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Brasil sigue apostando a la recesión para parar la corrida

Se endurece el crédito bancario para tratar de frenar la especulación con fondos excedentes. Pero el dólar subió otro escalón: tras llegar a 2,22 reales, cerró a 2,17. Los bancos logran ganancias record por la devaluación.

Arminio Fraga, presidente del Banco Central, fue confirmado ayer por el Senado de Brasil.
Debutará con un mercado en llamas. El FMI le recomienda volver a subir las tasas de interés.

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Por Raúl Dellatorre

t.gif (862 bytes) El desorden económico de Brasil no se detiene. El dólar tocó ayer una cotización record de 2,22 reales, para cerrar luego de la intervención oficial, sacrificando reservas, a 2,17, también record para el fin de una jornada. Los importadores de autos declararon la suspensión de ingreso de unidades, incluidas las que están desembarcadas en los puertos, porque a esta paridad sería imposible comercializarlas. El Banco Central dispuso subir los encajes (dinero que las instituciones deben inmovilizar de los depósitos que reciben), para “secar” la plaza, lo que derivará en mayores tasas para los tomadores de créditos y en un nuevo ajuste recesivo. Para peor, el economista jefe del FMI, Michael Mussa, señaló que si el real sigue perdiendo valor, Brasil debería aumentar sus tasas de interés, lo que equivale a tratar de apagar el incendio con un bidón de nafta.
En el actual cuadro de situación, enmarcada por la devaluación permanente, recesión interna y presiones inflacionarias, el mercado brasileño se ubica en un horizonte cada vez más lejano para los exportadores argentinos. Según cifras oficiales, en las primeras tres semanas de febrero hubo una caída del 40 por ciento en las ventas con ese destino respecto de un año atrás, brecha que en el actual contexto tenderá a ampliarse.
La pérdida de credibilidad del gobierno se vio reflejada en el comportamiento del mercado cambiario. El Banco Central, que entre lunes y martes ya había vendido más de 500 millones de dólares de sus reservas para defender al real, ayer debió salir a apagar la furia especuladora (ayer volcó otros 235 millones), que en las operaciones matutinas llevó al dólar a 2,22 reales. El cierre, a 2,17, se ubicó un centavo por arriba del fin de la jornada anterior.
El aumento de los encajes bancarios a 26,5 por ciento del monto de depósitos (el anterior se ubicaba en el 20 por ciento) sirvió de poco. La reducción de liquidez se agudizará a partir del viernes 12, cuando los encajes se eleven al 30 por ciento, según anticipó el Central. En la práctica, representa sacar del mercado (reteniéndolos como depósitos inmovilizados en el BC) unos 6 mil millones de reales, según estimó el ex ministro de Hacienda Marcilio Marques Moreira, quien a su vez calculó en 27 mil millones de la moneda local el excedente en poder de las instituciones financieras.
Tardíamente, la autoridad monetaria reaccionó a la especulación motorizada por los bancos. Los balances de las instituciones para el mes de enero muestran que, gracias a las diferencias de cambio, éstas obtuvieron ganancias en enero que llegan a octuplicar las logradas durante todo 1998. El Morgan Guaranty Trust logró el record de suba de ganancias. Su vicepresidente, Leonardo Correa, justificó el resultado reconociendo que el banco reforzó sus reservas de dólares antes de la liberación del cambio (13 de enero), pero negó que la institución haya recibido información anticipada sobre la devaluación que se venía. El economista y diputado por el PT Aloisio Mercadante había denunciado que nueve bancos realizaron compras por mil millones de dólares en la víspera de la maxidevaluación, alentando la sospecha de una filtración de la información desde organismos oficiales.
Los resultados de los bancos en enero aumentaron esa sospecha. El Chase Manhattan, el Citibank y el Multi Banco (filial del BankAmerica), todos de origen estadounidense, también observaron ganancias inusuales, multiplicando por cuatro en un solo mes los beneficios obtenidos el año anterior.
El crecimiento del 80 por ciento de la cotización del dólar en moneda local hace prácticamente imposible la comercialización de productos importados. La Asociación Brasileña de Importadores de Automotores anunció la suspensión del ingreso de rodados. Carlos Vilhena, su secretario ejecutivo, reveló que los importadores no están retirando los vehículosque están en el puerto. Se calcula que en el de Vitoria (estado de Espirito Santo, sudeste del país) se encuentran paradas unas 20 mil unidades, mientras que en Paranaguá (estado de Paraná) habría otros 6 mil, en este caso importados por las terminales (Volkswagen, Renault y Chrysler). “El mercado desaparecerá si el dólar se mantiene entre 1,80 y 1,90 reales”, señaló un importador, refiriendo un valor muy inferior a las cotizaciones de la última semana.
Los funcionarios del Ministerio de Hacienda estiman que mañana, viernes, “muy probablemente” se concluyan las negociaciones para ajustar las metas del acuerdo con el FMI, y así se liberaría el segundo tramo de 9000 millones de dólares del préstamo especial por 41.500 millones. Junto a las nuevas pautas, el FMI dejará en manos de las autoridades algunas recomendaciones sobre cómo intervenir en el descalabrado mercado financiero. Mussa, su economista jefe, anticipó desde Washington una de ellas. Afirmó que el gobierno brasileño “podría tener que aumentar las tasas” para contener la corrida contra el real: una vuelta más de tuerca sobre la estrangulada economía real.

 

Papeles por papeles
El Gobierno amplió ayer a las AFJP y compañías de seguro su oferta de recibir bonos Brady en canje por otros que tengan en su cartera esos inversores institucionales. Federico Molina, director nacional de la Oficina de Crédito Público, señaló a Página/12 que varias instituciones plantearon que querían canjear bonos de sus portafolios de inversión por bonos del Gobierno de mayor rendimiento.
La Secretaría de Hacienda ya había realizado una experiencia similar con diversos fondos de pensión locales, que alcanzó los 750 millones de pesos. Ahora los destinatarios principales serán las AFJP que quedaron al margen de la primera operación, añadiéndose diversas compañías de seguro. “El canje le conviene al Gobierno y también a los inversores”, destacó Molina, quien estimó el beneficio oficial entre un 2 y un 5 por ciento, y en un 5 por ciento el de las empresas privadas. Los bonos que recibirá el Estado son los Brady Par y los Discount, en tanto que a cambio entregará otros que tengan como mínimo una vida promedio de diez años.

 


 

LAS PyMES EMPRESAS PIDEN UN FONDO ANTICRISIS
Salvavida para el naufragio

t.gif (862 bytes) El titular de la Confederación General Económica (CGE), César Tortorella, avanzó ayer sobre la propuesta de una nueva medida a favor de la empresas más chicas. Este lunes el Gobierno aprobó la reglamentación del Estatuto Pymes que flexibilizó las condiciones laborales de millones de trabajadores. Ahora la entidad patronal quiere que el Gobierno constituya un fondo anticrisis –de unos 500 millones de pesos– para que las pequeñas y medianas empresas puedan enfrentar su complicado panorama actual.
“La grave situación en la que se encuentran las pymes va a seguir sin Brasil, sin China y sin cualquiera que sea el próximo país en crisis”, advirtió en conferencia de prensa Tortorella. Según el dirigente empresario hace cinco meses que cae el índice de producción industrial, lo que a su entender evidencia que “no es sólo Brasil lo que impacta sobre las empresas” que representa. Lo cierto es que en los primeros meses del año este sector ha debido realizar no pocos despidos y suspensiones, y podar los salarios a través del quite de horas extras, eliminación de premios al personal y aumentando la extensión de las jornadas de trabajo.
Tortorella, que cree que existen señales favorables al proyecto de parte del Gobierno, dijo a Página/12 que la iniciativa intenta instalar la preocupación por las políticas de Estado activas. “En vez de echarle la culpa a Brasil –señaló– hay que buscar la proactividad, sin olvidar medidas defensivas como los derechos antidumping y contar con una Aduana menos permisiva, entre tantas otras posibilidades.”
El fondo anticrisis, específicamente orientado a la compensación de las pérdidas de competitividad de las pymes, apunta, de acuerdo con la iniciativa de la CGE, a lograr tres metas centrales. La primera es que los pequeños empresarios logren la devolución automática del IVA a las exportaciones hacia Brasil. Los objetivos restantes implican la creación de dos líneas especiales de financiamiento, una para facilitar las ventas externas de los pequeños y medianos productores y otra para la adquisición de bienes de capital. En este último caso la propuesta especifica que la tasa máxima de interés no deberá exceder el 10 por ciento anual. Los fondos que implican las medidas solicitadas alcanzan los 500 millones de pesos según los cálculos de los técnicos de la Confederación.
En compensación, la central empresaria pensó, a su vez, en tres mecanismos para nutrir la “caja” del bautizado “fondo de compensación de competitividad Pyme”. Por un lado se impulsa la fijación de un arancel transitorio –por un año– sobre las importaciones no provenientes del Mercosur. Además, agrega una liberación de encajes bancarios por parte del Banco Central y la creación de otro fondo pero esta vez “de garantía” con participación del sector bancario.
La ingeniería financiera elaborada por la CGE respecto del arancel transitorio prevé, específicamente, que se graven con un 12 por ciento las importaciones de bienes de consumo y con un 2 las compras externas de vehículos. En tanto, el flujo obtenido de la disminución de los encajes bancarios sería reemplazado por bonos emitidos con garantía del propio fondo anticrisis, sin afectar el nivel de divisas inmovilizadas por el Central. Por último, el fondo de garantía se constituiría con aportes del sector bancario y contempla una desgravación impositiva para las entidades.

 

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