TEMAS LIBRES
Colombia: el dilema de FARC
El Tiempo
Luego de aceptar la responsabilidad en el
asesinato de los tres norteamericanos, activistas de la causa indígena, las FARC están
colocadas frente a un dilema. O juzgan y castigan de manera pública y ejemplar a los
verdaderos culpables, o se van por las ramas de los esguinces, los ocultamientos y las
dilaciones. En este caso, se exponen a pagar un alto costo político al sacrificar un
trabajo diplomático que ya les está rindiendo resultados y al tener que empezar a ceder
en la mesa de diálogo, Pero si castigan a los verdaderos culpables, se exponen a la
ruptura de su espíritu de cuerpo militar y esto, para una fuerza guerrillera en
expansión y con pretensiones de regularizarse como ejército, podría ser un costo
impagable.
(Alfredo Rangel Suárez)
Guatemala: mea culpa de EE.UU.
La Hora (Guatemala)
Mientras en la misma sociedad
guatemalteca todo el mundo trata de zafar el bulto a la hora de aceptar responsabilidades
por el conflicto armado interno y hasta el mismo embajador de los Estados Unidos quiso
hacer lo propio, el Presidente Clinton no sólo admitió la participación de su país de
manera institucional en el conflicto, sino que también señaló que había sido un grave
error que no debía volverse a cometer. Desde la perspectiva de la reconciliación
nacional y de la necesidad de buscar términos de entendimiento, la acpetación de
responsabilidades es un hecho extraordinario (...) Creemos que Clinton nos dio una
lección y se la dio también a la guerrilla, al Ejército, al presidente Arzú y a su
gobierno.
(Editorial)
Ecuador al borde del estallido
Tras una semana de feriado forzoso, estado de
sitio y huelga nacional, hoy reabren los bancos en un clima de gigantescos
operativos policiales y de llamados a la desobediencia civil por parte de los sindicatos.
El jueves el presidente Jamil Mahuad anunció un duro plan de ajuste que incluye el
congelamiento de los depósitos bancarios, un aumento del IVA del 10 al 15 por ciento y la
casi triplicación del precio de los combustibles.
La Hora (Quito)
El presidente de la República, en cadena
nacional, anunció medidas que pretenden exclusivamente mejorar la situación fiscal y
buscar recursos para financiar el presupuesto del Estado que tiene un déficit del 4,5 por
ciento del PBI. La propuesta lleva implícita una extorsión al Congreso para la
aprobación de las leyes urgentes, evidenciando ya una pugna en la que la ciudadanía
tendrá que pagar el alto precio de la gasolina, que disparará aún más los precios y,
por lo tanto, la inflación (...) Es difícil compartir el optimismo presidencial cuando
la carga impositiva afectará a todos los ecuatorianos y las compensaciones se vuelcan
exclusivamente hacia la obra pública y al bono de pobreza que, a este paso, todos
tendremos que hacer colas para recibir.
(Editorial)
Hoy (Quito)
El gobierno se demoró en exceso para
enfrentar la crisis. El 10 de agosto, cuando asumió, ya se discutía si el presidente
Mahuad debía solucionar primero el litigio con el Perú o si ante todo debía arremeter
contra la crisis de la economía. Y el régimen acertó en la prioridad: el día en que
Mahuad asumió, el Ecuador estaba al borde de la guerra. Lo limítrofe era, entonces, lo
primero. Pero desde el 26 de octubre, cuando se firmó la paz, transcurrieron veinte
semanas hasta que el Gobierno anunció su plan económico. Para entonces, la crisis se
había agravado y ya se decía que a ese ritmo "el gobierno de Mahuad va a durar
poco".
(Jorge Ortiz)
Expreso (Quito)
El sistema financiero se le derrumba y los
banqueros hacen cola para que se haga cargo de sus bancos. Recibe el dólar a poco más de
5000 sucres y en seis meses sube a 13.000, después de una trepada espectacular hasta
18.000. El pánico se extiende por todo el país y no encuentra otra solución que la de
cerrar los bancos durante una semana provocando que mucha gente no pueda conseguir diez
mil sucres para comprar unos pocos panes y una librita de arroz. Los intendentes de
policía salen por las calles y plazas a capturar a quienes suban el precio de los
alimentos, pero no miran a los especuladores con el precio del dólar, mucho más visibles
que aquéllos. Mala suerte del presidente. ¿O será otra cosa?
(Edmundo Durán Díaz)
El huracán Oskar se fue de Alemania
Tras la renuncia del ministro de Finanzas,
Oskar Lafontaine, el gobierno socialdemócrata del canciller alemán Gerhard Schroeder
espera encauzar a la economía de su país --la tradicional locomotora de Eurolandia-- y
bajar el 11,5 por ciento de desempleo. Tres de cada cinco alemanes ya no creen que pueda
hacerlo, pero ahora todo está en manos del nuevo ministro Hans Eichel.
Die Welt
Psicológicamente la renuncia de Lafontaine
fue un hecho triste para Alemania. Económica y políticamente, fue providencial. La
campaña anti-Lafontaine montada por las patronales y los sindicatos rindió fruto. Esta
dio a conocer que el refortalecimiento del Estado y la redistribución de ingresos
--piedras fundamentales de la política de Lafontaine-- no resultaría en mayor justicia
social, sino en la destrucción de puestos de trabajo. La prensa internacional se mofaba
del intento alemán de volver al estado de bienestar, los investores extranjeros rehuían
al país, y la clase media dudaba cada día más --hasta que Schroeder se percató de que
estaba gobernando contra el pueblo. Hoy la victoria no es suya, sino de la economía--.
(Mathias Döpfner)
Tagesspiel Berlin
Con la partida de Lafontaine el Partido
Socialdemócrata perdió su equilibrio. Esto apunta a las tensiones esenciales que
existieron entre el hombre que representaba la identidad interna del partido y el
canciller que hablaba a los sectores "centristas" de la sociedad. Esta alianza
demostró ser frágil después de sólo 140 días en el poder. Empezó como un experimento
y terminó como un error. La partida de Lafontaine le da a Schroeder una gran oportunidad
para imponer sus medidas. Pero debe cultivar a sus bases del SPD, y conseguir apoyo para
su proyecto de ajuste presupuestario --además de comportarse ante todos como una persona
seria y comprometida--. Pero, si lo logra, ¿seguiría siendo Gerhard Schroeder?
(De una columna de Bernd Ulrich)
The Times
Los mercados financieros parecen creer que
las perspectivas de Alemania, y las del euro, se transformaron con la renuncia de
Lafontaine. Pero no se debe subestimar el caos en la izquierda alemana ni sobrevalorar la
capacidad de Schroeder como reformista. El canciller alemán marcó su primer día de
libertad política anunciando que no alteraría la confusa estrategia de reforma fiscal de
Lafontaine. Hay muchos motivos para que el proyecto de ley sea sometido a un minucioso
análisis parlamentario, pero Schroeder lo está catapultando por ambas cámaras antes de
perder su mayoría en el Bundesrat --lo que es desprestigiante--. Schroeder tampoco ha
resuelto el problema principal para los alemanes, la desocupación. Con Lafontaine había
un gobierno balcanizado, pero ahora Schroeder deberá dirimir personalmente las peleas
entre reformistas y ortodoxos.
(Editorial)
Una ETA cada vez más débil
La policía francesa capturó el martes en
París al número 3 de la organización separatista vasca ETA, José Javier Arizcuren,
alias "Kantauri". Al día siguiente, la policía española desarticuló el
Comando Donosti, en teoría el último activo de la ETA. Los nacionalistas vascos
protestaron ante la posibilidad de que ETA interrumpa con represalias la tregua unilateral
que declaró.
El País
La división apenas existe: en España
creemos que las detenciones de París son normales y justas, y lo creeremos más cuando se
compruebe que los delitos y los informes policiales corresponden a la realidad. Mientras,
los nacionalistas vascos y algunos de otras regiones las repudian con el argumento de que
pueden dañar la paz. Pero la paz no existe: hubo una tregua unilateral que ha sido mal
respondida por el Gobierno y los partidos nacionales y que no ha sido seguida enteramente,
porque la campaña de amenazas individuales y violencias es sistemática: hace un daño
directo y, sobre todo, amenaza con matar en cuanto la tregua se suspenda.
(Eduardo Haro Tecglen)
ABC
Tras conocer la desarticulación del
sanguinario comando Donosti, un dirigente nacionalista declaró que "la solución al
conflicto vasco no pasa exclusivamente por medidas policiales". Y lleva razón. En
los momentos peores de los últimos años, cuando ETA golpeaba en el corazón de la
sociedad vasca con más saña, el ministro del Interior no cesó nunca de insistir en una
receta frente al terror que excedía lo meramente policial (...) Sin embargo, que la ETA
desvíe la atención hacia otras provocaciones no debe distraer al Estado de sus
obligaciones hasta el punto de hacer dejación de sus recursos. La "vía
policial", en efecto, no es la única hacia el final dialogado del terrorismo, que
todo el país desea. Pero es la primera, y es irrenunciable.
(Editorial)
El Mundo
¿Estimularán estos sucesos a ETA a retomar
las armas? No parece que las detenciones basten para desviar a la banda de su nueva y
provechosa estrategia política. Pero sí está claro que, si esa fuera su pretensión,
sin las dotes organizativas de Kantauri ni la capacidad operativa del último comando
desplegado, un retorno a la violencia se volvería mucho más arduo (...) Además, es ya
patente que a ETA le interesa más la rentabilidad política y electoral que la tregua le
aporta a través de Euskal Herritarrok que las ventajas más directas que una negociación
de paz con el Gobierno podría proporcionarle. Ahora, el victimismo tras las detenciones
puede incluso darles algunos réditos más frente a unos nacionalistas moderados cuyo
harakiri causa sorpresa.
(Editorial) |