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Por Romina Calderaro  “Es una
especie de fascinación, de obsesión que tengo con la fotografía”, confiesa la
diputada ultramenemista Carmen Caillet. El miércoles, logró unir la política con su
hobbie: cámara pocket en mano, inmortalizó el momento en el que duhaldistas y
orteguistas entraban al recinto de la Cámara baja para pronunciarse contra la
re-reelección del presidente Carlos Menem. Caillet dice que habría mandado a sacar la
foto a uno de sus colaboradores de haber sabido el revuelo que iba a causar su actitud,
pero se jacta de los motivos que la llevaron a hacer las tomas en persona: “Es que
soy buena en esto y sé exactamente lo que quiero retratar”. La legisladora
sanjuanina explicó, en diálogo con Página/12, los detalles de esa foto, qué piensa de
los “compañeros” que quedaron retratados “al lado de la Alianza” y a
quién votaría en caso de que el Presidente no se presente a un tercer mandato.–¿Por qué fotografió a los duhaldistas? –Fue un impulso, es algo natural en mí. Tengo un par de máquinas muy pequeñitas en el despacho y siempre llevo una en mi maletín. Todo el mundo sabe la especie de fascinación que tengo por la fotografía. Si usted conociera mi casa vería que tengo una inmensa pared tipo biblioteca sólo con álbumes fotográficos. –Fotos de todo tipo. –Sí, esencialmente fotos de familia. Cada fotografía tiene una historia y a mí eso me ayuda a vivir, porque les muestro a mis niños lo que pasó antes, cómo vivimos antes, o conocen a sus abuelos cuando eran jóvenes. –¿Qué quiso hacer? ¿No le parece que fue intimidatorio? –No. Si las fotos salieron al otro día en los diarios. Yo quise decir: “los compañeros están equivocados y ellos tienen que ver lo mal que se ven al lado de Fernández Meijide, Chacho Alvarez o de la Alianza completa votando en contra de un sector del pueblo peronista”. Porque la decisión que han tomado no es contra los dirigentes o contra el Presidente: es contra mucha gente, entre la cual me incluyo, que opina diferente que ellos. Menem quiere medirse, no sólo para conducir los destinos del partido, para lo cual está plenamente habilitado, sino también para ver si tiene chance de competir en una general. Cuando esa oportunidad se presente, discutiremos de la Constitución. –¿Usted esperaba salir en los medios por esto? –No, ha tenido una dimensión inusitada. Yo creo que los periodistas deben tener alguna cosa más interesante que tratar. Además, había más de ochenta personas sacando la misma foto que yo. –Pero eran fotógrafos, usted es diputada. –Sí, por eso me preguntaban si me arrepentía. De lo que me arrepiento es de haberla sacado personalmente. Tendría que haber mandado a alguna empleada. Lo que pasa es que yo en ese aspecto tengo mi especialidad. Soy muy buena y cada vez que saco una foto sé exactamente lo que quiero tomar. En este caso, quería una panorámica. He tenido que tomar unas cinco fotos para asegurarme de armar el recinto completo con alguna claridad. –¿Cuál fue la reacción de los diputados cuando usted tomó la foto? –Alguno dijo “mirá, Carmencita está sacando fotos”, y nada más. Yo me sorprendí esta mañana cuando mi madre, que vive en San Juan, me llamó y me dijo “qué has hecho que desde las seis y media de la mañana no me dejan descansar”. Le dije “mire mamá, descuelgue los teléfonos porque la van a molestar todo el día”. –¿Qué le parece que habrán pensado Duhalde y Menem de esto? –De Duhalde no tengo la menor idea, y el Presidente me dijo que tuvo una dimensión demasiado grande. “Yo coincido con usted”, le respondí. –Si no se presenta Menem, ¿a quién va a votar en la interna del PJ? –Voy a votar a quien represente lo que Menem ha venido haciendo hasta ahora. El que me garantice que mi provincia va a seguir creciendo. –¿Quién le parece que es esa persona? –Y... tiene que ser alguien que piense que el país no termina en la Capital ni en el Gran Buenos Aires. Esto lo excluye totalmente a Duhalde. También a Ortega, que entiendo que es un absoluto desleal. Es un neoperonista traidor que ni siquiera sabe lo que es el justicialismo. No sabe nada de política y se dio el lujo de desairar a Menem, que lo formó, le dio confianza y lo sentó a su mesa. Puede ser Cafiero, que respeta mucho el interior o Reutemann, que ha tenido una gobernación muy ordenada. –¿Por qué llamó traidores a los diputados que votaron contra la re-re? –No los llamé traidores, pero creo que están equivocados. Creo que muchos bajaron, sobre todo muchas chicas, presionadas por sus gobernadores o por sus dirigentes. Una me decía “si yo no bajo cuando vuelva a la provincia soy un muerto civil”.
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