|
Los maestros iniciaron huelgas de hambre en varias ciudades y hasta en la embajada de Italia en Quito. Los taxistas interrumpieron el tránsito en la capital ecuatoriana. Los campesinos salieron a cortar las carreteras y los sindicatos y movimientos sociales llamaron a la desobediencia civil y prometieron jornadas de protesta. Así fue el día después del programa de ajuste económico anunciado el jueves a la noche por el presidente ecuatoriano Jamil Mahuad. El plan, que casi triplicará el precio de los combustibles, aumentará el IVA del 10 al 15 por ciento y retendrá en los bancos la mitad de los depósitos de los ahorristas, es resistido por analistas, industriales y sindicalistas, que protestan por la recesión futura. Según las declaraciones de algunos partidos, el Congreso no aprobará el incremento del IVA. El estado de sitio decretado por el gobierno seguirá por tiempo indeterminado. El presidente ecuatoriano estimó que la confianza que despertaría el programa de ajuste le permitiría obtener préstamos de organismos internacionales por 530 millones de dólares y además podría firmar en las próximas semanas un acuerdo con el FMI. Pero un funcionario del organismo señaló ayer que todavía estamos muy lejos hasta del proceso de negociación. Desde Estados Unidos, el portavoz del Departamento de Estado, James Rubin, dijo que antes de concluir un acuerdo creíble con el FMI, Ecuador debe resolver sus severas dificultades fiscales. Dentro del país las reacciones contra Mahuad fueron mucho más duras. El presidente había dicho el jueves por la noche que iba a declarar una guerra total contra la hiperinflación y la pobreza. Mahuad le declaró la guerra al pueblo, respondió el presidente del Frente Unitario de los Trabajadores (FUT), Fausto Durán. Les pido un sacrificio muy grande pero inevitable, declaró Mahuad. No vamos a pagar las tarifas de luz ni a comprar combustible y a partir de mañana se declara una desobediencia civil, que significa no acatar absolutamente nada y una continuación de las medidas de protestas, respondió Fernando Villavicencio, vocero del Frente Patriótico. El presidente había dicho que en situaciones de emergencia hay que tomar medidas de emergencia, y eso es lo que está haciendo el gobierno. Villavicencio dijo que Mahuad debía renunciar. El estallido social está cada vez más cerca, consideró el economista Alberto Acosta, uno de los analistas más escuchados en Ecuador. En algunas ciudades del interior, los comercios no abrieron por temor a posibles saqueos. Como compensación para los más pobres, Mahuad anunció un aumento del 50 por ciento en el bono solidario, en dinero en efectivo, que actualmente reciben un millón y medio de personas, pero para analistas, empresarios y sindicalistas esto no significa ninguna compensación. Esperábamos que apretara el acelerador y lo que hizo fue pisar el freno, dijo el presidente de la Cámara de Comercio ecuatoriana, Joaquín Zevallos, quien se manifestó decepcionado y deprimido por un ajuste al que describió como más de lo mismo de siempre. No hubo el cambio de modelo que tanto necesita este país, consideró la presidenta de la Cámara de la Pequeña Industria, Joyce Higgins. Es uno de los impactos más graves que el pueblo ecuatoriano ha recibido en su historia. El aumento de los combustibles es una medida inflacionaria, dijo el dirigente del Frente Patriótico, Iván Narváez. Congelar los depósitos es una medida extrema y muy trágica, dijo el analista Rafael de la Fuente. Aparentemente, la gente no tiene en claro cómo será el mecanismo del congelamiento de los depósitos bancarios, y ello recién se sabrá el lunes cuando reabran los bancos. Tenemos pocos ahorros y los tenemos que dejar en bancos que ya se mostraron ineficientes, dijo una ama de casa a una radio. Lo que sí fue nítido para todos fue el espectacular aumento de los combustibles. Luego del discurso de Mahuad, las estaciones de servicio se atestaron de autos y ayer, cuando entraron en vigencia las nuevas tarifas, los surtidores no derramaron ni una sola gota de nafta. El aumento de los combustibles y el congelamiento de los depósitos durante un año son las únicas dos medidas que ya entraron en vigencia. Elresto pasará al Congreso, que ayer recibió los proyectos. Se descuenta que será aprobada la creación de un impuesto del cuatro por ciento a los vehículos de más de 14000 dólares, pero el aumento del IVA encontrará serias resistencias. No se sabe aún qué puede pasar con las modificaciones legales para habilitar a un vasto plan de privatizaciones de empresas públicas. Las encuestas siguen castigando a Mahuad. A la baja del 40 por ciento en su popularidad en los últimos días, ayer se sumó el rechazo del 80 por ciento de la población a las medidas anunciadas. Pero estos números eran previsibles. Lo que no se puede vaticinar es el futuro inmediato. Y quienes se animan a predecir hablan de resistencia civil y de estallido social.
PASTRANA BAJO FUEGO UNIVERSAL POR EL CONFLICTO Todas las partes en el conflicto guerrillero colombiano parecen estar
bajo fuego. Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) lo estuvieron
literalmente. Ayer en una escaramuza con el ejército colombiano, uno de sus más
importantes líderes, Vladimir González, fue abatido por los soldados del gobierno. Este
hecho pasó al segundo lugar en Colombia, que actualmente está dominada por una feroz
controversia política por la decisión del presidente Andrés Pastrana de suspender la
cumbre con su homólogo Hugo Chávez luego de que este último lo criticó por darle el
status de beligerantes a los guerrilleros. Además de estas críticas,
Pastrana también fue atacado por los paramilitares por ser complaciente. |