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Por Adrián H. Mouján Carlos y Eduardo Menem en la interna del justicialismo riojano parecen haber olvidado la ley primera del Martín Fierro. Aquella que habla de la unión entre hermanos. El senador pretende que Angel Maza continúe a cargo del Ejecutivo provincial y que su hijo Adrián sea consagrado como primer candidato a diputado nacional, mientras que el sicarlismo postula al diputado nacional Ricardo Quintela como precandidato a gobernador. Este sector acusó a los eduardistas de utilizar dinero de un crédito destinado a los productores agrícolas riojanos para la campaña interna. La Rioja fue casi siempre el escenario en el que los hermanos Menem saldaban sus diferencias políticas. En 1995, el PJ riojano dividió sus comicios internos; en primer lugar se celebraron las elecciones para diputados nacionales en los que Federalismo y Liberación, el sector que responde a Carlos Menem, se impuso al Frente de la Esperanza, que responde al senador Eduardo Menem. Pero en la elección del gobernador, el por entonces secretario de Minería, Angel Maza, apadrinado por Eduardo Menem y Domingo Cavallo todavía ministro de Economía le asestó un duro golpe al sicarlismo al derrotar en la interna a Bernabé Arnaudo, un amigo íntimo del Presidente. Maza, durante todo el desarrollo de la interna del justicialismo a nivel nacional, dio muestras de un ultramenemismo a prueba de balas, pero adentro, en la tierra natal del jefe de Estado, la situación es muy diferente. El sector al que responde el mandatario provincial y que lidera el senador hegemoniza el partido ya que preside el PJ riojano y tiene tres miembros en la Junta Electoral, que está compuesta por cuatro dirigentes. El restante responde a Federalismo y Liberación. Este año, Maza decidió convocar a elecciones internas para el 11 de abril. En esos comicios se elegirá al candidato a gobernador, vice, diputados nacionales, legisladores provinciales e intendentes. El conflicto se generó cuando el Frente de la Esperanza anunció que modificará la Carta Orgánica partidaria. Inmediatamente, Quintela acusó al gobernador riojano de querer reimplantar, en forma encubierta, la ley de lemas. El artículo que pretenden modificar los eduardistas es el sexto, que en un párrafo señala que las listas de candidatos deberán formularse en forma completa y única presentando candidatos en todos los estamentos a elegir. Quintela denunció que el Frente de la Esperanza presentará candidatos a intendentes para que sus diferentes sectores internos diriman sus diferencias en la interna, pero todas las listas llevarán la boleta de Maza para gobernador y Adrián Menem para diputado nacional. Eso viola la Carta Orgánica, e implanta la ley de lemas en el partido. La ley de lemas fue derogada por el propio Maza en 1995 a pedido de los radicales que, a pesar de haber obtenido el 37 por ciento de los votos en los comicios de ese año, sólo consiguió un diputado. Según Quintela, Maza pretende asegurarse su reelección con la ley de lemas y garatizarle la banca a Adrián Menem, que vive hace 15 años en la Capital Federal y viene a la Rioja a pasar las fiestas, fue el duro cuestionamiento de Quintela. El conflicto subió los decibeles cuando dirigentes que responden a Quintela denunciaron que los 50 millones de dólares recibidos por la provincia de un crédito obtenido en la banca privada en abril de 1998, iban a ser utilizados en la campaña electoral. Piensan utilizar los fondos con intencionalidad política. Otorgarlos a productores agrícolas en aquellos municipios donde saben que van a perder, aseguró Quintela.
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