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Por Felipe Yapur Alberto Kohan y Carlos Corach doblaron la apuesta. Pidieron una consulta popular vinculante para decidir si el presidente Carlos Menem puede aspirar a su segunda reelección. La Alianza rechazó el convite. La coalición opositora insiste en convocar consultas populares por distritos, sobre todo en los que gobierna. El duhaldismo todavía no logró consensuar una decisión. El gobernador Eduardo Duhalde se inclina por la consulta nacional, pero muchos de sus hombres se oponen, empezando por su candidato a gobernador bonaerense, el vicepresidente Carlos Ruckauf. Otros pretenden bajarle el perfil al tema, convocar a un plebiscito no vinculante y promover un proyecto en el Congreso para pasar a disponibilidad a los jueces. Esta es la postura de Ramón "Palito" Ortega. El duhaldismo mantuvo ayer extensas reuniones en la quinta que el gobernador tiene en San Vicente, buscando evitar quedar pegados con la Alianza en la embestida antirreeleccionista. Ya nadie discute dentro de las filas de Duhalde sobre la necesidad de demostrar que el único dirigente capaz de derrotar al riojano es el gobernador bonaerense. Ramón Ortega sugirió un cambio en la estrategia del peronismo no menemista. Insiste en que es preciso "no hablar más de la re-reelección", concentrarse en la campaña electoral y mantener en el Congreso un proyecto de ley para pasar a disponibilidad a todos los jueces: "Estas son armas para utilizar en el momento preciso. Es necesario que el menemismo sepa que las tenemos", aseguró a este diario un operador del senador tucumano. Continuando con la idea propuesta por Ortega, hoy relanzarán el binomio conformado por el tucumano y Duhalde: "La idea es mostrar firmeza en lo político reafirmando que estos dos son los candidatos que el justicialismo necesita para continuar en el poder", se animó un operador del gobernador. Mientras tanto, en la Legislatura de Buenos Aires ya se está trabajando en una declaración similar a la que el Congreso nacional emitió la semana pasada y donde se expresó la plena constitucionalidad de la cuestionada cláusula novena. El duhaldismo, además, prosiguió su ofensiva contra el juez cordobés Ricardo Bustos Fierro, quien abrió una puerta a Menem para pelear por un mandato. El diputado nacional Eduardo Mondino apeló en Córdoba el fallo judicial. Esta jugada no será la única ni la última. Decidido a mostrar firmeza en el campo jurídico, el duhaldismo tiene previsto realizar similares presentaciones en otras provincias: Vicente Joga hará lo suyo en Formosa, otro tanto realizarán el gobernador de Entre Ríos, Jorge Busti, el senador de esa provincia, Augusto Alasino, y Jorge Humada en Misiones. Desde la vereda de la Alianza, la posición es rechazar un plebiscito nacional. Los opositores consideran que se trata de una "picardía" del menemismo para reformar la Constitución nacional; en cambio la coalición insiste en que es preferible realizar consultas por distrito. Los referentes de la Alianza quieren evitar ser utilizados por Menem pero también quedar muy a la rastra de Eduardo Duhalde. Por eso se adelantaron a pronunciarse sin esperar a que lo hiciera el gobernador bonaerense. El jefe de Gobierno Fernando de la Rúa consideró como inadmisible la posibilidad de reforma la carta magna a través de una consulta y pidió "un destello de patriotismo" (esto es, una renuncia explícita) al Presidente. Por su parte, la candidata a gobernadora por Buenos Aires, Graciela Fernández Meijide, prefirió apuntarles a los miembros de la Corte al señalar que "no es fácil para una Corte (Suprema de Justicia), por mucho que muchos de sus miembros tengan total adicción al poder político, dar un fallo con semejante contradicción con la Constitución, a menos que haya antes una voluntad pública que se exprese". Esta última frase fue la que dejó la pelota picando al ministro del Interior, Carlos Corach, quien dice estar seguro que el resultado de la consulta será favorable a sus intenciones re-reeleccionistas. El ministro redobló su apuesta al decir que es necesario que, si el voto por un tercer mandato para Menem triunfa, debería realizarse una reforma constitucional. "Siempre hemos sido partidarios de consultar a la gente y que vote sin condicionamientos, pero lo importante es señalar qué pasa si el Presidente gana el plebiscito. ¿Va a haber una reforma? Porque si no, ¿para qué un plebiscito si no tiene sentido?", aseguró el ministro antes de lanzar su contraataque: "Entonces, si vota que sí se reforma la Constitución". Todo sugiere que la guerra por el tercer mandato será prolongada y sangrienta.
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