Por Carlos Stroker
La decretada
quiebra de Racing, divulgada el jueves pasado, agitó mucho más el tablero político
nacional. Así como se da el enfrentamiento entre menemistas y duhaldistas debido a la
posibilidad de que Carlos Menem logre la rereelección, esa pelea se volcó durante
todo el día de ayer al terreno deportivo, en especial al salvataje a Racing. Por eso el
vicepresidente Carlos Ruckauf, posible candidato a la gobernación de Buenos Aires por el
duhaldismo, anunció un proyecto de ley que le otorgue la continuidad al club, la
suspensión del pago de la deuda salvo a los trabajadores del club, entre ellos los
jugadores y cuerpo técnico y declare monumento histórico al estadio. Ruckauf
acordó con la frepasista Graciela Fernández Meijide, candidato a la gobernación de la
provincia de Buenos Aires, que apoye su proyecto. Intentó sin resultado positivo dialogar
con Chacho Alvarez, quien se encuentra en Brasil junto a Fernando De la Rúa.
Si la apelación presentada ayer por Daniel Lalín (ver Lalín contra...) no
causa efecto, se recurrirá a la Suprema Corte, donde esperan que haya resultado positivo.
Lalín intentará lograr un préstamo del Banco Provincia que sería superior a los 15
millones de dólares. Además, Duhalde se comprometió a convencer a algunos empresarios
para que aporten dinero a través de publicidad. La tarjeta de crédito Visa sería el
sponsor y colocaría algo más de 1,3 millones de dólares.
Todos conocen la afinidad política que une a Lalín y Duhalde y la gestión que habría
efectuado el ex presidente del club para encontrarle una salida a la crisis académica.
Lalín acaba de firmar solicitadas en apoyo a la candidatura presidencial de Duhalde.
Ruckauf, que ayer se reunió con los jugadores de Racing en la Casa de Gobierno, es un
fanático de la Academia y además el gestor de un proyecto de ley que le daría al club
un buen salvavidas en medio del conflicto.
En realidad, el vicepresidente redactó el proyecto de ley pensando en todo el fútbol y
no sólo en Racing. Sólo que el primer beneficiado, en caso de aprobarse, no sería otro
que el propio club de Avellaneda.
Se trata de una norma global en la que se defiende al fútbol como deporte
dijo Ruckauf y va más allá de una institución deportiva, porque creo que
hay que hacer una reforma de fondo en el fútbol.
Es que detrás de este gran movimiento para salvar a Racing parece encontrarse cierta
intención de varios legisladores oficialistas de aprovechar el momento y votar una ley
que hasta hoy les fue esquiva: la sanción de las sociedades anónimas en el fútbol. La
ley es conocida como la SAD (Sociedades Anónimas Deportivas).
Pero no sólo eso: también sería un buen momento para intentar que Julio Grondona cambie
la idea de varios dirigentes. Es que hace seis meses, en la AFA, Grondona reunió a los 36
miembros del Comité Ejecutivo para que se opusieran a la intención oficial. La votación
fue contundente: 36 en contra y nadie a favor de la privatización. Más allá de esta
situación, algunos especulan con la mala relación de Lalín y Grondona, y que Duhalde
decidió mostrar su apoyo para que quede en claro de qué vereda coloca a Grondona en caso
de que en el futuro ocupe la Casa Rosada.
Racing tiene una deuda verificada por la sindicatura que encabezó Liliana Ripoll de 34
millones de dólares, y fueron rechazadas deudas por casi 20 millones. Racing debería
vender sus dos sedes, la de Villa del Parque y la de Avellaneda (no forman parte del
Monumento Histórico propuesto por Ruckauf) y le quedarían cerca de 12 millones de
dólares. Además se abrieron dos cuentas, una en el Banco Provincia y otra en el Nación
para que los hinchas aporten dinero.
Los hinchas famosos de Racing tuvieron un día agitado. Propusieron reunir a mil hinchas
que aportaran 10 mil dólares cada uno. Algunos dicen que el duhaldismo mostró rapidez
para resolver un tema que generaconfianza y posibles votos, como es el fútbol. El que
salió a la cancha, en su nombre, fue el vicepresidente Ruckauf.
De Interés Histórico
Este es el texto del proyecto de ley del vicepresidente Ruckauf para salvar a Racing, que
fue presentado anoche en el Congreso:
Artículo 1º: Declárase de Interés Histórico Nacional al Racing Club de
Avellaneda y a sus instituciones deportivas.
Artículo 2º: Suspéndese por 360 días, a partir del 1º de marzo de 1999, toda acción
judicial que atente contra el funcionamiento deportivo, profesional o amateur de la citada
institución.
Artículo 3º: Créase una comisión integrada por cuatro senadores y cuatro diputados
para que en el término de 30 días propongan una solución legal que proteja la
continuidad del Racing Club e impida que a otras entidades les ocurra lo mismo.
Artículo 4º: La Asociación del Fútbol Argentino tomará las medidas necesarias a fin
de que el Racing Club continúe participando normalmente del Campeonato Nacional de
Fútbol. |
Razones para la quiebra de los clubes
Cuando el negocio no da para más
Por C.S. y P.V.
El proyecto de Carlos
Ruckauf, que esconde solapadamente la cristalización de los clubes como sociedades
anónimas, vuelve a desnudar la auténtica crisis del fútbol argentino: es que en las
condiciones en las que operan actualmente, y pese al dinero que hace fluir la TV, los
clubes son deficitarios. En ese cuadro, sin dirigentes que asuman la responsabilidad
material de sus desaciertos, la situación de Racing es la primera muestra de lo que puede
suceder con el resto.
Sólo uno de los 20 clubes de Primera cerró 1998 con superávit: Lanús, con 1,4 millones
de dólares. En el resto, las deudas siguen creciendo. A la quiebra de Racing (ver nota
central) y la convocatoria de acreedores de Huracán, que tiene una deuda reconocida de
casi 10 millones de dólares, se suman el rojo de Independiente, estimado en 16 millones o
el de River, que bordea los 30 millones de dólares. La cuenta es sencilla: lo que la
Cámara de La Plata denunciaba en su fallo respecto de Racing (los egresos son
superiores a los ingresos), sucede en todos los clubes. Son varias las instituciones
que ya han cobrado por adelantado los ingresos de la TV de los próximos años. Torneos y
Competencias, por ejemplo, paga 300 mil dólares a cada equipo grande por el clásico del
domingo, que se ve por televisación codificada. Pero por partido ganado, un grande paga
hasta 2500 dólares por jugador. Por eso, en los clubes no todos son ingresos, ya que,
además de los premios, por ejemplo, deben pagar sueldos y primas. La prima más alta en
River es de 1.150.000 y le pertenece al volante Marcelo Gallardo. En tanto que el mejor
sueldo es el de 7000 dólares, que reciben el propio Gallardo y los históricos del club,
como Berti o Astrada. Boca, por su parte, paga menos, ya que le abona 450.000 a Martín
Palermo es la más alta y fijó un sueldo tope de 5600 dólares.
River tiene los ingresos extra por jugar la Copa Libertadores (se calcula que puede ganar
hasta 5 millones de dólares si gana el torneo), Boca suma una recaudación sobre otra:
con la Bombonera a full reúne cerca de un millón de dólares. Para funcionar con
criterio de caja y en situación normal, Racing debía promover recursos por 800 mil
dólares mensuales, unos 10 millones de dólares al año. Sus recursos genuinos son la
cuota social, las recaudaciones, la venta de jugadores, la comercialización de su
camiseta y el marketing. Además los recursos de la televisión que ya fueron cobrados y
gastados. En definitiva, los ingresos no siempre cubren las salidas. Si se toma como
ejemplo a un club chico se verá que Ferro llegó a tener en 1997 un déficit de 16
millones de dólares y que ahora, debido a la venta de terrenos al empresario húngaro
George Soros, se redujo en más de 10 millones de dólares. Claro que los sueldos y las
primas son diferentes a los de los grandes, ya que en Caballito el sueldo no supera los
3500 dólares y la prima no alcanza a los 200 mil dólares anuales. Pero las recaudaciones
no son, ni por asomo, las de un club grande.
Si la ley de Ruckauf prospera, sólo Lanús puede seguir funcionando. Y si se toma en
cuenta a los países europeos, como España o Italia, cualquier equipo (o sociedad
anónima) que no está al día con sus trabajadores cuando comienza el torneo, no puede
jugar. En la ley de Ruckauf, este concepto no figura.
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