|
|
|
|
|
|
|
|
|
Por Felipe Yapur  Con una copia de la
resolución del juez cordobés que le permite al Presidente mantener la posibilidad de
competir por un nuevo mandato Eduardo Duhalde lanzó, desde Mar del Plata, un nuevo grito
de guerra al prometer que vencerá a Menem “en forma arrolladora” y ratificar
que los que violen la Constitución “pueden ir presos”. Mientras tanto, César
Arias estuvo en Córdoba, el epicentro de la nueva embestida reeleccionista, para
notificarse como apoderado del PJ y estudiar las posibilidades que existen para que el
Consejo Nacional del PJ se incorpore como parte en la causa judicial. Situación esta que
puede llegar a generar una dura batalla interna entre menemistas y duhaldistas, quienes ya
no dudan de la intención del Presidente de tensar cada vez más la débil cuerda que
mantiene al justicialismo unido. Lejos de todas estas maniobras, Carlos Menem se recluyó
en su Anillaco natal a meditar y buscar inspiración. Pero antes de partir dijo, en una
obvia alusión a sus adversarios, que “quiero volver a ser electo en el 2003”.La presencia de Arias en Córdoba no es nueva. Los duhaldistas lo sindican como el verdadero redactor de la resolución del juez Ricardo Bustos Fierro. “Poco después de que el PJ cordobés hizo la presentación judicial, el diputado Arias estuvo tres días en esa ciudad reunido con el juez”, aseguró a este diario un operador del gobernador. Ese mismo operador utiliza la oportuna definición del juez para confirmar su hipótesis con respecto al legislador. Pero esta nueva presencia de Arias puede llegar a causar más escozor en el bunker del gobernador porque están seguros de que retornó a Buenos Aires con todo listo para presentar al Consejo Justicialista como actor en la causa y para ello sólo necesita un pequeño trámite ya que cuentan con la mayoría: llamar a una reunión del organismo, presentar la propuesta y votar. Según el duhaldismo esto “es una maniobra bastante riesgosa”, porque alimentará las ansias rupturistas de algunos sectores que responden al gobernador: “Parece que Menem quiere destruir el peronismo”, se quejó un alto funcionario de La Plata. Sin embargo, César Arias negó a Página/12 que la intención de incorporar al Consejo Nacional del PJ en la causa pueda significar una señal de ruptura: “De darse esta situación lo único que se pretende es despejar incógnitas, clarificar dudas. Lo que queremos saber es cuál es el alcance de la resolución, de manera que nadie podría molestarse por ello”. Pero la tesis rupturista que algunos duhaldistas están promoviendo no cuenta con la bendición del gobernador, quien insiste en que hay que competir dentro del partido y ser los únicos que derroten al Presidente. Es por ello que el gobernador ya instruyó a su gente para que mantengan contacto con los operadores de la Alianza pero al solo efecto de analizar las maniobras menemistas. “No esperen vernos en una foto juntos, sólo podremos coincidir en un debate parlamentario”, indicó uno de los miembros del equipo de campaña de Duhalde. Esta es la forma que el gobernador eligió para acercarse a las otras fuerzas democráticas que se oponen a la re-re. “No se olviden que seguimos en campaña y ellos (por la Alianza) son nuestros adversarios”, le dijo el gobernador a su equipo cuando discutieron la imposibilidad de participar en el Foro para la Defensa de la Constitución que organiza la coalición opositora para el próximo viernes (ver página 3). En realidad lo que intenta dejar bien en claro Duhalde es que él es el único dirigente con capacidad como para derrotar a Menem. “Cualquier encuentro o acercamiento con la Alianza puede ser entendido como un signo de debilidad por parte de la gente y utilizado por los halcones de Menem”, confió un asesor del gobernador. Lo que sí apoya Duhalde es el debate en las Cámaras legislativas de la redacción de una ley o un proyecto de declaración en donde no se deje lugar a dudas sobre el alcance de la polémica cláusula transitoria novena de la Constitución nacional y que impide la posibilidad de que Menemcompita por un nuevo mandato (ver página 4). Este paso representa uno de los puntos de la estrategia antirreeleccionista que el propio gobernador anudó con sus más estrechos colaboradores, los mandatarios provinciales aliados, Néstor Kirchner (Santa Cruz) y Jorge Busti (Entre Ríos) y que cuenta con el desbanque de la presidencia de la Cámara de Diputados, Alberto Pierri. Desde la vereda de enfrente del justicialismo, la Alianza también se prepara a dar batalla al intento re-reeleccionista. El propio Fernando de la Rúa advirtió que “los jueces que obren abiertamente en contra de la ley” para habilitar a la re-reelección “pueden ir presos”.
|
