Por Irina Hauser Después de casi diez años en
el poder, Carlos Menem presentó ayer en sociedad su declaración de bienes que hasta
ahora guardó celosamente como el mayor de los secretos. Según el listado que entregó al
titular de la Oficina de Etica Pública, el Presidente goza de un patrimonio de
2.574.893,53 pesos. El aumento de su riqueza, si se consideran sus presentaciones
patrimoniales de 1991, ronda la cifra de un millón de pesos. Además, el reporte de
pertenencias que oficializó ayer no se ajusta a las exigencias que impondrá el
formulario definitivo que se repartirá en los próximos días entre los cargos de mayor
jerarquía de la administración nacional. Por ejemplo, Menem no detalló fecha de
adquisición de sus posesiones, origen de los fondos, características, ubicación (en el
caso de los inmuebles) ni reveló su sueldo. Quizá ésta sea la primera y última vez que
el jefe de Estado haga pública su declaración de bienes. Y, como suele suceder con este
tipo de presentaciones, habrá transparentado sólo lo que dictara su voluntad. De hecho,
Luis Ferreira, director de Etica de la Presidencia, todavía no firmó la resolución que
aprueba la ficha obligatoria que tendrán que completar con los detalles de su fortuna
personal todos los funcionarios. Esto permitió que Menem ayer se limitara a comunicar que
posee: u Autos y motos por valor de 110.700 pesos (modelos que van de los 5400 el más
barato a 24 mil el más caro) y una aeronave de 25 mil. u Inmuebles (en Recoleta, Almagro,
Belgrano, Chilecito y Anillaco) por 723.626,94. u Acciones, cuotas y participaciones
sociales por 1.256.554,02, depósitos en efectivo por 10 mil pesos, acciones con
cotización y fondos comunes de inversión por 4120 pesos y créditos por 51.849. u Bienes
personales y muebles del hogar por 92.621,57 y otros bienes por 300.422 (obras de arte por
100 mil, armas por 3275, caballos de carrera por 10 mil y el taller de motos de Menem
Junior por 157.147, entre otros).La nota con que Menem acompañó su declaración jurada
dice que los datos son los mismos que tiene en su poder la Escribanía General de la
Nación bajo el número 381.212 y que fueron presentados, dijo Ferreira a este diario, a
fines del año pasado. Según adelantó Página/12 y tal como volvió a corroborar ayer el
director de Etica, el nuevo régimen de declaraciones patrimoniales requerirá un mayor
nivel de detalles que el que desplegó Menem: para los bienes muebles e inmuebles se
exigirá aclarar ubicación, fecha de adquisición, porcentaje de propiedad sobre el bien,
origen de los fondos, superficie y valuación; para los títulos, acciones, fondos de
inversión, depósitos, créditos y deudas se pedirá tipo, fecha de adquisición, origen
de los fondos y valor total; además, habrá que detallar todo tipo de ingresos. Quienes
lo rodeaban en 1988 aseguran que el entonces gobernador riojano apenas tenía como única
propiedad en Capital Federal un departamento de dos habitaciones y un living
comedor. Así lo contó en una oportunidad el líder de Nueva Dirigencia, Gustavo
Beliz. Mario Rotundo, ahora allegado a Zulema Yoma y quien reuniera los fondos para la
primera campaña presidencial, contó a los medios: Los primeros zapatos importados
que tuvo se los compré yo. Fue en 1988. En 1991 las primeras declaraciones
impositivas del jefe de Estado levantaron suspicacias. Los listados oficiales de los
diarios le atribuían la cifra de 900 mil pesos, pero en virtud de su cargo según
publicó la revista XXI en septiembre del año pasado él mismo año declaró que su
riqueza era de 1.421.000 pesos. En 1997, informó el mismo semanario, Menem reconoció
bienes por 1.945.052 pesos ante la Escribanía General. Hasta aquí su riqueza había
aumentado en medio millón de pesos. Pero, acorde con la información que el propio Menem
acaba de desnudar, en el último año habría escalado casi 600 mil pesos más. Si se
comparan el listado nuevo y el de un año atrás que dio a conocer XXI, seguirían en pie
ciertas omisiones como un departamento en La Rioja. Y sigue siendo un misterio quién es
el verdadero dueño del refugio ecológico de Anillaco. Pero en la presentación de ayer
aparece la cifra hasta ahora desconocida de 626.217,01 que correspondería a acciones en
las empresas familiares, aunque no se especifica qué firmas son. Este sería el mítico
rubro con que el entorno presidencial suele justificar el enriquecimiento de Menem. Sus
allegados sostuvieron históricamente que las bodegas Saúl Menem han sido el sostén de
buena parte del tesoro del Presidente, justificación que se hizo trizas
cuando el amigo presidencial Carlos Spadone compró el año pasado por escasos 350.000
dólares la porción mayoritaria de la empresa familiar que, además, no llegaba a
facturar más de 25.000 dólares anuales.Aunque no lo aclaró esta vez, Menem ya había
dicho ante los medios que gana cerca de 5000 pesos como Presidente de la Nación. Los
cálculos no cierran si se tiene en cuenta, a modo ilustrativo, que a Zulema Yoma le pasa
8500 pesos mensuales de alimentos postdivorcio. Los cálculos se hacen contradictorios a
los ojos de economistas expertos, sobre todo teniendo en cuenta que el mandatario emergió
de la pobreza hace apenas una década. El doctor en economía y consejero directivo de la
Facultad de Ciencias Económicas (UBA) Bernardo Rudoy planteó la siguiente hipótesis:
Suponiendo que hubiese ahorrado todo su sueldo durante 10 años, podría haber
guardado como mucho un millón de pesos. La cifra de un millón y medio seguramente sea
justificada por su participación en las empresas familiares. Habría que ver cuáles son
esas empresas y la rentabilidad de ese capital. Porque, tal vez, Menem tenga mucho más de
lo que declara. O, suponiendo que tales firmas hayan dado pérdidas, entonces tendríamos
que buscar las ganancias en otro lado que no figura en la declaración recién
presentada. Por todas estas cuentas sinuosas Menem carga con una causa por
enriquecimiento ilícito (un delito que acarrea hasta seis años de cárcel) que fue
abierta a raíz de una denuncia presentada por los diputados Nilda Garré, Alfredo Bravo y
Gustavo Cardesa. En manos del juez Jorge Ballesteros, la acción judicial todavía está
en pañales. En otra causa por enriquecimiento por la construcción de la pista de
aterrizaje en Anillaco, el Presidente fue absuelto sin que la Justicia hubiera investigado
algo tan básico como sus posibles testaferros.
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