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Por Pablo Feldman y Diego Schurman  Carlos Reutemann podría
adelantar su retorno al país para lanzarse como candidato a presidente de la Nación.
Antes de tomar cualquier decisión, el senador tomará contacto con dos legisladores
santafesinos de su mayor confianza que ayer viajaron a Europa para ponerlo al tanto de las
últimas noticias. Los emisarios provinciales no sólo le contarán los detalles de la
reunión donde tres gobernadores se le plantaron a Carlos Menem y le dijeron no a una
nueva reelección. También le acercarán un dato que el Gobierno hizo circular en forma
restringida: que el Presidente desistirá de participar de la interna del PJ antes de que
se produzcan las elecciones de Catamarca, el próximo domingo 21.Los emisarios que le acercarán los datos y la sugerencia para que retorne al país son Juan Carlos Mercier y Julio Gutiérrez. Los diputados tomaron un vuelo ayer hacia Bruselas con la excusa de participar de un encuentro con directivos de la empresa prestataria de aguas provinciales de Santa Fe. Pero ambos fueron convertidos rápidamente en representantes de su provincia para hacer llegar información a Reutemann. Mercier y Gutiérrez son dirigentes estrechamente ligados al senador santafesino. El primero fue ministro de Economía durante la gestión del Lole como gobernador de Santa Fe. Y Gutiérrez fue presidente de la Cámara de Senadores en ese período y desde hace tiempo es el escribano personal de Reutemann. En el entorno del senador santafesino creen que después de los sucedido en la cena del miércoles en Olivos –donde tres gobernadores restaron su apoyo a una nueva reelección– las posibilidades de maniobra de Menem son limitadas. Y por eso comenzaron a especular con la posibilidad de que el Presidente finalmente no se lance. En esa misma línea razonaron Jorge Obeid y Arturo Lafalla, que tras el encuentro con Menem quemaron la noche en un restaurante de la Costanera. Los dos mandatarios provinciales “desleales”, según palabras que ayer hizo uso y abuso Menem, son los que insisten con reflotar la precandidatura del Lole. “Viene el Plan B”, dijeron exultantes en Santa Fe haciendo referencia a la posibilidad de que, si no es Menem, el candidato que saldrá a enfrentar a Duhalde será Reutemann. El entusiasmo responde, además, a las versiones que salieron del despacho del ministro del Interior, Carlos Corach, y que hablan de un anuncio inminente del Presidente, algo que tradujeron como otro “renunciamiento” a la re-reelección. En alguno de los encuentros que Menem mantuvo con Reutemann este año, el Presidente le aseguró que si en algún momento decidía lanzarse le garantizaba el apoyo de una decena de gobernadores. Pero la excitación en las filas del ex piloto de Fórmula Uno se produjo por la mañana, sin saber que a la noche Menem organizaría una reunión con todo el abanico menemista para realizar una demostración de fuerza. El objetivo: contrarrestar una semana marcada fuertemente por las acciones antire-reeleccionistas del duhaldismo y la oposición. En ese encuentro, Menem desempolvó el argumento de la proscripción. Habían pasado apenas horas de la difusión de una Carta Abierta donde se presentaba como “autoexcluido” de la pelea del ‘99, Reutemann está en París –adonde llegan los emisarios después de visitar Bruselas– participando de un encuentro con miembros del Fondo Monetario Internacional. A esa reunión llevó a dos de sus habituales laderos: Jorge Giorgetti y Oscar Lamberto. El presidente de la Cámara de Diputados provincial y el diputado nacional son los dos hombres que el ex piloto de Fórmula Uno nombró para integrar la junta electoral que fiscalizará la interna partidaria. El Lole aprovechó el viaje para despegarse de Menem luego de enterarse de la nueva avanzada re-reeleccionista. Pero antes de partir el Presidente probó suerte para que lo acompañe en una fórmula, alternativa que Reutemann volvió a rechazar. En esa misma reunión el senador dijo que si hasta el martes Menem no hacía un anuncio sobre lo que hará de su futuro político, optará por ir a pelear la gobernación de Santa Fe. Quienes conocen a Reutemann no descartan la posibilidad de que modifique sus tiempos. Pero insisten en que el senador quiere escuchar de la propia boca de Menem que no peleará por otro período. Las señales en ese sentido son ambiguas. Contrariamente a lo que hacen rodar en las cercanías de Corach, un sector del menemismo está convencido que el Presidente no moverá ninguna pieza hasta después de los comicios de Catamarca, convocados para el próximo domingo 21. Esas elecciones son un test para Menem ya que Ramón Saadi, el candidato a gobernador por el justicialismo, es un hombre jugado por la rereelección. El propio Menem sugirió en Olivos, en la noche de ayer y en la del miércoles, que hay que hacer “fuerza” por Saadi, con lo que muchos interpretaron que ese será el plazo fijado por el Presidente antes de dar a conocer su decisión. Otros aseguran que si en la próxima semana el competidor del Frente Cívico, Oscar Castillo, se mantiene primero en los sondeos, el Presidente dará un paso al costado para que el menemismo canalice la lucha con Eduardo Duhalde a través de Reutemann.
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