Por José Natanson y
Fernando Almirón
Carlos
Chacho Alvarez y Eduardo Duhalde anunciaron ayer, con pocos minutos de
diferencia, que impulsarán la convocatoria a una consulta popular no vinculante para que
sea la población la que se pronuncie sobre la re-reelección de Carlos Menem. El jefe del
Frepaso hizo pública una idea que había sido consensuada con Fernando de la Rúa y que
apunta a generar una catarata de plebiscitos en los distritos gobernados por la Alianza o
por mandatarios del PJ enfrentados con el menemismo. La lista incluye a la provincia de
Buenos Aires, la Capital Federal, Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos, Mendoza, Chaco,
Catamarca, Río Negro, Chubut, Santa Cruz y San Luis. Según los cálculos de la
oposición, entre un 60 y un 70 por ciento del padrón estaría en condiciones de votar,
antes de la interna del PJ del 9 de mayo, a favor o en contra de las ambiciones del
Presidente.
Ayer, poco antes del mediodía, se sucedieron una serie de curiosas coincidencias en las
declaraciones que Alvarez y Duhalde ofrecieron a radio Mitre. La primera: la casualidad de
contar con la disposición de ambos dirigentes para ser entrevistados dentro de un mismo
programa. La segunda: el gobernador bonaerense y el candidato a la vicepresidencia por la
Alianza anunciaron la posibilidad de convocar a una consulta popular no vinculante (no
obligatoria) sobre la re-reelección. La tercera: que la consulta se debería llevar a
cabo dentro de los próximos 60 días, antes de la interna del PJ. La cuarta: ambos
dirigentes pronosticaron que el 70 por ciento de la población se pronunciará en contra
de una nueva candidatura del Presidente; como si hubieran accedido a los mismos datos de
un sondeo de opinión sobre el probable resultado de la consulta.
Esta simultaneidad no impidió que los principales operadores del gobernador salvo
uno coincidieran con sus colegas de la Alianza en negar cualquier tipo de contacto
previo antes de los anuncios. Es cierto que estamos de acuerdo, pero nadie habló
con nadie, dijeron a coro. Más allá de la desmentida de casi todos, lo
cierto es que esta es la segunda vez que la oposición y el duhaldismo acuerdan una misma
estrategia: el miércoles pasado los diputados duhaldistas se sumaron a los de la Alianza
para ratificar mediante una resolución la letra y el espíritu de la Constitución
nacional.
El primero en anunciar el plebiscito fue Chacho Alvarez. Tenemos que tomar el toro
por las astas y tener la audacia política de poner a la gente como protagonista central
de esta historia, dijo el diputado, para quien este país ya ha sufrido mucho
como para que ahora tengamos que padecer las psicopateadas del Presidente. Ahora hay que
ponerse a trabajar seriamente para llevar adelante el plebiscito. También sugirió
que la iniciativa contaría con el apoyo de Duhalde. La provincia de Buenos Aires se
sumará a la convocatoria, aseguró Chacho.
Pocos minutos después, Duhalde daba su opinión sobre el tema. Es una medida
adecuada, respondió el gobernador cuando fue consultado sobre la iniciativa.
Es una de las alternativas para poner fin a los intentos reeleccionistas y la verdad
es que se puede organizar en uno o dos meses, aseguró Duhalde, quien luego añadió
que, si se concreta, quedará demostrado el rechazo a la reelección, que va del 70
al 75 por ciento en todo el país.
La decisión de lanzar la consulta popular en la Capital Federal era una de las cartas que
De la Rúa venía barajando como puntada final a la estrategia antirreelección de la
Alianza. El viernes, en la presentación del Foro de Defensa de la Constitución, el jefe
de gobierno porteño aseguró que todos los caminos son posibles, incluso una
consulta popular. Ayer, temprano por la mañana, la fórmula presidencial de la
coalición se reunió en el comité de campaña con sus dos operadores de mayor confianza,
el radical Rafael Pascual y el frepasista Alberto Flamarique.
Café con leche y medialunas de por medio, De la Rúa explicó que la consulta popular no
vinculante en la Capital podría ser anunciada deinmediato, porque alcanzaría con una
firma suya en un decreto para lanzar la convocatoria. La necesidad de que el plebiscito se
realice antes de la interna justicialista del 9 de mayo impuso dos fechas posibles en los
cálculos aliancistas: el 25 de abril o el 2 de mayo. La elección de estas fechas,
cercanas a las primarias del peronismo, responde a la necesidad de realizar una ronda de
consultas con los gobernadores para convencerlos de que imiten en sus provincias la
actitud del jefe de la Alianza. Por eso, sobre el final del encuentro, el jefe de gobierno
porteño se comprometió a comunicarse con sus colegas radicales del interior: el del
Chaco, Angel Rozas; el de Córdoba, Ramón Mestre; el de Catamarca, Arnoldo Castillo; el
de Río Negro, Pablo Verani; y el de Chubut, Carlos Maestro.
Más tarde, en una reunión que mantuvieron en la ex Municipalidad, De la Rúa y Alvarez
le comunicaron la decisión a Rodolfo Terragno y Dante Caputo, los coordinadores del
Instituto Programático de la Alianza. Allí expusieron lo que un importante asesor del
jefe del Frepaso definió como la teoría del efecto dominó. En diálogo con
Página/12, el dirigente señaló que además de los gobernadores de la Alianza, la
idea es que se sumen los del PJ que están en contra de la reelección, para poder lograr
que el 60 o el 70% del padrón electoral sea consultado. En esta lista incluyeron a
Duhalde y a cinco más: Néstor Kirchner, de Santa Cruz; Jorge Busti, de Entre Ríos,
Arturo Lafalla, de Mendoza; Adolfo Rodríguez Saa, de San Luis; y Jorge Obeid, de Santa
Fe.
Al igual que De la Rúa, Duhalde puede convocar a un plebiscito no vinculante en la
provincia de Buenos Aires con la sola firma de un decreto. Esta medida ya había sido
sugerida por el gobernador la semana pasada, como una de las primeras alternativas que sus
operadores pusieron sobre la mesa apenas se conoció el fallo del juez Ricardo Bustos
Fierro. La amenaza de una consulta popular bonaerense lanzada en junio del año pasado fue
la clave para desinflar los ímpetus reeleccionistas y terminó con el primer
renunciamiento público de Menem a la pelea.
De todas formas, en la Alianza y en el duhaldismo creen que una medida de esta envergadura
finalmente no será necesaria y confían en que la amenaza será suficiente para derrotar
al Presidente. Es que la idea de que la Alianza y Duhalde se unan para enfrentar al
riojano generaría una situación confusa: si Menem resigna sus ambiciones, Duhalde y De
la Rúa tendrán que enfrentarse, pocos meses después, en las elecciones presidenciales
de octubre.
Hay mayoría en contra
El presidente Carlos Menem sería derrotado por el gobernador bonaerense, Eduardo Duhalde,
en las internas del Partido Justicialista y perdería un plebiscito sobre su segunda
re-elección. Así lo indica un sondeo difundido ayer por la empresa consultora Mora y
Araujo. Del estudio surge que, en el caso de que se realice una consulta popular sobre la
re-reelección, el setenta y tres por ciento de los votantes se opondría a que Menem se
presente otra vez. Y la oposición no es apenas en la población general: el ex secretario
de Cultura y actual asesor duhaldista, Julio Bárbaro, especificó sobre esa medición que
dentro del peronismo está en contra de un tercer mandato consecutivo del presidente
Carlos Menem el 58 por ciento de los afiliados. |
DUHALDE AUMENTO LA VIRULENCIA DE SU
ENFRENTAMIENTO
Menem quiere que el peronismo pierda
Carlos Menem quiere que el peronismo pierda las elecciones de octubre, afirmó
ayer Eduardo Duhalde, en una nueva manifestación de la virulencia que alcanzó su
enfrentamiento con el Presidente desde que éste lanzó una nueva ofensiva reeleccionista.
Días antes había declarado: Mi relación con él es mala. Luego agregó:
Menem falta a la verdad. Después apoyó con el voto de sus diputados a una
Resolución del Congreso por la que se rechaza la vía judicial para habilitar la
candidatura de Menem para competir por un tercer mandato, con lo que bordeó la fractura
del PJ.
Duhalde ya no cree en el valor de las palabras de contenido sugerido. En cada oportunidad
que se le presentó a lo largo de la semana pasada, apeló al lenguaje directo para
referirse a Carlos Menem, revelando por primera vez el grado de enfrentamiento que separa
a ambos dirigentes. Ayer fue más allá. Aseguró que Menem trabaja para la derrota
del justicialismo en las elecciones de octubre, y que el peronismo, para poder
triunfar, deberá luchar contra la Alianza y contra Menem.
La indignación duhaldista, que se encendió con el polémico fallo del juez federal de
Córdoba Bustos Fierro, estalló hace 10 días cuando el Consejo Nacional partidario,
controlado por los hombres del Presidente, nombraron a ocho ultramenemistas entre los
catorce miembros de la Junta Electoral que deberá controlar la transparencia de los
comicios internos del justicialismo, previstos para el 9 de mayo.
Duhalde ya no soporta más mentiras de Menem, aseguran en el entorno del
gobernador. Y ofrecen un ejemplo: Durante el encuentro entre el Presidente y el
gobernador, hace quince días atrás en la quinta de Olivos, a la que concurrimos con la
intención de establecer nuevos puentes de diálogo, Menem le dijo a Duhalde que se
quedara tranquilo, porque la reelección no tenía posibilidades en el Congreso, y que
para la vía judicial ya no había tiempo. Después agregan lo conocido: Cinco
días después nos enteramos del fallo de Bustos Fierro; ahora ya es Menem o Duhalde, sin
disimulo.
La Alianza teme la vuelta del fraude
patriótico
Chacho Alvarez lanzó la idea: si
Menem
quiebra el orden constitucional, bien
puede haber fraude en las elecciones. |
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Por J. N.
La sospecha se fue
convirtiendo en una convicción a medida que pasaban los días. A tal punto que fue uno de
los motivos que llevaron a la Alianza a convocar a una consulta popular para asestarle la
estocada final al proyecto reeleccionista: Carlos Chacho Alvarez está
convencido de que si el Presidente está dispuesto a violar la Constitución, también
está dispuesto a cometer fraude en las elecciones de octubre y, previamente, en la
interna del PJ. Para graficar la idea, el jefe del Frepaso suele utilizar una imagen que
no deja dudas. El marco institucional es como la virginidad. Una vez que se pierde,
no hay vuelta atrás.
Antes de partir hacia Brasil, el lunes pasado, la idea ya rondaba en la cabeza del jefe
del Frepaso. Durante su estadía en Brasilia, Chacho se mantuvo on line con sus dirigentes
más cercanos: a fuerza de fatigar su celular, el diputado se fue enterando, de boca de
Alberto Flamarique y Graciela Fernández Meijide, de la evolución de la interna
justicialista. Tres días fuera del país alcanzaron para que Alvarez terminara de
convencerse de que el Presidente está dispuesto a todo en su lucha por un tercer mandato
consecutivo. Y fue esta convicción, compartida con muchos radicales, la que permitió que
la Alianza terminara de diseñar la estrategia para enfrentar al menemismo.
El escenario previsto por Alvarez (con un Menem desenfrenado como dato central) se
convirtió en una verdad manifiesta para los principales dirigentes del Frepaso, que
suelen destacar la destreza de su jefe para realizar análisis de largo plazo. Esta
semana, en un café que compartió con un grupo de legisladores de su partido en un bar
cercano al Congreso, Chacho trazó un panorama de lo que él cree será la evolución de
la interna justicialista. El jefe del Frepaso está convencido de que Menem dará pelea
dentro del PJ porque es la única manera de conservar el liderazgo partidario. Y también
cree que el Presidente se va a imponer frente a Eduardo Duhalde. Pasada esta primera
prueba, Menem aguardaría pacientemente hasta que llegue la circunstancia adecuada.
Una vez que obtenga la candidatura del PJ, va a esperar hasta último momento los
números de las encuestas, asegura que dijo Alvarez un dirigente del Frepaso.
Si le son medianamente favorables, va a presionar a la Corte para que salga el
fallo. Y, si puede, se va largar con todo.
La seguridad de que Menem va a dar pelea por un tercer mandato alienta la teoría del
fraude, que con el correr de los días se fue extendiendo entre las primeras líneas de la
oposición. Los jefes de la Alianza la comentaron brevemente en uno de los intervalos de
la gira por Brasil, en el elegante bar del Hotel Nauom, el mejor, lejos, de Brasilia. De
la Rúa escuchó preocupado, mientras tomaba un café tras otro, el cuadro de situación
que trazaba su compañero de fórmula.
Para lanzar su candidatura, Menem va a generar un caos institucional gravísimo.
Esto va a levantar críticas en Estados Unidos y en los sectores empresarios. Si se anima
a hacer todo esto, ¿quién garantiza un proceso electoral limpio?, explicaba
Alvarez.
En la Alianza creen que un fraude electoral a gran escala es difícil pero no imposible.
Sostienen que la posibilidad de que el menemismo vuelque urnas, falsifique actas de
votación y modifique los padrones existe, pero que tendría un impacto muy reducido en el
resultado general. Si se fiscaliza bien una elección, y nosotros tenemos gente
suficiente para hacerlo, no hay lugar para el fraude patriótico a la antigua,
como en la década del treinta, señaló un importante asesor del jefe del Frepaso.
Descartada la trampa artesanal, en la coalición sólo vislumbran un camino posible: el
fraude informático. La intervención del software encargado de sumar y controlar los
resultados sería, según la sospecha de los opositores, la única manera de concretar un
fraude nacional.
Esta sospecha generó la necesidad de frenar al menemismo en su ofensiva reeleccionista
antes de la interna del PJ del 9 de mayo. Pasada esa fecha, ya sería demasiado tarde:
Menem le habría ganado a Duhalde y sólo esperaría confiado un fallo de la Corte. La
certeza de que el Presidente está dispuesto a jugar fuerte fue la que llevó a los
estrategas de la coalición a delinear un plan para enfrentarse a la ofensiva
re-reeleccionista. Por eso se lanzaron a la tarea de crear, de a poco, un clima social
contrario a la reelección y diseñaron un plan de largo aliento que incluyó
una serie de acontecimientos escalonados.
El primero fue la sesión de Diputados del miércoles en la que se reafirmó la letra y el
espíritu de la Constitución. El segundo punto lo planteó Alvarez: la necesidad de
concretar un encuentro público con Domingo Cavallo. La tercera estocada fue la
inauguración del viernes pasado del Foro de Defensa de la Constitución, con la presencia
de Cavallo y los partidos provinciales. Pero el jefe del Frepaso coincidía con De la Rúa
en que todos estos hechos no alcanzarían para torcer las ambiciones del menemismo.
A Menem hay que derrotarlo políticamente, dijo Alvarez el miércoles pasado.
La opinión pública es la que va a terminar con este desastre institucional,
subrayó De la Rúa el viernes. Estaban seguros de que la catarata de pronunciamientos
contrarios a la re-reelección no iba a ser suficiente para derrotar al riojano. Había
que guardar una última carta, la más fuerte, que permitiera vencer a Menem en el terreno
en el que la Alianza se siente cómoda: el de las urnas.
EN SANTA FE LA ALIANZA QUIERE Y EL PERONISMO
NO
Tire y afloje por la consulta
Por Pablo Feldman
Desde Rosario
El anuncio de la
convocatoria a un plebiscito en Capital Federal para conocer la opinión del pueblo
porteño acerca de la re-reelección de Carlos Menem tuvo rebote inmediato en la provincia
de Santa Fe. Como era previsible, los dirigentes de la Alianza quieren la consulta popular
y los del peronismo no. Sin embargo, hasta el momento no se conoce la opinión del
gobernador Jorge Obeid quien eventualmente debería convocar a la consulta que
como se sabe se ha manifestado contra la vía judicial para la habilitación a un tercer
mandato para Menem. Reutemann, por su parte, continúa hibernando en Europa.
Desde la Alianza, el presidente de la UCR, Guillermo Aramburu, no tardó en sumarse a la
iniciativa: Sería muy bueno que se hiciera en Santa Fe. Ya que el PJ quiere conocer
la opinión de sus afiliados proponiendo a Menem como candidato en la interna, cosa que es
inconstitucional, qué mejor que conocer la opinión de todo el pueblo, sostuvo el
diputado. En consonancia con su aliado, el titular del Partido Socialista Popular
fuerza hegemónica del Frepaso en la provincia, Rubén Giustiniani, anticipó
que no debería haber objeciones, un plebiscito en Santa Fe daría resultados claros
acerca de lo que piensa la gente de este mamarracho de la re-reelección.
Desde el oficialismo, el presidente del PJ santafesino y vicegobernador de la provincia,
Gualberto Venesia, se manifestó en desacuerdo: No hay ninguna razón para convocar
a una consulta, la candidatura de Menem es para la interna del PJ y eso es algo que
debemos resolver los justicialistas de puertas adentro, dijo. Obeid evitó ayer el
contacto con la prensa. Está entre dos fuegos, dijo un colaborador que
aclaró que él (Obeid) no banca que la re-re pueda salir por la Corte Suprema, pero
tampoco cree que esto tenga que salir del marco del partido. En tanto, Reutemann
continúa en Europa. Según sus allegados, ahora debe estar en Mónaco visitando a
las hijas y si se entera de esto tal vez se quede unos días más....
El Adolfo, Busti y Lafalla
Tres gobernadores peronistas expresaron, a través de voceros, sus
posturas diferentes sobre el eventual plebiscito. Mientras el gobernador de San Luis,
Adolfo Rodríguez Saa, está dispuesto a defender la Constitución con todas las
armas posibles, lo que incluiría plegarse a la iniciativa en favor de un
plebiscito, el mandatario de Entre Ríos, Jorge Busti, se opone a cualquier
iniciativa que provenga de la Alianza. Busti interpreta que la iniciativa constituye
apenas un globo de ensayo que están tirando desde Buenos Aires.
Para el gobernador de Mendoza, Arturo Lafalla, la información sobre el plebiscito
corre por cuenta de quien lo dice. Un allegado aseguró que Lafalla va a
esperar la decisión del presidente Menem. El informante recordó que Lafalla, en la
reciente reunión de mandatarios peronistas, le dijo muy claramente a Menem que
esperaba que no utilizara el fallo del juez (Ricardo) Bustos Fierro para intervenir en la
interna del PJ. Lafalla va a esperar que se cumpla ese plazo y si Menem insiste con la
reelección, hará conocer su postura. Mientras tanto, no entra en especulaciones.
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