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 La orden del
FBI a los voluntarios que buscan rastros de la argentina Silvina Peloso y sus amigas
norteamericanas desaparecidas en las montañas del Yosemite Park ha sido terminante:
“Fíjense si hay tumbas superficiales”. Una legión de agentes federales a pie y
en camionetas todo terreno transitan una zona boscosa cercana al hotel Cesar Lodge, el
último lugar donde fueron vistas con vida las tres mujeres el 15 de febrero pasado, y
supervisan minas de oro abandonadas donde creen podría estar el Pontiac rojo en el que
viajaban y que tampoco ha sido hallado. La búsqueda confirma lo que el FBI sostiene hace
dos días: las pistas llevan a pensar en un crimen violento y a desechar que las mujeres
estén vivas. Ayer el ministro Carlos Corach dijo que por el posible crimen hay dos
sospechosos detenidos. Después de que el FBI se negó a confirmar la detención de una persona por la desaparición de Silvina y Carol y Julie Sund, fue el ministro del Interior quien salió al ruedo con una nueva información: luego de una reunión con el número uno de la embajada de Estados Unidos, Manuel Rocha, dijo que ya “hay dos sospechosos presos”. Ante los datos adversos sobre el destino de su hija, José Peloso le dijo ayer a este diario desde California que “para nosotros siguen vivas. Cuando puedo le hablo a Silvina, le digo que tenga fuerza, que la vamos a encontrar”. –¿Usted tiene algunas informaciones del FBI que aún le dan esperanza? –No, ellos han sido cautos, han dicho que es difícil que esto no sea un crimen violento, pero o será mi deseo o la intuición de padre, pero vemos que puede haber otra posibilidad, que así como están las cosas nada cierra. La hipótesis sobre la que trabajan no termina de comprenderse. –¿Qué es lo que a usted no termina de convencerlo de la versión? –Si hubiese sido un secuestro, hubiesen pedido dinero porque la familia Sund tiene muchas propiedades. Si hubiese sido el robo de un auto, podría ser lógico, pero no que ellas desaparezcan. Nadie mata a tres personas por un automóvil. No nos queda claro cuál sería el móvil de un crimen así. Nada determina sustancialmente que ellas estén muertas. El convencimiento de Peloso a casi un mes de la desaparición se contradice con el de Jules Sund, el padre de Julie y esposo de Carol, quien ayer cuando un periodista radial le preguntó si aún tenía esperanza contestó: “No, yo creo que están muertas”. El pensamiento de Sund está basado en todas las versiones periodísticas sobre lo que podría ser un crimen múltiple con violencia sexual, publicadas en los diarios norteamericanos desde el miércoles. “En este país el FBI hace un movimiento y detrás hay un periodista repitiéndolo; ellos han ido construyendo todo lo que han hecho los investigadores desde la semana pasada”, le dijo ayer a Página/12 un miembro de la familia Sund, encargado de la organización de una manifestación para el próximo domingo. La familia Sund juntó a tres grupos creados luego del secuestro y asesinato de la niña Polly Klass y del secuestro de otra chica en East Bay, Amber Swartz. Adhirieron también a la marcha organizaciones de mujeres que fueron víctimas de violencia sexual. El caso de Carole, de 43, su hija Julie, de 15, y la amigas de ambas Silvina Peloso podría tratarse, según la información que trasciende el cerrojo del FBI, de uno de esos crímenes. Hasta ayer el sospechoso número uno era Billy Joe Strange, un hombre de 39 años, que trabajaba limpiando el restaurante del hotel Cesar Lodge, en El Portal, en pleno Yosemite Park, donde se vio a las tres mujeres el 15 de febrero por la noche. Strange es un ex convicto. Estuvo sentenciado a tres años de prisión por un delito sexual, acusado por su ex mujer y por su cuñada con la que también habría mantenido una relación. Vive en un parque de casillas rodantes de Mariposa, que fue literalmente recorrido centímetro a centímetro por los agentes federales después de su detención el viernes pasado. “Lo hicieron 24 hombres codo a codo”, describió un vecino del lugar. Lo mismo ocurrió en otros lugares en la zona de Mariposa y El Portal, en los bordes del Yosemite Park. La teoría de Jim Mardock, a cargode los cincuenta agentes del FBI que investigan el crimen, es que Silvina, Carole y Julie fueron víctimas de un crimen violento en la noche del 15 de febrero o la mañana del 16 en las cercanías del Cesar Lodge, el área conocida como El Portal. La detención de Strange fue el miércoles pasado cuando tomaba un trago en un bar. Los federales quisieron hacerle algunas preguntas, pero el hombre salió corriendo del lugar y se les escapó. Finalmente, cuando llegó a su trailer en el living, los esperaban seis agentes del FBI. Según un amigo del sospechoso que estaba en el lugar cuando fue allanado, los federales revisaron cada centímetro del lugar y se llevaron consigo dos cuadrados de los almohadones que había en la cocina de la casilla, ropa de Strange, y de los cajones de un mueble, objetos personales y documentos.
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