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Sin
brillar pero ratificando virtudes mostradas a lo largo de una rigurosa y fructífera
pretemporada, San Lorenzo comenzó el Clausura muy concentrado y se sacó de encima a un
Platense que, por necesitado y por tener una estructura ya consolidada de equipo, no
resultó nada fácil. San Lorenzo consiguió su ventaja inicial sobre el filo del primer tiempo después de haber predominado levemente a lo largo de todo el desarrollo. Incluso desde los primeros instantes, cuando le anularon un gol a Bernardo Romeo, siempre incisivo y dispuesto a buscar por afuera o tirarse atrás cuando era necesario. El gol llegó en una jugada en dos tiempos de la que sacó provecho Saric que la peleó y que sin duda anda derecho para el gol. El debut de Pedro Marchetta al frente de los de Vicente López venía oscuro. Puso a Coyette para tener más fútbol, pero el comienzo del segundo se hizo aburrido. Sin embargo, su presentación como técnico pudo cerrarse con un empate cuando faltando veinte minutos un hábil cabezazo de Godoy debió inclinarse para desviar la pelota débil pero muy bien colocada al palo derecho de Passet pareció que sentenciaba el resultado. Pero no fue así. Ruggeri puso un delantero más, sacó al volante Saric y puso otro delantero, el goleador Héctor Núñez, quien aunque estuvo sólo diez minutos en la cancha convirtió un gol y estuvo cerca en otra oportunidad. El tanto de la victoria llegó a sólo seis del final, cuando después de una llegada profunda de los de Ruggeri, Gorosito de muy buena actuación junto a Galetto y Coudet, los más claros colocó el córner al primer palo, donde Núñez se adelantó a todos con un nuevo cabezazo a la red. El resultado fue justo; la actuación de San Lorenzo, con un razonable margen para la esperanza.
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