OPINION
El arte de lo posible
Por Daniel Lagares |
La
clase política ha perpetrado uno de los máximos disparates de la historia argentina con
el plan de salvataje de Racing.
Una vez más, han ejercitado el arte de lo posible.
El plan nace, nada menos, que del vicepresidente de la Nación y precandidato a gobernador
bonaerense, el distrito más importante del país. Carlos Ruckauf, en un hecho inédito,
logró encolumnar detrás de sí a los irreconciliables Carlos Menem y Eduardo Duhalde. Es
decir, a las voces autorizadas del oficialismo. El proyecto es un acto de demagogia en
estado puro y una nueva invasión del Poder Ejecutivo sobre el Poder Judicial, esta vez
con el beneplácito de la Alianza que presume ser una alternativa de gobierno.
El mismo Estado que se conformó con ser espectador privilegiado en la danza del mercado
como única reguladora de la vida económica del país, hoy recuerda el asistencialismo
urgente para ponerle un esparadrapo a un cáncer. El mismo Estado que desatiende los
reclamos de justicia social de la inmensa franja derrotada, ahora se viste de guardavida
para socorrer el naufragio de una pasión popular. El menemismo, el duhaldismo y, por
inercia electoral, los aliancistas capitalizan el fenómeno Racing.
Hubo una prolongada actuación de la Justicia en la quiebra de Racing, desde el juez
Gorostegui al fallo de la Cámara de Apelaciones, sin embargo se desautoriza esa
actuación y le da el increíble beneficio de que se suspenda cualquier acto de
ejecución o liquidación del patrimonio racinguista. ¿Cuántas pymes quebradas
estarían en condiciones de exigir el mismo tratamiento teniendo a favor, además, no
haber contado con administraciones fraudulentas como las que padeció Racing? En el
proyecto de Ruckauf no aparece ningún indicio acerca de dónde saldrá el dinero que
detenga el descalabro de Racing y mucho menos el del fútbol argentino, pese a lo
enunciado en el punto quinto que impulsa la formación de comisión bicameral que
proponga una solución a las crisis financieras de los clubes.
Detenerse en lo que significa Racing es innecesario. Pero imponerle el título de
patrimonio histórico y declarar de interés nacional su sede y su
estadio es una desmesura vergonzosa. ¿Quién puede decirles a los hinchas de Huracán o
de Boca o de San Lorenzo, por mencionar unos pocos clubes, que no tienen derecho a la
misma categorización? Si Racing es patrimonio histórico, ¿qué espera
Ruckauf para proponer a Maradona al Premio Nobel? |
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