseño del PJ Orlando Aguirre señaló a este diario que Insfrán hace doce años que está en el gobierno. Fue dos veces vicegobernador y una gobernador, no hay manera de que pueda ser reelecto. Aguirre, quien junto al diputado nacional formoseño Diego Gorveín respondea la línea interna que lidera Vicente Joga, presidente del justicialismo de ese distrito y aspirante a la gobernación, aseguró que el único respaldo que Insfrán tiene en el peronismo es el que desde hace tres años le brinda el menemismo nacional. Y como sabe que cuando abandone la casa de gobierno no va a tener un lugar en la estructura partidaria, va ser un paria. El escándalo institucional que originó con la detención de González no se terminó con su liberación. Ayer por la noche tanto justicialistas como radicales convocaron a una sesión especial en la Legislatura provincial para tratar el tema y emitir un documento en que se respaldará el respeto por las instituciones y la división de poderes. En los pasillos comentan que Formosa ya integra las páginas del Créase o no.
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