"Casi no lo invité, me fui acercando y él vino a mi encuentro en la pista. Es muy temperamental y decidido. Me marcó los pasos, como es en el tango, donde el hombre conduce. Bailar con él fue toda una sorpresa por su predisposición y su amabilidad. Es muy simpático. Y a pesar de que no sabe bailar específicamente el tango, fue muy creativo y nos desenvolvimos muy bien." (Adriana Vacile, bailarina, sobre el príncipe Carlos en la noche del Alvear.)
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