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Los usuarios que esperaban compensar en parte las desventuras sufridas durante el apagón de febrero se llevaron una desilusión: Edesur comenzó a pagar ayer los resarcimientos a los afectados, pero los montos resultaron sensiblemente inferiores a los que había ofrecido la empresa la semana pasada, según denunciaron los damnificados. Es una burla, una vergüenza, coincidieron los más furiosos. Otros optaron por llenar un formulario para reclamar la diferencia. Un tercer grupo se retiró resignado, con la convicción de que ya no quedaba demasiado por hacer. Según datos de la empresa, sólo el 45 por ciento de los convocados para ayer concurrió a cobrar la compensación. Todo había sido preparado con prolijidad, con el objetivo de recuperar la confianza del cliente: cuatro recepcionistas esperaban para orientar a los clientes, mientras una decena de empleados aguardaban detrás de una computadora y un mozo con moñito negro y todo convidaba amable un vaso de café, gaseosa o agua al recién llegado. Tanta atención, sin embargo, contrastó con el monto que la empresa ofreció, finalmente, como indemnización. Para colmo, nadie sabía de dónde había salido la cifra que le pagarían: la carta que envió Edesur no detallaba cuantos días de corte se estaban reconociendo ni cuál era el consumo promedio del cliente que se tomaba en cuenta para el cálculo. Margarita Pedernera vive en Belgrano y 24 de Noviembre y estuvo 11 días sin luz. Según lo anunciado por Edesur, la semana pasada, por su nivel de consumo que es más bien bajo le correspondía cobrar 513 pesos. Pero le ofrecen 160. O no saben hacer las cuentas o nos están tomando por tontos, dijo a Página/12 la mujer, que fue a hacer el correspondiente reclamo al ente regulador. Según la resolución del ENRE, por ese tiempo sin luz debe cobrar un resarcimiento de 1.011 pesos. Margarita es una de las 300 personas que ayer fueron hasta el ENRE a dejar constancia de su disconformidad. La cifra representa cerca del 10 por ciento de los 3140 que fueron citados por la empresa para presentarse en caja el primer día. De esa cantidad, solo 1400 (el 45 por ciento) se llevaron el efectivo. Mientras, en el ente regulador le sugerían a la gente que cobre lo que le ofrece la empresa a cuenta de lo establecido por la resolución. Según la empresa, apenas el 2 por ciento de la gente manifestó reparos al monto ofrecido. Para la empresa, las diferencias que denuncia la gente pueden obedecer a que no se computaron las horas en que volvió la luz, por la noche. De todas formas, quienes no estén de acuerdo con el monto tienen derecho a reclamar. Se abstienen de pagar y la empresa revisará los casos, dijeron a Página/12 voceros de la empresa. Al parecer, Edesur previó que el clima podría caldearse en el primer día de pago. Por eso, además de atractivas recepcionistas y mozos gentiles dispuso media docenas de efectivos de la Policía Federal en cada uno de los siete locales de pago habilitados ad hoc, más otros tantos guardias de seguridad privada y una ambulancia estacionada en la puerta de cada lugar. No hubo necesidad de hacer uso de semejante despliegue: la gente prefirió exteriorizar su bronca frente a los micrófonos y los oídos de los periodistas. Como el usuario Walter Moyano, que aunque recién tenía cita para el miércoles, fue a despotricar a la puerta de Edesur. Soy discapacitado, vivo en un piso 7º y estuve diez días sin luz. Ahora me ofrecen 185 pesos, se están burlando de mí, se quejó. El hombre abrió una carpeta donde tenía documentados los perjuicios que sufrió: Perdí 150 pesos el primer día y después 15 por día. Más 500 pesos por daño moral, calculó. Pero si quiere cobrar eso, va a tener que nombrar a un abogado y hacer juicio intentó decepcionarlo otro damnificado, que ya había bajado los brazos. Si todo el mundo se calla la boca, nos toman el pelo a todos replicó el primero. Frente a la sede de Rivadavia al 3000, a las cuatro de la tarde, los 20 empleados se aburrían esperando que llegue alguno de los convocados. La aglomeración estaba afuera, en torno de las cámaras de TV: mucha gente que fue a averiguar por qué no le había llegado la carta o cuándo debía ir a cobrar. Adriana Naidozza estuvo seis días sin luz. Según lo prometido por Edesur, por su nivel de consumo unos 300 Kw/h, le correspondía cobrar 273 pesos, pero le pagaron 232. Después de todo, no tuve que tirar tantas cosas, se consoló. Con el dinero en la cartera, ya no piensa en seguir reclamando. Distinto es el caso de Liliana Arcan, que vive en La Rioja y Garay y padeció 4 días de apagón. En una solicitada, Edesur prometió que cobraría 204 pesos. Pero le dieron apenas 109. Eso sí, todo en billetes nuevitos de 10 pesos, para que parezca más, ironizó. Llené un formulario de reclamo, porque no puede ser que me paguen lo mismo que a alguien que tuvo un día de corte, se quejó la mujer. Peor le fue a Lina Wasemblun, de San Juan al 3600. Por cinco días de corte me pagaron 90 pesos, se lamentó. Edesur había prometido 200 pesos para casos como el suyo. Voy a ver qué hace la gente del edificio, dice, medio desorientada. No había perdido el sentido del humor: Por lo menos el mozo me sirvió un café.
Por Andrés Osojnik
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