Por Cecilia Bembibre
En
comparación con otros países, el impuesto argentino sobre los videos es tan alto, que
está frenando todo el posible crecimiento del sector. El empresario estadounidense
Nigel Travis suena categórico, pero además de eso tiene datos que ofrecer al respecto.
Travis es uno de los principales interesados en modificar esa situación: en su rol de
presidente de Operaciones Minoristas de la cadena de videoclubes Blockbuster que,
según sus datos, tiene cautivo el 20% del mercado argentino, vino a Buenos Aires
para reclamar al Gobierno un cambio de la presión impositiva que ejerce sobre la
industria. El problema impositivo es grande, dice en entrevista con Página/12: aquí las
empresas pagan al Gobierno un 34,5% de impuesto a la actividad, lo que inexorablemente
aumenta el costo para el público, mientras en Estados Unidos el porcentaje es de sólo el
6. El video, a su vez, está compitiendo con formas cada vez más sofisticadas de
televisión paga (como el VoD o Video on Demand, a pedido) y de tecnología.
¿Cuáles son las características del mercado argentino del video?
En principio, el tema principal: el impuesto. Que es altísimo: suma el 34,5% y
está frenando seriamente el crecimiento del sector. En Estados Unidos es del 6%; en el
Reino Unido del 17,5% y generalmente no sube de esa cifra en el resto de los países. En
Argentina, a causa de los altos impuestos, muchos de nuestros competidores los evaden. Las
cifras lo dejan claro: Blockbuster tiene el 20% del total del mercado de video argentino,
pero el año pasado pagó el 70% de los impuestos del área. Esta situación de los
impuestos propicia la piratería: se estima que la mitad del material que circula es
pirata, y el porcentaje es aún más alto en juegos de video. Mi visita incluyó una
reunión con el jefe de Gabinete para tratar este tema. En ciertos países, como Taiwan,
han cambiado las leyes para que la piratería caiga dentro del fuero penal. Esto es lo que
anhelamos.
¿Hay cambios tecnológicos que modifiquen en lo inmediato la industria del video?
En Blockbuster se ofrece ya material en DVD...
La videograbadora es aún uno de los aparatos electrónicos más vendidos. Aunque
surjan nuevas formas de tecnología como el DVD, el video sigue siendo muy popular. Con el
tiempo, claro, va a haber una transición real hacia la digitalización. En algunos
países asiáticos, como China, esto ya es un hecho: en los supermercados se ofrecen cinco
marcas de DVD y una de VCR. Creemos que todavía hay mucho margen para el crecimiento del
video. Además, hay muchos intereses puestos en proteger la industria, porque es un
mercado que absorbe más del 50% de las producciones de los estudios de Hollywood.
¿Por qué los videoclubes incluyen otros productos, como alimentos, bebidas o
merchandising?
La idea es recrear la experiencia completa de ir al cine. Por eso el cliente que
alquila un video se puede llevar pochoclos, gaseosa, juegos para entretener a los chicos.
¿Cómo se determina la cantidad de películas de grandes estudios, clásicos y cine
de autor que hay en cada local?
Somos sensibles a las tendencias de cada país. Estamos intentando, por ejemplo,
aumentar el número de películas de cine arte y producción nacional disponibles a nivel
mundial, pero, claro, depende de lo que la gente del lugar solicite. En Argentina, por
ejemplo, hacemos estudios de demanda en los barrios: las proporciones varían de acuerdo a
las diferentes zonas geográficas.
El videoclub, ¿compite hoy con la televisión paga?
En general, nos llevamos bien con las diferentes empresas de televisión paga de
cada país. Operamos creciendo al mismo tiempo. La ventaja de Blockbuster es que ofrece
algo imposible de hallar en la televisión, que es la atención personalizada: nosotros
sabemos lo que les gusta a nuestros clientes.
Los númeritos de la cadena
Blockbuster lidera el mercado de alquiler y venta de videos, y el de alquiler de juegos
electrónicos a nivel mundial. Estos son algunos de los números a través de los cuales
la empresa se presenta:
* 6000 locales, distribuidos en 26 países. Más de 4000 están en EE UU. En Argentina hay
48.
* 65 millones de clientes alquilan videos y juegos.
* 8500 es el promedio de películas que hay en cada local.
* 1994 es el año en que la cadena de videoclubes fue adquirida por Viacom, la gigantesca
firma que opera en el mercado del entretenimiento, a través de nombres como MTV,
Nickelodeon, Paramount y Simon & Schuster.
* 50% del total del material de los estudios de Hollywood llega a los estantes en cajas de
video a 6 meses o un año de su estreno en cine.
El cable, una competencia rara
Nuestra gran ventaja sobre la televisión paga es que el tiempo de
llegada de las películas que se ven en el cine a Blockbuster es mucho más breve,
afirma Nigel Travis. Los recientes cambios en el sistema de cable argentino le deben haber
facilitado el camino a los videoclubs, que venían de la crisis más importante de la
década. La desaparición de HBO y la implementación del premium atenúan la competencia
entre cable y videoclub: los 20 mil abonados que cancelaron sus contratos en lo que va del
año parecen confirmar el dato. Y esto a pesar del impulso que la ausencia de HBO, el
líder en señales de cine, dio a los demás canales del rubro. Cinecanal trepó al primer
lugar entre las señales de cable más vistas de enero, según los datos de MyT. La imagen
de esta señal se reforzó por su vínculo con los dos canales premium que ofrecieron
parte de su programación sin cargo. Mientras tanto, otros canales captaron el público
huérfano de HBO: Space se convirtió, según la misma encuestadora, en el segundo más
visto. El impacto de las malas noticias que bombardearon a los clientes de la tele paga en
los últimos meses la disolución de VCC, el aumento de la cuota, la aplicación del
IVA y un nuevo aumento hicieron eclosión tras la partida de HBO. Hallmark, que
parecía destinado a satisfacer las demandas de los televidentes ávidos de cine, no
alcanzó a superar el puesto número doce entre los canales preferidos y huele a fiasco.
Es decir, que los errores del cable parecen estar trabajando para los videoclubs. O las
cadenas. |
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