OPINION
Apocalipsis ahora
Por Pablo Vignone |
Perón
era de Racing. Pero después vino Menem. Perón ya está muerto. Por lo que se aprecia,
Racing también.
El proceso iniciado por el juez Víctor Perrotta suena, a luz de estos acontecimientos
catastróficos, como el Juicio Final. A partir de él, el fútbol se desbarranca en un
abismo sin final, y a diario están teniendo lugar episodios de gravedad impensada, como
el ataque desbordante de impunidad de los barrabravas de Boca, o la desaparición
orgánica de Racing.
Es el Apocalipsis. Ya no hay que pasar más por TV el gol del Chango Cárdenas en el
Centenario: la pelota se va al lado del palo.
Nadie se salva en esta catástrofe. El imparable alud de desastres las distorsiones
que aprietan el corsé del fútbol desde hace un cuarto de siglo van a arrastrar
también a los próceres. Los sucesos del último mes, ¿no habrán comenzado a derribar
inexorablemente el sillón de Julio Grondona? Su papel durante las más de tres semanas de
paro solidario fue ornamental, y el plan de rescate de Racing que elaboró su conducción
arribó tarde y fue malo: la Cámara de La Plata no aceptó los cuatro millones que
prometía ayer porque no los consideró ingresos genuinos.
Los sicarios del poder económico del fútbol propalan ahora el inicio de una nueva
era. El mensaje desmonta fácilmente: si las asociaciones civiles no pueden ser
conducidas con propiedad, entonces resguardemos la pasión ... privatizándola. Y la
compramos nosotros.
Pero el plan era otro: eran los cuadros chicos los que tenían que perder la categoría,
irse al descenso (y si desaparecían, ¿qué?) pero no un grande. ¿Cómo va a tener
éxito un campeonato en el que juegan Ferro y Platense, pero que adolece de Racing? Así,
les va mal inclusive a los que les va bien.
La catarata llegó hasta aquí y lo inunda todo. Racing no era el único en convocatoria:
Huracán también está con el agua al cuello. ¿Serán sus hinchas los próximos en
llorar su corazón partido cortando la Avenida Caseros frente a la sede del Parque
Patricios?
Sugerir que esto es una película dirigida por Coppola carece de sutileza. Pero el
Apocalipsis del fútbol argentino dio comienzo. Normalmente, una película dura 90
minutos, como un partido. Este fenómeno durará un poco más. Y es ahora. |
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