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Menem habló de todo, sobre todo de sí mismo,
iniciando las clases

Fue con la ministra Decibe y el gobernador Marín al comienzo del año lectivo en General Pico. Recordó su profecía sobre los vuelos interespaciales. Los chicos juntaban volantes de Menem '99.

Carlos Menem hablando ante la atenta mirada de Decibe y Marín.
"Ya se construyen las naves de las que hablé hace tres años."

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Por Romina Calderaro

t.gif (862 bytes) El Presidente está hablando, pero las chicas lo ignoran: prefieren contabilizar quién reunió más volantes con la leyenda "Marín-Menem '99". Las chicas son Mara y Julieta, y acusan seis años cada una. Ayer a la mañana se paseaban, como muchos otros chicos, frente a la flamante escuela 259 de la ciudad pampeana de General Pico, el lugar elegido por el presidente Carlos Menem para iniciar formalmente el ciclo lectivo. En su discurso, volvió a anticipar una nueva era de "vuelos interespaciales". Recordó que "hace cuatro años, cumpliendo idéntica misión en una pequeña localidad de la provincia de Salta" --en rigor, estuvo allí hace tres años-- dije que los jets y las futuras naves iban a salir de la atmósfera para evitar la fricción que producen los vientos y la humedad, pero en ese momento se me rieron". Y explicó orgulloso su victoria: "Si ustedes prestan atención, ya se está construyendo ese tipo de naves". Más tarde defendió la dolarización y el Fondo de Incentivo Salarial Docente, indiferente al grupo que apenas a unos metros de la escuela levantaba carteles a favor de la Carpa Blanca.

La escuela en la que Menem inició el ciclo lectivo es una de las catorce que ayer se inauguraron en la provincia. La gente se congregó frente al impecable edificio ocre y azul. El sol pegaba fuerte, pero el viento y el pasto prolijamente cortado del terreno que circunda al colegio amenizaban la mañana. La gente se dijo "agradecida" por la nueva obra, construida al costado de una calle ancha de tierra en el barrio Indios Ranqueles de la ciudad, segunda en importancia de La Pampa.

Mientras los chicos, los grandes, y hasta algunos perritos esperaban al Presidente, los jóvenes integrantes de la olvidable "Fundación Banda de Música de Gral. Pico", con sus instrumentos de viento, tocaban un popurrí de canciones patrias (la Marcha a San Lorenzo, el Himno Nacional, etc.). Entre canción y canción, uno de los músicos apelaba a su propio repertorio y de a ratos se podían escuchar acordes de "La Pantera Rosa".

"Ahora los puedo traer más fácil a los chicos porque la otra escuela me quedaba muy lejos", contó a este diario Petronila, mamá de Joana, de diez años, y de Oscar, de cinco. Es por eso que decidió llevar a sus chicos a la inauguración del colegio, aunque no tengan idea de quién es Carlos Menem y las clases empiecen recién la semana que viene.

Minutos antes del arribo del Presidente, un grupo de gente se apostó frente al alambrado de la escuela con un gran cartel. "Apoyamos a la Carpa Blanca", se podía leer. Eran integrantes de la Unión de Trabajadores de la Educación de La Pampa (UTELPA). "No nos importa la inauguración de esta escuela construida con créditos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Queremos una verdadera ley de financiamiento educativo", dijo a Página/12 una de las dirigentes.

Finalmente llegó Menem, acompañado de Decibe, el gobernador de la provincia, Rubén Marín, el jefe de Gabinete de Ministros, Jorge Rodríguez, y el obispo de Santa Rosa, monseñor Fidel Bredice. "Encaramos el más ambicioso proceso de transformación de los últimos cien años", se entusiasmó Decibe. Luego se abocó al tema salarial. "No voy a dejar de referirme a un proceso que se está resolviendo después de dos años de conflicto. Hemos conseguido una importantísima ley", sostuvo. Y reiteró su convicción de que la renombrada "garantía" que pide la Ctera para la recaudación del impuesto automotor es "que todos los que tengan que pagar, lo hagan". Finalmente, dijo que "no ha escuchado a nadie quejarse del impuesto, sólo a algunos grandes empresarios a los que no los perjudica realmente".

Luego del discurso de Marín, fue el turno del Presidente. "Como dijo el gran sanjuanino, el problema de la Argentina es la educación, y es por eso que debemos prepararnos para lo que viene", afirmó, y aprovechó la ocasión para reflotar un "vaticinio" que incluyó en su discurso de apertura del ciclo lectivo 1996 en Tartagal, Salta. "Dentro de poco tiempo, un vuelo desde Nueva York a San Francisco va a durar media hora", sostuvo. También volvió a hablar de las "naves que saldrán de la atmósfera para adquirir mayor velocidad y duplicar la del sonido".

La dolarización no podía quedar fuera de la agenda. "Por qué vamos a estar pagando más intereses por una moneda si con otra podemos pagar mucho menos", dijo. Para terminar la jornada, habló del impuesto. "Es un triunfo y hemos peleado duramente en el Parlamento para que esto salga", aseguró.

Antes de irse, Menem fue interceptado por un grupo de periodistas. Uno de ellos le preguntó si el suyo había sido un discurso de despedida. "Sí, fue un discurso de despedida. Yo siempre me estoy despidiendo. Ahora, en este momento me voy a otra inauguración y me estoy despidiendo de ustedes", dijo, y desapareció entre la maraña de micrófonos.

 

De Anillaco a campeón

Uno de los párrafos del discurso que pronunció el presidente Carlos Menem, el último, estuvo dedicado especialmente a los chicos presentes en el acto. "Amados niños --arrancó con entusiasmo--, no olviden nunca que cuando no está la madre o el padre de ustedes, está la maestra o el maestro. Esto ténganlo en cuenta si quieren triunfar en la vida", les aconsejó a continuación. Después, a modo de ejemplo, les transmitió su propia experiencia: "Yo vengo de Anillaco, un humilde pueblito de 600 habitantes. Con el tiempo, me hice en el trabajo y en el estudio, y aquí hoy estoy como Presidente de la Nación, gracias a Dios, a ustedes, y a todos los argentinos".

 


 

700 días de la Carpa

t.gif (862 bytes) Los maestros jujeños que esta semana están llevando adelante el ayuno en la Carpa Blanca "celebraron" ayer los 700 días de ayuno repartiendo 700 claveles blancos a "toda la gente que nos vino a saludar" (ver foto). Jujuy es la provincia que el año pasado tuvo sólo 55 días de clase sobre los 180 previstos. El gobierno local solucionó fácilmente la pérdida del año causada por la falta de pago de los sueldos: aprobó por decreto a los alumnos de todos los años. Juan De La Cruz Bazán, uno de los docentes de La Quiaca, comentó que "cuando renunció el gobernador Carlos Ferraro nos anunciaron que estaba el dinero para construir nuestra escuela y resulta que pasaron cinco meses y seguimos esperando".

 

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