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Por Nora Veiras  El calor
insoportable transformó ayer en un suplicio el primer día de clase en las escuelas
porteñas y bonaerenses. Más de un nene cayó desmayado y maestras y funcionarios no
sabían cómo acomodarse dentro de guardapolvos y trajes. Todo resultaba un esfuerzo
extra. Pero no fue sólo la temperatura la que rompió el record, también se superó el
record del absurdo: a los chicos de varias escuelas metropolitanas los
“refrescaron” con mate cocido hirviendo. Las ceremonias escolares se repitieron
en Córdoba, Santa Fe, Corrientes y Santiago del Estero. En San Juan, Neuquén y Tierra
del Fuego, el inicio del ciclo lectivo empezó con protestas gremiales. Frente al Congreso
de la Nación, los ayunantes se encaminan a cumplir los dos años de Carpa Blanca mientras
preparan el paro del 6 de abril. En ninguna jurisdicción hubo aumentos salariales.El gobernador Eduardo Duhalde anunció la aplicación de la Educación Completa Obligatoria (ECO) de trece años. Transformó así a Buenos Aires en la primera jurisdicción con primaria y secundaria obligatoria. En el actocampaña se paró frente al micrófono y dijo: “Tenemos que tener abogados y médicos, no delincuentes, porque la sociedad les tiene que dar la posibilidad de capacitarse y ser alguien en la vida”. Los chicos lo escuchaban abanicándose y desconcertados. “En la cárcel, nueve de cada diez presos están ahí porque no pudieron capacitarse”, insistió el precandidato presidencial del peronismo. Duhalde apostó a la escuela pero hasta ahora más como refugio de problemas sociales que como centros de excelencia. Sin educación las oportunidades de trabajo son nulas pero la educación en sí misma no es la solución de los modelos de exclusión. La directora de Escuelas, Graciela Giannettasio, dijo que “cuando dejemos la gestión en diciembre de este año, por primera vez la provincia habrá incorporado en su bagaje no sólo ladrillos, no sólo un millón más de alumnos de los que teníamos en 1992, habrá incorporado una administración eficiente, descentralizada y un sistema que busca permanentemente la calidad, tomando como eje la equidad, que es la igualdad de oportunidades”. En La Plata, los maestros enrolados en el Sindicato Unificado de Trabajadores de la Educación (SUTEBA) levantaron una Carpa Blanca y ayunarán durante cinco días en reclamo de la garantía del Tesoro Nacional al Fondo de Incentivo Salarial Docente, la cláusula que vetó el presidente Carlos Menem. El vicejefe de gobierno porteño, Enrique Olivera, se quejó por el paro anunciado para abril porque esas medidas “hacen complicado pensar en una educación mejor” y pidió “reflexión” a los docentes. El secretario de Educación, Mario Giannoni, dijo que “la sociedad nos está reclamando que volvamos a enseñar, nos reclama que asumamos el rol adulto y profesional que tiene que ver con la función enseñante. Venimos de treinta años de corriente de pensamiento educativo que diluyeron la función de enseñar. Teníamos que acompañar, orientar, guiar, creo que a fin de siglo existe casi un clamor para que volvamos a enseñar”. El inicio del año escolar pone en evidencia la irregular aplicación de la nueva estructura educativa en las distintas jurisdicciones. Sólo Buenos Aires completó este año el inicio del nivel Polimodal –los últimos tres años del secundario–. En la ciudad de Buenos Aires, el debate de los proyectos de Ley de Educación recién despunta en la Legislatura: se apostó a empezar lentamente con los cambios de contenidos y todavía sigue indefinida la nueva estructura. En Tierra del Fuego, el gremio docente resiste la aplicación del tercer ciclo de la Educación General Básica –de séptimo a segundo año del secundario– por la “improvisación” y el temor al recorte de cargos. En Jujuy, donde el año pasado se aprobó a todos los alumnos con apenas 55 días de clase en primaria y 25 en el nivel medio, los docentes tampoco quieren que “nos apuren”. En Neuquén, ATEN inició el ciclo lectivo con medidas de fuerza y denunció que “tres de cada diezescuelas tienen problemas edilicios, además de una importante superpoblación de alumnos en las aulas”.
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