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Carta para la señora de los ojos vendados que está en Tribunales

Zulema Yoma recordó ayer el cuarto aniversario de la muerte de su hijo Carlos junior con una carta colocada al pie de la estatua de la Justicia, en la que pide la reapertura de la causa.

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Por Raúl Kollmann

t.gif (862 bytes)  Al cumplirse cuatro años de la muerte de Carlos Menem junior, la señora Zulema Yoma dejó ayer una carta a los pies de la estatua de la Justicia, en Tribunales, reclamando la reapertura de la causa por la muerte de su hijo. La investigación fue cerrada por el juez Carlos Villafuerte Ruzo tras un frondoso fallo en el que dictaminó que no hay elementos para establecer que el primogénito del Presidente haya muerto víctima de un atentado. El abogado de la señora Zulema, Marcelo Bermolén, apeló la decisión y ahora debe expedirse la Cámara Federal de Rosario. Paralelamente, la ex primera dama denunció que Carlos junior fue enterrado sin el cráneo, pero en la causa judicial se establece que sólo se dejaron en la morgue algunos huesos de la cabeza para los análisis forenses posteriores. El Presidente no otorgó ayer ninguna audiencia y concurrió al cementerio islámico a rendir tributo a su hijo.
“Durante cuatro años me he visto obligada a recorrer sus estrados –señaló Zulema a la Justicia–, buscando las respuestas que cualquier ciudadano afectado por un crimen merece: quiénes fueron y por qué. En lugar de esas respuestas, sólo encontré desidia, incompetencia y, más grave aún, encubrimiento.”
Como se sabe, la ex primera dama está convencida de que su hijo resultó víctima de un atentado, por lo que el abogado de la señora, el doctor Bermolén, apeló el cierre de la causa basándose fundamentalmente en lapericia realizada por la Gendarmería. En ese estudio se habla de que en el helicóptero en el que viajaba Carlitos hay rastros de orificios producidos por proyectiles de arma de fuego.
El juez que investigó el caso, Villafuerte Ruzo, reseñó un largo listado de testigos que vieron que Junior volaba a muy baja altura, haciendo una especie de juego con un auto que viajaba en la ruta hacia Rosario, y terminó enredándose en los cables que cruzaban su camino. El magistrado consideró que los restos del aparato analizados por la Gendarmería estuvieron sin custodia durante mucho tiempo por lo que cualquiera pudo producir los orificios. En síntesis, el juez dictaminó que se trató de un accidente y ordenó dar por terminada la investigación. El presidente Menem, dudoso al principio, resolvió finalmente acompañar a Zulema en la apelación.
Actualmente el expediente está en Rosario donde la Cámara Federal debe resolver. El tribunal decidió tomarse su tiempo, pero todo indica que antes de fin de mes habrá resolución. Si se decide reabrir el caso, seguramente el juez será apartado de la investigación. Si se confirma el cierre, Zulema indudablemente apelará a la Corte.
El otro motivo de litigio es el cuerpo del hijo del Presidente y Zulema. La señora sostuvo ayer que “no he logrado que se me informe con certeza del lugar donde yace el cadáver, condenándome a sentir que mi hijo todavía no descansa en paz”. La controversia se basa en que cuando se exhumó el cuerpo de Carlitos, se dejaron en la morgue algunas partes de órganos y de huesos para los análisis químicos y forenses. En el acta de la autopsia, en la que participaron tres jueces federales, cuatro fiscales e innumerable cantidad de forenses, hay una frase confusa en la que se habla de que “queda reservado como muestra el cráneo”, aunque en la misma acta, al final, se aclara que son “algunos huesos del cráneo”. Zulema reclama porque sostiene que el cadáver no está completo, aunque la pelea de fondo indudablemente está en la reapertura del caso y en que se realicen nuevas medidas de prueba para esclarecer la muerte de Junior.

 

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