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Por Adrián H. Mouján La paciencia china que Eduardo Duhalde venía mostrando en la interna partidaria se esfumó en un santiamén. Siguiendo los pasos que su esposa Hilda Chiche González había marcado ayer a la mañana, el precandidato presidencial del PJ le solicitó a la Corte Suprema que se expida sobre el tema de la re-reelección ya que siete recursos al respecto duermen en los escritorios de los ministros del máximo tribunal. El gobernador también acusó a Carlos Menem de no haber cumplido con la palabra que dio el 21 de julio del 98, cuando renunció a la re-reelección. Y retomó su clásica idea de lanzar una consulta popular contra la re-re. Con la cara definitivamente pintada para ir a la guerra, Duhalde, pocas horas después de leer los fundamentos del fallo de María Servini de Cubría sobre la acción declaratoria pedida por el dirigente peronista porteño Roberto Digón (ver nota aparte), volvió a regar la plantita de un plebiscito a nivel nacional para que la gente se expida sobre la posibilidad de habilitar o no a Carlos Menem para postularse a un tercer período. Creo que la consulta popular es una posibilidad, pero hay que buscar consenso con las otras fuerzas políticas, dijo.Con esta frase, el precandidato presidencial justicialista apuntó más que nada a los partidos provinciales y a los gobernadores peronistas que todavía no apoyan al binomio que forma con Ortega. Es demasiado obvio que no pretende regalarle espacio a la oposición, ya que quien está en condiciones de asestarle el mandoble final a Menem es él, debido al poder institucional que ostenta en el principal distrito del país.En julio del 98, Duhalde quebró las ansias de Carlos Menem de perpetuarse en el poder, al convocar a un plebiscito en la provincia para que los bonaerenses se expidieran y les dieran mandato a los legisladores provinciales y nacionales de ese distrito para que voten una ley referida a la re-reelección. No fue necesario armar siquiera una urna, el 21 de julio Carlos Menem renunció a su postulación.Pero, como dice la canción, Carlos Menem es un hombre de romper sus promesas, una y otra vez. Los gurkas menemistas reiteraron sus reclamos para la habilitación de su jefe y así se fueron acumulando siete pedidos de resolución ante los miembros de la Corte. La ironía es que sólo faltan dos para que cada ministro tenga el suyo propio.Sobre este tema, Duhalde hizo hincapié y con la espada ya desenvainada emplazó a los miembros del Tribunal Supremo para que se expidan sobre la cuestión de fondo. No puede ser que haya siete resoluciones desde hace varios meses y nadie haya dictado una sentencia. Duhalde no consideró necesario repetir su frase de cabecera de los últimos días: Hacer una lectura retorcida de la cláusula transitoria novena es violar la Constitución. Pero el gobernador Duhalde no fue el único que criticó a Menem. Ya que Chiche, la primera dama bonaerense, también castigó al jefe de Estado. Siento vergüenza como argentina, porque por un lado queremos estar en uno de los países más importantes y después tenemos actitudes de republiquetas, con esta frase que a los oídos menemistas sonó hiriente, Chiche atacó el rol de estadista que Menem pretende arrogarse.Quizá los argentinos tengamos que ir más allá y plantearnos la necesidad de una consulta popular para terminar de cuajo con este tema de la re-reelección, agregó Chiche. Pero pasada la tarde, los antimenemistas escucharon la voz que querían: la de Eduardo Duhalde. Luego de tener en sus manos los fundamentos del fallo de Servini de Cubría que declara la constitucionalidad de la cláusula transitoria novena, el gobernador se sintió mucho más cómodo en su sillón.Primero, criticó a Menem por haber faltado a la palabra empeñada el 21 de julio pasado cuando frente a los gobernadores, ministros y legisladores renunció a la posibilidad de disputar un tercer mandato. Duhalde consideró necesario sepultar la re-re porque de alguna manera hayque terminar con este tema que es muy enojoso, sobre todo porque estamos en un momento difícil, producto de la crisis brasileña.Duhalde lanzó la posibilidad de una consulta popular, ya que el plebiscito no se puede convocar por ningún tema relacionado con la Constitución. En este punto existen dos trabas políticas para satisfacer al precandidato presidencial: es necesario reglamentar la consulta popular que figura en la Carta Magna del 94, pero resultaría muy difícil de tratar en la Comisión de Asuntos Constitucionales que está repleta de menemistas. La otra traba es el delicadísimo equilibrio que vive el PJ en los bloques de senadores y diputados. A esto hay que sumarle que estamos en un año electoral.
RECHAZO UN PEDIDO DUHALDISTA Y SE OPUSO A LA
RE-RE La jueza federal en lo electoral María Romilda Servini de Cubría le concedió una agridulce victoria a Eduardo Duhalde. Agria porque Servini no hizo lugar a la medida cautelar interpuesta por el dirigente duhaldista porteño Roberto Digón para impedir que el presidente Carlos Menem participe en las internas justicialistas del 9 de mayo. Pero dulce porque la jueza consideró que la cláusula transitoria novena de la Constitución que veda la segunda reelección de Menem no es inconstitucional, ni contraria a los derechos reconocidos por los tratados constitucionalizados. Un párrafo que es más de lo que los bonaerenses esperaban obtener.Con este fallo, al que el propio Duhalde definió como bueno, Servini no se refiere a la autorización del juez federal cordobés Ricardo Bustos Fierro, quien lo habilitó a Menem para competir en la interna peronista. Pero les da la derecha a los bonaerenses coincidiendo, en parte, con el proyecto de resolución que aprobó ayer la Cámara de Diputados. Inclusive, Servini cita que en una veintena de fallos, la Cámara Nacional Electoral, un cuerpo judicial cuestionado por el menemismo, estableció que la cláusula transitoria novena no es inconstitucional.A pesar de que el menemismo tildó de radical a la Cámara Nacional Electoral, Servini la citó en su escrito al señalar que a la luz de lo resuelto por el tribunal en los fallos plenarios, el estado de incertidumbre que se invoca es, por lo tanto, jurídicamente inexistente hasta la fecha. Esta última frase fue recibida con gravedad en el menemismo que argumentaba que la proscripción de Menem es de una terrible gravedad institucional, y además se lamentaron porque el fallo de la Chuchi podría cerrarles el camino a varias presentaciones que se encuentran en la justicia de primera instancia. Pero en otro párrafo de su decisión, la magistrada considera, sugestivamente, que a la fecha no existe la convocatoria a elecciones internas para candidatos a cargos públicos electivos y mucho menos constancia de la existencia de postulación a tales efectos de candidato alguno. Servini no avanza mucho más en el tema y tanto menemistas como duhaldistas no lo consideraron una postergación del proceso interno, así que las internas para el 9 de mayo siguen en pie.La presentación de Digón solicitaba una medida de no innovar hasta tanto no recaiga sentencia definitiva sobre la habilitación para que Carlos Menem pueda ser candidato. Pero también apuntaba a que se le ordenara a Menem que se abstenga de presentarse como candidato a presidente por el PJ.
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