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Por Diego Schurman y Pablo Feldman  “Por favor Carlos,
de eso no hablemos más”. Ensayando un tono diplomático, Carlos Reutemann dio por
cerrado ayer la posibilidad de acompañar a Carlos Menem en una fórmula presidencial. El
senador se lo dijo en la cara, sin cabildeos, y volviendo a demostrar que su promesa de no
ser segundo de nadie sigue firme. La respuesta se convirtió en un nuevo obstáculo para
las aspiraciones re-reeleccionistas del Presidente. Pero no será el último: Jorge Obeid,
Arturo Lafalla y Adolfo Rodríguez Saa están dispuestos a manifestar su oposición a un
tercer mandato consecutivo esta noche, durante una cena que los gobernadores
justicialistas mantendrán con Menem en Olivos. Pese a ello, en la Casa Rosada aseguran
que allí el Presidente testeará el grado de adhesión a una fórmula con Rubén Marín o
Alberto Pierri. Reutemann y el Presidente tuvieron dos contactos. Uno efímero antes de la cena que compartieron con Carlos, el príncipe de Gales. Y otro formal pocas horas después. Menem insistió con sumarlo a la fórmula, y el Lole le contó sus planes, entre los cuales aún se encuentra la posibilidad de lanzarse a competir contra Eduardo Duhalde. Dijo que, si a su regreso de Europa –parte hoy y regresa el martes– el Presidente persiste con su indecisión, directamente se postulará como candidato a gobernador de Santa Fe. En cambio, si el tema se resolviese por la positiva, apoyará a Menem y si lo es por la negativa pensará qué hacer. Esta última opción –que el Presidente desista de competir en la interna del PJ– será la más complicada para Reutemann. No porque no quiera sino porque cree, pese al apoyo que le brindaría la mayoría de los gobernadores, que los plazos son exiguos y que las últimas maniobras realizadas por Menem tendrán un efecto perjudicial sobre cualquier candidato que tome la posta. Aun así se trata de una trama con final abierto. Algunos operadores del Gobierno aseguran que la decisión de Menem se conocerá entre el jueves y el domingo, otros dicen que el Presidente estirará toda resolución hasta días previos al 9 de abril, fecha en que cierran las listas para la competencia interna. Reutemann también cambió palabras ayer con Antonio Cafiero y Carlos Corach. Cafiero tiene especial interés en el tema ya que aparece como número puesto para pelear la gobernación de la provincia de Buenos Aires representando al menemismo. Aunque asegura a diestra y siniestra que Menem se postulará, el ministro del Interior también está preocupado por la decisión del Lole. No es menor el desasosiego que envuelve al menemismo. No sólo por la reacción que el fallo judicial de Ricardo Bustos Fierro, habilitando a Menem a competir en la interna, generó fuera del justicialismo. Sino también dentro de las propias filas partidarias. Es sugestiva la desaparición de Eduardo Bauzá del escenario de operaciones. El senador siempre fue un escudero reeleccionista, pero esta vez no parece tan decidido a emprender otra cruzada. La postura de los gobernadores también desvela a Corach, quien trajinó como nunca en estos días para abroquelarlos detrás de la figura presidencial. La estrategia fue decirles que tiene “la certeza” de que Menem se lanza a la competencia y que su compañero de fórmula será un mandatario provincial. Pero aun así el tiempo decanta lealtades. Obeid y Lafalla tendrán un aparte antes de la cena de Olivos. Los gobernadores de Santa Fe y Mendoza se mostraron contrarios a la “violación de la Constitución”, un formulismo necesario a la hora de decir que se oponen a una nueva reelección. Esta tarde buscarán la mejor manera de decírselo a Menem en la cara. Ambos mandatarios no aprueban la candidatura de Duhalde –lo recelan y despotrican en privado por su “centralismo”– sino que sueñan con el lanzamiento de Reutemann. El que sorprendió públicamente con una expresión contra la posibilidad de un tercer mandato fue el puntano Adolfo Rodríguez Saa, otro de los precandidatos presidenciales (ver aparte). La postura antirre-reeleccionista de estos gobernadores es similar a la del entrerriano Jorge Busti y el santacruceño Néstor Kirchner, dos de los mandatarios que se encolumnaron detrás del proyecto duhaldista y que, por esa razón, no fueron invitados a la cena de Olivos. Algunos funcionarios alentaban anoche el misterio asegurando que el Presidente sorprenderá durante esta jornada buscando consenso para las fórmulas Menem-Marín o, alternativamente, Menem-Pierri. Está convencido de que el gobernador de La Pampa tiene consenso entre los menemistas, pero aún no se sabe a ciencia cierta su compromiso con la re-reelección. El nombre del presidente de la Cámara de Diputados no es casual. Menem ya lo había propuesto como compañero de fórmula de Ramón Ortega, cuando Palito aún revestía en las filas oficiales. Pero Pierri no logra reunir la adhesión de los mandatarios provinciales.
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