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Por Fernando Almirón Antonio Cafiero llegó ayer por la tarde al auditorio del hotel Bauen, desde donde lanzó su precandidatura a la gobernación de Buenos Aires por el justicialismo, luciendo la medalla a la lealtad que le otorgó Juan Domingo Perón en persona. Justamente la lealtad fue una de las apologías que predominaron a lo largo del discurso del senador, quien a los 75 años demostró que no necesita de ayuda memorias para argumentar un nuevo lanzamiento político. Tiene presente que hoy su lealtad está dirigida a quien le arrebató la posibilidad de convertirse en presidente de la Nación en 1988: Carlos Menem. Apretado en el centro de la mesa poblada de dirigentes provinciales volcados al menemismo, codo a codo con Alberto Pierri, Cafiero también se ocupó de hacer la apología del ciudadano bonaerense, del sentimiento peronista y de su propia trayectoria histórica. El acto representa la primera apuesta efectiva de Menem en su enfrentamiento con Eduardo Duhalde para pelear en su propio territorio. El lanzamiento de Cafiero como el hombre del menemismo para competir por la candidatura a la gobernación de Buenos Aires se resolvió en menos de 24 horas. El jueves, antes del encuentro que Menem mantuvo con los diputados que fueron hasta Olivos para ratificarle su lealtad, el Presidente se reunió con el senador y el jefe de la Cámara de Diputados, Alberto Pierri. En menos de lo que se tarda en tomar un café, los dirigentes estuvieron de acuerdo en que ya no se podía seguir dilatando el lanzamiento de la fórmula que los representará en la provincia de Buenos Aires. Las listas que competirán en la interna del peronismo bonaerense deben ser entregadas la semana próxima, y resultaba imperioso resolver el tema para poder negociar los cargos hacia abajo. Concretamente, quienes ocuparán los lugares para diputados nacionales y provinciales, intendentes, concejales y concejeros partidarios. Si bien en el entorno del Presidente se había imaginado un gran acto de lanzamiento de la corriente menemista en la cancha de River, en la que además de anunciar la candidatura de Menem para competir por un nuevo período presidencial también sería presentada la fórmula que enfrentará al duhaldismo en la provincia de Buenos Aires, los embates que sufrió en menos de 48 horas la estrategia reeleccionista tanto desde el Congreso de la Nación como por parte de algunos gobernadores obligaron a los estrategas de Olivos a modificar el calendario. El lanzamiento de Cafiero no podía quedar atado a los tiempos que Menem necesita para tomar una decisión. Había que hacerlo ahora. Cafiero y Pierri abandonaron la residencia de Olivos para desembocar en otro extremo de la provincia, en la sureña Avellaneda donde los integrantes del denominado Grupo Bauen esperaban ansiosos el resultado del encuentro. Entre ellos los intendentes de Hurlinghan, Juan José Alvarez; de Quilmes, Federico Scarabino; de Avellaneda, Cacho Alvarez: y de La Matanza, Héctor Cozzi, a los que se fueron sumando un grupo de diputados nacionales de la provincia de Buenos Aires. Avanzada la noche, todos estuvieron de acuerdo en anunciar el lanzamiento sin más demoras, al día siguiente; lo que se concretó ayer. También acordaron que se debía realizar en un lugar simbólico: el hotel Bauen, donde un sector del peronismo bonaerense, encabezado por Pierri, produjo su primera manifestación de rebeldía a la conducción de Eduardo Duhalde. A las cinco de la tarde comenzaron a llegar los dirigentes que ocuparían el centro de la escena. Además de Cafiero y el grupo Bauen, se ubicaron en torno de la mesa dispuesta en la cabecera del salón Luis Barrionuevo, Fernando Galmarini, Irma Roy, Mario Cafiero, Pascual Rampi, Claudio Sebastiani, Juan Carlos Rousselot y César Arias, entre otros. El primer verbo que deben recitar los peronistas es el de la unidad y el de la lealtad, dijo Cafiero al abrir su discurso después de una breve introducción a cargo de Pierri. El veterano dirigente se ocupó después dedivertir a los presentes con una serie de chicanas políticas: Nos toca enfrentar a los que mueren en su distrito de origen y quieren ser enterrados en la provincia de Buenos Aires, en clara referencia a Carlos Ruckauf y Graciela Fernández Meijide. Después dijo: Los que nunca pisaron el barro frase también dirigida a Ruckauf y que alguna vez Chacho Alvarez le dijo a Cafiero no pueden representar a los bonaerenses en las urnas. Después de referirse a los diputados duhaldistas que el miércoles votaron junto a la Alianza un proyecto en rechazo de la reelección (no nos podemos plegar al lenguaje de la oposición), el experimentado dirigente miró el cielorraso del salón y dijo en tono conciliador, como para dejar la puerta abierta: Bendito sea Dios, que es peronista, y nos permita refundar las bases de la unión peronista.
EL SENADOR MENEM CONTRA LA RE-RE POR VIA
JUDICIAL El
senador Eduardo Menem le desaconsejó a su hermano, Carlos, utilizar la vía judicial para
legitimizar su candidatura para competir por un tercer mandato presidencial consecutivo.
Pero como buen hermano y político, Eduardo también se ocupó de acusar de
deslealtad partidaria a los legisladores duhaldistas y orteguistas que el
miércoles pasado votaron junto con la Alianza un proyecto de resolución en rechazo del
fallo del juez Ricardo Bustos Fierro, quien habilitó al Presidente para encabezar una
fórmula en las internas del justicialismo.
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