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CATAMARCA, TOMADA POR OPERADORES POLITICOS, ESPERA EL DOMINGO
Laboratorio de ilusiones de poder

El Gobierno, con Menem a la cabeza, desembarcó a matar o morir para favorecer a Saadi pero el Frente Cívico sigue adelante en las encuestas. Nerviosismo, tecnología e historia de una provincia crucial en la re-re.

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Por Nora Veiras

Desde Catamarca


t.gif (862 bytes)  Teléfonos celulares y camionetas impecables invaden el centro de Catamarca. Los enviados de la Casa Rosada para apuntalar la campaña de Ramón Saadi como gobernador se mueven como una fuerza de ocupación. Saben que el resultado puede sepultar también la ambición re-reeleccionista de Carlos Menem, desafiado ahora por la Alianza y Eduardo Duhalde con la convocatoria a un plebiscito contra su temerario deseo de permanecer en el poder a costa de la Constitución. El despliegue de tecnología sorprendió anoche con una pantalla gigante instalada en el barrio del campeón mundial de boxeo, el catamarqueño Hugo Soto, para que “el pueblo disfrute la pelea en directo desde Nueva York”. La estrategia del Frente Cívico y Social es menos efectivista: se dedicaron a recorrer las mismas ciudades del oeste de la provincia que anteayer visitó Menem para “mostrar que nosotros nos quedamos, somos de acá, no desembarcamos en avionetas, damos cosas y despegamos como hacen los hombres del Presidente que manejan la campaña de Ramón”. Es la primera vez en la historia que un presidente llega a Catamarca para acompañar a un candidato a gobernador.
Para entender tanta dedicación, los catamarqueños recurren a la historia. “Fue el mejor amigo que tuvimos en el Senado”, dijo Enrique “Coti” Nosiglia, por entonces mano derecha del presidente Raúl Alfonsín, en el entierro de Vicente Leonides Saadi. Al frente de su mausoleo en el cementerio de San Francisco del Valle de Catamarca brillan dos placas recordatorias: una es de “los generales de la Nación”, la otra de los Montoneros. “Don Vicente, junto con el general Perón, fue mi maestro, quien me enseñó a hacer política”, dijo el presidente Carlos Menem en su gira proselitista por Belén. Ramoncito Saadi recurrió a Menem para intentar ganar la elección a gobernador después de ocho años de sucesivas derrotas. Depende del mismo hombre que lo desplazó del poder e intervino la provincia para volver a gobernarla. Desde el Frente Cívico y Social, hegemonizado por los radicales, confían en hacer carambola: conseguir un triunfo y dos derrotas definitivas, la de Saadi y, especialmente, la de Menem. Ellos se jugaron a la provincialización, rechazaron no sólo la alianza con el Frepaso, sino también la visita del mismísimo Fernando de la Rúa.
Más allá de la necesidad de mostrar su capacidad de tracción de votos, para muchos, Menem está pagando viejas cuentas con el saadismo. El apoyo de Vicente Saadi a su campaña contra Antonio Cafiero en 1988 fue decisiva para que llegara a la presidencia. Los hombres del saadismo siempre estuvieron en los puestos estratégicos: los embajadores en Centroamérica y en el Líbano, lugares claves para desarrollar el negocio de las armas, provinieron durante largos años de ese riñón; Julio Dentone, el esposo de Alicia Saadi, hermana de Ramón, fue subsecretario de Defensa, pasó luego al directorio del Banco Nación que firmó los contratos con IBM y llegó a convertirse en asesor de Alberto Kohan. “El entramado de negocios y política es demasiado delicado para mantener el enfrentamiento en tiempos de retirada”, ironizó un viejo militante peronista devenido en operador del Frente Cívico.
En el ‘95, cuando fue reelecto el radical Arnoldo Castillo, el Frente Cívico obtuvo una diferencia de 13.136 votos. Dos años después, en los comicios para diputados nacionales, el margen creció a 19.095 sufragios. El peronismo gobierna sólo tres de los dieciséis departamentos de la provincia. El próximo domingo se renuevan 20 de los 41 diputados -actualmente 19 son del FCyS, 17 del PJ y 5 del Frepaso– y 8 de los 16 senadores. En los pueblos olvidados del interior, Saadi confía su elección. Sin embargo, el peso de la capital y alrededores, que concentran el 60 por ciento del padrón, le hacen casi imposible el descuento. Allí, el actual intendente radical Eduardo Brizuela del Moral parece el ganador irrefutable. El alto porcentaje de indecisos que siguen mostrando las encuestas es la esperanza de los saadistas. “Ramoncito sube cuando Menem viene, el problema es que Menem se va”, repiten en el FCyS. A pesar de la absoluta polarización de la campaña, en la que la candidata del Frepaso Juana Vaccaroni no disputa la cabecera, la oposición no agitó el asesinato de María Soledad Morales que hizo derrapar al último gobierno peronista en 1990. Sin embargo, los hombres de Oscar Castillo –el hijo de Arnoldo, el actual gobernador al que Menem recordó su pasado “procesista”– dicen que “es la gente de las marchas del silencio, el voto artesanal, como decía la hermana Martha Pelloni, el que va a garantizar un nuevo triunfo nuestro después de ocho años en el gobierno”.
De regreso de un acto con los estudiantes catamarqueños radicados en Córdoba, el candidato a vicegobernador por el FCyS, Hernán Colombo, comentó a Página/12 que “Saadi le da lo que quiera a Menem para que lo apoye, en la mina de Bajo la Lumbrera dijo que estaba de acuerdo con entregarle a la Nación el 1 por ciento de las regalías de la mina, eso equivale a 120 millones de dólares que nos quieren usurpar. Si llegamos a renunciar en este caso, perderemos todos nuestros derechos en todas las explotaciones”. El Frente Cívico y el peronismo se pisan los talones en la campaña: Ramón Saadi también fue a Córdoba para persuadir a los mismos estudiantes.
La imagen positiva de Menem en Catamarca supera el 60 por ciento. Muchos peronistas que se alejaron de Saadi lo siguieron votando a nivel nacional. Uno de ellos apeló a una anécdota del padre de Ramón para sugerirle una estrategia al hijo: “Don Vicente llegó a ser senador allá por el ‘45 porque contrató al imitador Arturo Alles Boch y lo hizo llamar al entonces gobernador Pacífico Rodríguez para que, haciéndose pasar por Perón, lo convenciera de que él era el mejor candidato. Ramoncito va a tener que encontrar a uno que se haga pasar por Menem y llame a cada catamarqueño”.

 

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