Desde
París, el viceministro de Economía, Pablo Guidotti, preparó el terreno en caso de ser
necesario un nuevo apretón fiscal. El segundo de Roque Fernández reconoció
implícitamente que, en línea con los números que manejan en el FMI, las proyecciones
del PBI se reducirán a cero. Pero reiteró que el ajuste fiscal que forzaría la caída
de la recaudación no se hará con un aumento de impuestos o nuevos anticipos sino con una
política de austeridad por el lado del gasto público. Las medidas se conocerán en los
primeros días de abril, cuando arribe a Buenos Aires una delegación del Fondo Monetario
para monitorear la marcha del acuerdo de facilidades extendidas.
Tras una reunión mantenida con el argentino Claudio Loser y la italiana Teresa Ter
Minassian, director y subdirectora del FMI para América latina, respectivamente, Guidotti
describió los parámetros con que se negocia actualmente con el Fondo. Si hay una
revisión de la actividad económica y de los ingresos (fiscales), habrá que replantearse
con el FMI si se modifican los objetivos fiscales, si se toman medidas (para cumplir tales
objetivos) o una combinación de ambas, afirmó.
Tal revisión de las pautas de crecimiento de la economía se da por descontada, ya que el
propio Guidotti admitió que en el Fondo también se están haciendo una idea
inicial (de los nuevos pronósticos de crecimiento) y es el rango dado a conocer a la
prensa, de un aumento del PBI del 1 por ciento o una caída del mismo rango para
este año. Esos números coinciden con la proyección de estancamiento que manejan en
Economía y difieren de la pauta del 2,5 por ciento incluida en el acuerdo vigente. Como
menos crecimiento implica menor recaudación tributaria y más déficit fiscal, o el FMI
acepta relajar la meta de un déficit de 3 mil millones o el Gobierno debe aplicar un
nuevo ajuste fiscal.
Guidotti explicó que, en caso de tomarse medidas, el Gobierno mantendría tres
aspectos básicos. Primero: vamos a mantener una posición fiscal
conservadora, porque es esencial mantener la confianza de los mercados; segundo: que no
modificaríamos el cronograma de rebajas de aportes patronales; y tercero: no
propondríamos aumentos de impuestos, puntualizó. Más aún, para enfatizar que no
habrá ninguna suba impositiva, algo que el ala política del Gobierno considera fatal en
un año electoral, el funcionario tranquilizó también al agro: Tampoco creemos
conveniente un incremento del impuesto al gasoil, insistió.
También destacó las dificultades que presenta un nuevo tijeretazo en el gasto: Se
ha llegado al límite en los recortes de gastos. O bien se siguen prestando las mismas
actividades con menores gastos, o bien se replantean las actividades del Estado,
aseguró.
Por otro lado, el segundo de Roque Fernández criticó a su predecesor en el cargo, Carlos
Rodríguez, que había dicho que tras dos reformas tributarias la recaudación seguía sin
aumentar. Es un error conceptual, hasta ahora hicimos una sola reforma y como el
objetivo es que financie una reducción de aportes patronales su efecto será
neutro, señaló.
Al mismo tiempo, el funcionario destacó que ya se está haciendo un gran esfuerzo
fiscal, al mantenerse congelado el gasto primario. Y, sorpresivamente, arremetió
contra sus colegas más ortodoxos, que propician un ajuste fiscal a rajatabla.
Cuando se habla desde afuera del Gobierno de un recorte de gastos, se lo hace
livianamente. Los gastos de funcionamiento del Estado representan apenas el 10 por ciento
del presupuesto nacional. El resto se va en el pago de los servicios de la deuda y la
seguridad social, las transferencias automáticas a las provincias, a las universidades y
los salarios de los empleados públicos, sentenció.
Industria por el piso Tal como adelantó Página/12 en su edición de ayer, la producción
industrial cayó 11,7 por ciento en febrero en comparación con el mismo mes del 98,
según la última medición de FIEL. De esta manera, la actividad fabril del primer
bimestre del 99 resultó 11 por ciento inferior a la del período enero-febrero del
año pasado. Las cifras divulgadas por la entidad privada difieren con las ofrecidas por
el Gobierno. Según Alieto Guadagni, secretario de Industria, la producción manufacturera
cayó entre 7,5 y 8 por ciento en febrero, siempre en relación al mismo mes del 98,
y un 7 por ciento en el primer bimestre. Por otra parte, para FIEL, la utilización de la
capacidad instalada se situó en el 66 por ciento durante el mes pasado, 2,8 puntos por
debajo a la de febrero del 98 y 3,7 puntos por encima a la de enero último. Por
otra parte, la encuesta cualitativa que habitualmente organiza FIEL reveló que la mitad
de los empresarios considera desalentadora la tendencia de la demanda mientras
que un 49 por ciento la juzga como normal. Sólo el uno por ciento dijo que la
tendencia es alentadora. |
Aguantar con lo que hay A pesar de la caída de la recaudación tributaria, el Gobierno no recurrirá
tal como hizo a fines del 98 a un anticipo adicional del impuesto a las
ganancias, según afirmó ayer Guillermo Rodríguez Usé, subsecretario de Política
Tributaria. Según los cálculos preliminares de Economía, este mes la recaudación se
ubicará, por lo menos, 200 millones por debajo a la de marzo del año pasado y rondará
los 3700 millones de pesos. Al mismo tiempo, Rodríguez Usé admitió ayer que los
ingresos por el gravamen para financiar el aumento docente van a ser muy bajos
en el primer semestre del año, porque se están vendiendo menos autos nuevos.
Los dueños de automóviles usados recién abonarán el impuesto durante la segunda parte
del año, por lo que recién en ese momento puede haber una recaudación más
importante de ese tributo, añadió el funcionario. |
Cómo dividir la torta El Gobierno tendrá listo el nuevo proyecto de coparticipación hacia
mediados de año, y Economía planea ponerlo bajo consideración de las provincias en el
último trimestre. Rogelio Frigerio, secretario de Programación Económica, dijo ayer
desde París que el principal criterio en la distribución de fondos será el de la
competitividad y que las provincias cobrarán un IVA adicional al que ya cobran, en
reemplazo de ingresos brutos y sellos. Se apunta a mejorar el perfil exportador de
los productos regionales eliminando impuestos distorsivos (ingresos brutos y sellos), que
encarecen las mercaderías y que no se devuelven en la frontera como en el caso del IVA.
El esquema actual exporta impuestos, explicó el funcionario. Por otra parte,
Frigerio reveló que Economía analiza el cálculo de un PBI geográfico que permita
lograr una mejor distribución de los ingresos, más ecuánime. |
LA UNION INDUSTRIAL CRITICO EL MINIPLAN DE
ROQUE
Las medidas son insuficientes
La Unión
Industrial Argentina calificó como productivas pero insuficientes las medidas
anunciadas por Roque Fernández desde París para paliar el impacto que la crisis
brasileña tendrá sobre la economía argentina. Al mismo tiempo que el comité ejecutivo
de la cámara empresaria se pronunciaba informalmente sobre el miniplan de Economía, uno
de sus secretarios reiteró públicamente el pronóstico de que durante este año se
profundizará la caída del nivel de actividad y aumentará la desocupación.
Casi como un eco de la caída en la producción industrial demostrada por las propias
estadísticas oficiales, el secretario de la Unión Industrial Argentina, José de
Mendiguren, pronosticó que durante este año ésta se ahondará, ya que no se advierte
una recuperación del sector externo. Desde el estallido de la crisis de Brasil, la UIA
enfatizó su vaticinio sobre una debacle en la producción argentina, provocada en gran
medida por el recorte de ventas a Brasil y la mayor competencia de los productos de ese
origen.
Del mismo modo, Mendiguren advirtió que la situación va a pegar muy mal
sobre el empleo, incrementando la desocupación y castigando aún más a las frágiles
economías regionales. La ocasión fue también propicia para que el dirigente fabril
cargara contra los bancos, a los que reprochó no querer prestar dinero a la
actividad productiva.
Al mismo tiempo, una fuente no identificada del comité ejecutivo de la UIA comentó que
la conducción fabril no está totalmente satisfecha con la batería de medidas que el
ministro de Economía anunció el martes desde Francia, donde participa en la Convención
Anual del BID.
En realidad, las iniciativas del Palacio de Hacienda parecen haber dividido aguas entre
los empresarios, quienes debaten acaloradamente si criticar en público las medidas o
continuar la presión sobre el Gobierno, pero con bajo perfil.
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