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SEIS GRANDES ETARRAS FUERON ATRAPADOS AYER EN PARIS
Cayó el número tres de ETA

En un golpe espectacular en París fue arrestado Arizcuren Ruiz,
número tres de ETA. Para los nacionalistas vascos, el arresto
es una provocación a ETA, que llevaba cinco meses de tregua.

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En el parisino hotel Printania vivía Arizcuren.
Junto con él estaban otros dos importantes etarras.

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Arizcuren está acusado por atentados y muertes.
En 1995, casi consiguió la del rey de España.


t.gif (862 bytes)  En medio de dos operaciones conjuntas de la policía francesa y la Guardia Civil Española, cayó ayer en París el número tres de la ETA. José Javier Arizcuren Ruiz, alias Kantauri, fue atrapado junto con otros cinco miembros de la organización separatista vasca en el golpe más espectacular contra la ETA llevado a cabo cinco meses después de que la organización declarara una tregua unilateral e indefinida. Ante las preguntas por una reacción violenta a las capturas, el ministro del Interior español Jaime Mayor Oreja señaló que sólo había que estar “pendientes de nuestra obligación”. Pero fuera del gobernante Partido Popular (PP) y del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), las reacciones fueron cautas, porque encuentran poco oportunas las detenciones que ponen en peligro el proceso de paz. En París, el jefe de gobierno español José María Aznar dijo que “sólo ETA es responsable” del fracaso del proceso de paz.
La policía española buscaba a Kantauri, un ex electricista de 41 años, desde 1982. Antes de ser promovido a la jefatura militar de la ETA, Kantauri empleó sus saberes en atentados contra torres y transformadores eléctricos en su comunidad natal de Navarra. Desde la clandestinidad en Francia, Kantauri asumió en 1994 la dirección de los comandos ilegales de ETA, y se ocupó de su formación y abastecimiento. Junto con Ignacio Gracia Arregi, alias Iñaki de Rentería, líder de la ETA histórica, y Mikel Albisu, alias Antza y responsable del aparato político, formaba parte de la “troika” dirigente. Desde 1968, la ETA se atribuyó atentados en los que murieron más de 800 personas.
Acusado de 12 asesinatos exitosos, la máxima aspiración de Kantauri era matar al rey de España. Lo intentó en el verano de 1995 en Palma de Mallorca, pero la operación fue desbaratada en el último minuto. Entre las operaciones finalmente fallidas de las que Kantauri fue el cerebro se cuenta el secuestro del funcionario de prisiones José Antonio Ortega Lara, liberado por la policía en julio de 1997 tras permanecer 532 días en manos de la ETA, que lo mantuvo encerrado en un cuarto subterráneo pero minúsculo de un polígono industrial. La liberación de Ortega Lara provocó una reacción de represalia por parte de la ETA, que pocos días después secuestraba y daba muerte al joven concejal vasco Miguel Angel Blanco, la muerte que provocó las mayores manifestaciones de repudio en toda España.
Junto con Kantauri cayeron Irantzu Gallastegui Sodupe, líder del comando de San Sebastián, Mikel Zubimendi Berazategui, ex diputado de Herri Batasuna, y los etarras Ion Mirena Sampedro Blanco, José Ignacio Herranz Bilbao, y Jesús Pui Lekumberri. La Audiencia Nacional de Madrid quiere interrogar cuanto antes a los seis activistas y para ello elaborará de forma inmediata la solicitud de las correspondientes comisiones rogatorias.
El jefe de gobierno español José María Aznar se entrevistó ayer en París con el premier socialista francés Lionel Jospin y con el presidente Jacques Chirac sobre la cuestión de la Agenda 2000 y el rechazo español al fin de las ayudas del fondo cohesión europeo a los países menos ricos. Pero en sus declaraciones, Aznar fue virulento en culpabilizar a la ETA por el fracaso del proceso de paz. Los etarras fueron detenidos horas antes de que Aznar llegara a la capital francesa. “Yo quiero la paz. Ellos intentan obtener la independencia. Ahí está la diferencia”, dijo Aznar. “Deben demostrar que renuncian definitivamente a la violencia; renunciar a las armas e incorporarse plenamente a la vida democrática. Entonces podrán defender sus ideas”, añadió. Aznar denunció los intentos de la ETA por internacionalizar la cuestión del País Vasco. “Invitan a los kurdos, se inventan mediadores extranjeros, tratan de implicar a los vascos franceses. El nacionalismo es uno de los grandes problemas que se perfilan en Europa. Reconocer la independencia de Kosovo sería desastroso, el principio del fin”, explicó.
Los líderes nacionalistas vascos, que formaron una alianza con el ala política de la ETA antes de la tregua, acusaron al gobierno de tirar por la borda las chances de negociar una paz duradera. “Esperemos que la ETAno vea estos arrestos como un acto de provocación”, dijo Joseba Eguibar, vocero del Partido Nacionalista Vasco.

 


 

ADMITEN HABER NEGOCIADO EN EL PAIS VASCO
La mediación de los tupamaros

t.gif (862 bytes) El ex líder guerrillero y actual dirigente político uruguayo Eleuterio Fernández Huidobro admitió ayer públicamente en Montevideo que ex guerrilleros y militares en actividad y retiro de las fuerzas armadas uruguayas fueron mediadores en la situación interna del País Vasco. Fernández Huidobro declaró al diario La República de Montevideo que “también trabajó gente de la izquierda latinoamericana, militantes de la ETA y del gobierno español”, quienes “independientemente de su posición ideológica realizaron un trabajo correcto, leal y de respeto a la palabra empeñada”.
El ex guerrillero, ahora integrado a la vida política con su organización legal, el Movimiento de Liberación Nacional Tupamaros (MLN), explicó que “al principio no fue fácil” y aunque el proceso fue creciendo y se enteró más gente, “no hubo filtraciones a la prensa”. Precisó que “las partes que intervenimos no consideramos que nuestra participación fue clave para determinar la tregua de la ETA y la apertura del proceso de negociación”. “Los protagonistas fueron los vascos y los españoles”, agregó. “Nosotros no participamos de ninguna negociación, sino que ayudamos a generar espacios de entendimiento; después ya es un tema que nos excede y que es cuestión de los vascos y los españoles”, insistió luego el ahora dirigente de la izquierda uruguaya.
En el reportaje concedido ayer al diario La República, Fernández Huidobro aseguró que esa gestión “fue puntual en cuanto a la motivación y la meta y no hay ninguna coordinación o algo por el estilo” para el futuro. El político uruguayo no quiso revelar los nombres de los militares uruguayos que participaron porque “eso les podría acarrear graves perjuicios en lo personal” y agregó que “los nombres concretos no interesan” ya que “solamente está la satisfacción moral del deber cumplido”.
El dirigente negó las versiones de prensa que circularon el año pasado sobre supuestas reuniones en Uruguay con representantes del Ejército Republicano Irlandés (IRA). “Eso fue obra de algún servicio de inteligencia que estaba en contra de lo que se estaba haciendo y que lo perjudicaba mucho”, dijo Fernández Huidobro. Después de atacar a esos servicios “contrarios a la paz”, el dirigente postupamaro concluyó que “no somos estúpidos, ni los tupamaros ni los militares uruguayos”.

 

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